19/04/2024 - Edición Nº2948

Politica

Decisión 2019

Las PASO con las horas contadas: Intendentes de Macri le bajan el pulgar, y parte de la oposición también

19/10/2018 | (Por Fabricio Moschettoni, editor de ImpulsoBaires.com.ar . Twitter @FMoschettoni ) - Las elecciones PASO, que nunca funcionaron correctamente, son un verdadero derroche de dinero. El año próximo les costaría al Estado entre 5 y 7 mil millones de pesos, o sea el equivalente a lo que podrían pagar de Impuestos a las Ganancias los jueces si es que se aprueba la ley que los iguala con el resto de los mortales. Los intendentes de Cambiemos piden que se bajen, y parte de la oposición está en la misma sintonía. En rigor: es difícil encontrar a un intendente de cualquier palo que quiera PASO en 2019.


por Fabricio Moschettoni


El gasto de las elecciones PASO (Primarias Abiertas Simultaneas y Obligatorias) es una enormidad injustificada. Se planea gastar el año próximo entre 5 y 7 mil millones de pesos, y para compararlo se lo puede igualar al presupuesto público de la Ciudad de La Plata durante todo el 2018, que es de más de $ 6.320 M: o sea, lo que gasta la capital bonaerense para recolectar la basura, hacer obras, mantener a los empleados públicos locales y una enorme cantidad de servicios. Otro paralelismo que se puede encontrar es que una PASO costaría lo que en un año podrían pagar de Impuesto a las Ganancias todos los jueces si es que se los iguala con el resto de la sociedad, tal como pide el proyecto de ley ingresado por la UCR hace algunas horas. También, para compararlo, podemos citar el presupuesto de la Universidad Nacional de La Plata para el año en curso, que es de $ 6.433 M.
En rigor, hay un grupo de intendentes poderosos de Cambiemos en la Provincia de Buenos Aires que se están movilizando con paso firme para pedirle al Congreso que elimine las PASO. Entre ellos están Jorge Macri, de Vicente López, Julio Garro, de La Plata; Ramiro Tagliaferro, de Morón; Néstor Grindetti, de Lanús; y Diego Valenzuela, de Tres de Febrero. Cambiemos gobierna 69 de los 135 distritos de la Provincia, pero además tiene la jefatura de varios que son claves como La Plata, Mar del Plata, Vicente López, San Isidro, Bahía Blanca, Quilmes, Lanús.

Los números de Cambiemos, y un desdoblamiento que no llegó

Los intendentes de la coalición de gobierno se habían entusiasmado el año pasado cuando se hablaba insistentemente de un desdoble de elecciones, porque consideraban que de esa manera reelegían prácticamente todos, a excepción de algunas gestiones verdaderamente malas como Mar del Plata, Pilar o Berisso.
Por ejemplo, en La Plata, Garro podía acariciar para su reelección el 40 por ciento, y toda la oposición peronista unida llegaba al 28 por ciento, y para esa cuenta se juntaba al kirchnerismo, bruerismo y Frente Renovador. En caso de más de una oposición PJ, el actual alcalde podía conseguir un aire de 25 puntos de diferencia. En Vicente López la ventaja de Jorge Macri con cualquier opositor era categórica, al igual que en el vecino distrito de San Isidro, gobernado por el radical vecinalista Gustavo Posse.
Hoy la situación es pareja en varios lugares, porque la senadora Cristina Kirchner mide 30 por ciento en la Provincia con lugares cercanos a 50 por ciento, y otros en 25 por ciento, pero el promedio es una amenaza y varios distritos de Cambiemos podrían caer, sobre todo si el PJ provincial se termina encolumnando con la expresidenta.
Un caso curioso que también desvela a los armadores “amarillos” se está midiendo en Olavarría, en donde el exintendente José Eseverri, que está encolumnado con el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, estaría a punto de recuperar el municipio que hoy tiene como intendente al macrista Ezequiel Galli, el que necesita de un aire fuerte para poder soportar a flote la presión que se le viene encima.
Y un punto problemático y clave es Mar del Plata, en donde si se presenta el actual intendente, Carlos Arroyo, puede terminar siendo el más votado de los de Cambiemos, pero por ejemplo en abril lo superaban nombres como el de los exintendentes Gustavo Pulti o Daniel Katz. Allí se alista un batallón para salir al auxilio como por ejemplo la concejal radical Vilma Baragiola, el senador del PJ – Cambiemos Lucas Fiorini, el diputado nacional Guillermo Montenegro, y hasta mencionan al diputado radical Maximiliano Abad, este último el dirigente de mejor imagen en la ciudad balnearia.

Con Mauricio pierden

Así como muchos jefes comunales amarillos y boinas blancas llegaron a la intendencia con el aluvión de votos que significó la presidencial de Mauricio Macri, ahora están temerosos del efecto contrario, y es que la imagen del Gobierno nacional y del propio presidente es decididamente mala. Por eso algunos quieren esperar hasta abril para que, en un operativo clamor, se pida por la gobernadora María Eugenia Vidal como potencial candidata a presidente.
Es que Macri hoy en la Provincia está por debajo de Cristina en las encuestas, y si bien Vidal supera a la expresidenta nada indica que el contexto económico cambie demasiado como para que la tracción garantice otro triunfo.
Concretamente, hoy en Cambiemos piensan que a este ritmo podrían retener solo la mitad de los 69 municipios, y que además se quedarían sin el gobierno nacional y el provincial.

¿Se pueden bajar las PASO?


Si se pregunta a referentes del gobierno nacional dicen que no porque es una ley del Congreso, pero sin embargo hay tiempo suficiente como para que el mismo Parlamento que la aprobó, la derogue o suspenda.
Cambiemos no tiene número suficiente para lograrlo, pero en reserva varios referentes del Frente Renovador confiaron en que “tanto Sergio Massa como referentes del interior del PJ podrían acompañar porque es una locura gastar semejante cantidad de dinero en una cuestión que debemos resolver los políticos”.
La idea que se está imponiendo es que las PASO fueron obsoletas, no resolvieron absolutamente nada y solo constituyó un gran negocio para los conductores de cada partido. Por otra parte, algunos intendentes de Cambiemos, también del massismo y peronismo más moderado, hacen un razonamiento interesante en relación con lo que se expresaba en párrafo anterior: “es un despropósito que desde la política le estemos transfiriendo a la gente la resolución de nuestras propias diferencias”.