19/04/2024 - Edición Nº2948

Sociedad

Medidas preventivas

Los turistas que viajen al sur de Brasil no deben vacunarse contra la fiebre amarilla

19/01/2018 | Los especialistas aseguran que los turistas que viajen al sur de Brasil no deben vacunarse contra la fiebre amarilla, ya que no hay circulación del virus en esa zona, visto las largas colas de los últimos días en los principales centros de aplicación de la Ciudad de Buenos Aires.


por Redacción



"La fiebre amarilla es una enfermedad grave, con un índice de mortalidad de entre el 20 y el 30 por ciento de acuerdo a las características del paciente. Esta enfermedad no tiene tratamiento médico sino tratamiento de sostén", explicó a Télam Radio Eduardo López, jefe de departamento de medicina del Hospital Ricardo Gutierrez.
Asimismo, remarcó que la única manera de prevenir este padecimiento "es con la vacuna" y puntualizó que Brasil no exige el certificado de vacunación para ingresar al país pero recomienda vacunarse cuando uno va a la zona de riesgo".
En este sentido, aseguró que los turistas que viajen a la "costa sureña de Brasil como Camboriú, Canasvieiras, Río Grande do Sul, Florianopolis o Bombinhas, no tienen riesgo, mientras se mantengan en la zona de la playa y no vayan a zonas forestales o selváticas".
Tampoco corren riesgo quienes elijan vacacionar en "Recife, Olinda o Alagoas, playas del noreste de Brasil".
En tanto, los que viajen a "las playas de Río de Janeiro, de San Pablo o Espirito Santo tienen que vacunarse" ya que hay brotes de la enfermedad en esa zona, al igual que "en algunos municipios del estado de Bahía".
"En 2016, comenzó un brote de fiebre amarilla en Brasil, en el estado de Minas Gerais, uno de los estados mas populosos de Brasil y se ha ido diseminando en muchos estados donde la gente va a veranear, es por eso que se recomienda la vacunación", explicó el médico infectólogo.
"Argentina no tiene casos de fiebre amarilla humana y hace tres años que no hay casos (de esta enfermedad) en monos", explicó López.
Por último el especialista recordó que la vacuna debe darse diez días antes de viajar al destino turístico, ya que es el tiempo que tarda en hacer efecto, y que la aplicación de la misma es "de por vida" sin necesidad de dar refuerzos.
Por su parte, Susana Lloveras, presidente de la Sociedad Latinoamericana de Medicina del Viajero afirmó que "cada persona que va a viajar debería hacer una consulta" con un especialista para evaluar el "riesgo-beneficio" de la aplicación de la vacuna.
Durante un encuentro con la prensa en la Dirección de Sanidad de Fronteras donde unas mil personas aguardaban para darse la vacuna, la especialista detalló que no pueden aplicársela "embarazadas, ni menores de seis meses, ni personas con alguna condición de inmunosupresión o con tumores en actividad, o con tratamientos con altas dosis de corticoides, pacientes trasplantados o que tengan alergia al huevo o a alguno de los componentes de la vacuna".
En cuanto a los mayores de 60 años, "no se recomienda pero por precaución, debe ser evaluado por el médico de cabecera que considerará el riesgo-beneficio de la aplicación".
Además, recordó que las precauciones contra la fiebre amarilla no son lo único que hay que tener en cuenta a la hora de viajar sino también "el uso de repelentes, agua segura, medicamentos y actualizar los calendarios de vacunación".
"Tenemos vacunas disponibles y se ampliaron los vacunatorios", afirmó y remarcó que "no todo Brasil requiere vacunación" por lo que instó a los turistas a consultar con sus médicos y no darse la vacuna sino es necesaria.

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