28/03/2024 - Edición Nº2926

Tecno

Género

Cuáles son las herramientas digitales que utilizan las activistas por el derecho al aborto

30/11/-0001 | Facebook, Twitter, Whatsapp y Telegram son las plataformas más utilizadas por las activistas digitales feministas que propician campañas por el derecho al aborto en América Latina y el Caribe, actividad que las expone a riesgos y vulnerabilidades por la falta de acceso a recursos de seguridad online, reveló una investigación en la que participaron referentes y organizaciones de Argentina.


por Redacción


El estudio “Cuerpos de mujeres en campos de batallas digitales. Los derechos sexuales y reproductivos y las activistas que los defienden están bajo ataque en América Latina y el Caribe (LAC)”, de la ONG Tatical Tech, llega al país un día antes de que se presente en el Congreso un nuevo proyecto para legalizar el aborto y en la semana del Paro Internacional de Mujeres, que se concretará el 8 de marzo.
El análisis de los 19 países de la región se basó en 55 entrevistas y en la revisión de 14 sitios web de LAC sobre el derecho a decidir sobre abortos, incluyendo testimonios y experiencias argentinas.
Dentro de los servicios que más utilizan las activistas están, además de los sitios web, Facebook para las interacciones y Twitter para informar y crear campañas conjuntas; y apps de mensajería como Whatsapp y Telegram, orientadas sobre todo al acompañamiento de mujeres que solicitan asesoramiento a distancia.
De las 14 webs analizadas, en 12 casos las direcciones IP del servidor que emplean se localiza en Estados Unidos, uno en Inglaterra y uno en Argentina, lo que para las autoras del documento “el alojamiento de sus contenidos se encuentra bajo legislaciones que pudieran ser adversas”.
Otro dato es que un tercio de las consultadas cuenta con web propia, otro tercio no cuenta con sitio y el último tercio tiene una fan page en Facebook, por lo que “esta dependencia tecnológica, en cuanto al alojamiento de la información y la disponibilidad de los recursos, facilita que adversarios puedan infiltrar o denunciar sus páginas con el objeto de lograr que algunas sean cerradas y, de esta manera, se silencien y pierdan sus contenidos y listas de contacto”.
Las protecciones de seguridad, en tanto, se enfocan principalmente en el uso de antivirus y antitroyanos, generación de respaldos y contraseñas seguras.
Prácticamente la mitad de la muestra asegura usar herramientas de navegación anónima (navegador TOR), pero la mayoría no usa VPN (redes virtuales privadas) o Tails (navegación incógnita de Linux) o la Internet profunda (deepweb).
Respecto a la percepción de los riesgos que corren, las activistas enumeran el miedo de que sus adversarios intercepten datos confidenciales sobre ellas o las mujeres a las que apoyan, lo que “podría conducir a su criminalización o persecución ideológica”.
También, las consecuencias inesperadas que pueden acarrear los metadatos, es decir la información asociada con las actividades digitales, que “puede convertirse, para los intermediarios de datos y los gobiernos, en nuevas formas de vigilancia así como en la posibilidad de implementar nuevos tipos de discriminación selectiva”, analiza el informe.
Las mujeres que son parte de este estudio comparten el hecho de haber sido víctimas de ataques, como campañas de acoso o de desprestigio online, denuncias de sus contenidos y perfiles en plataformas, la publicación de sus informaciones personales, el robo de cuentas o de su identidad y la censura de sus web.
No faltaron las infecciones con malware (software malicioso) y spyware (programa espía), tácticas de desinformación en los motores de búsqueda, clonación de webs y servicios online dirigidos a mujeres que buscan información sobre aborto seguro y acaban siendo orientadas hacia contenidos “producidos por los antiderechos”, señala el informe, que identifica con ese nombre a los grupos que se oponen a la legalización del aborto.
“La violencia en línea y fuera de línea se encuentran en un continuo y se complementan entre sí”, destaca el documento.
Otro eje de la investigación es el dilema de las activistas entre mantener el anonimato y darle visibilidad a las campañas. Allí se lee que algunas argentinas se consideran a sí mismas como seguras, siempre y cuando mantengan sus actividades lejos del foco público, mientras las mexicanas consideran la visibilidad completa como una estrategia de protección.
La conclusión a la que arriba la pesquisa es que la capacidad de las activistas para lidiar con los ataques digitales “es desigual” y, en ocasiones, depende “demasiado” de los conocimientos técnicos de terceros.
Otra dificultad que se plantea es la brecha digital, ya que hay mujeres de bajos recursos económicos que no pueden acceder a teléfonos inteligentes, lo que “limita el alcance del activismo para el derecho a decidir”.
“A pesar de que la región LAC todavía se caracteriza por bajos niveles de alfabetización digital, hay un aumento en las tasas de conectividad de la población urbana, en gran medida mediante el uso de smartphones”, señala el estudio.
Todas las participantes destacan que el uso de las tecnologías e Internet les permite expandir su radio de acción e influencia de forma complementaria al contacto presencial.
Las mujeres consultadas comparten la visión de que el uso de las tecnologías le ofrece “nuevas formas de generar y compartir información útil, visibilizar y documentar sus luchas” y le permite “crear y comunicar nuevos imaginarios y narrativas alrededor del aborto, para colaborar en la desestigmatización y la despenalización social”.

Temas de esta nota:

ABORTOREDES