por Agencias
With government now re-opened, I have invited @realDonaldTrump to deliver the State of the Union address on Tuesday, February 5. #SOTU https://t.co/RHq3nWH9nm pic.twitter.com/MCy4A4IYdy
— Nancy Pelosi (@SpeakerPelosi) 28 de enero de 2019
"En nuestra conversación de hoy, nos pusimos de acuerdo en el 5 de febrero. Por lo tanto, lo invito a dar su discurso del Estado de la Unión ante una sesión conjunta del Congreso el 5 de febrero de 2019 en recinto de la Cámara" de Representantes, dijo la demócrata Pelosi en una carta enviada a Trump y publicada en Twitter por su vocero.
La semana pasada, antes del fin del cierre del gobierno federal, Trump accedió a una solicitud de Pelosi para cancelar el discurso hasta que reabriera la administración, cerrada por una disputa presupuestaria del mandatario con el Congreso por el muro en la frontera con México.
El Estado de la Unión, uno de los acontecimientos más importantes del calendario político en Estados Unidos, es el equivalente al discurso de apertura de las sesiones ordinarias del Congreso de los presidentes de Argentina, en el que el mandatario presenta su agenda legislativa para el año que empieza y hace un balance del año previo.
El último cierre, el más largo de la historia del país, terminó el viernes pasado luego de que Trump cediera a crecientes presiones y diera marcha atrás en su exigencia de que el Congreso aprobara los fondos que él exige para construir el muro como condición para que los ministerios y organismos públicos retomaran sus labores.
La ley que firmó no incluye los 5.700 millones de dólares que el mandatario requiere para cumplir su promesa de campaña de construir un muro en la frontera sur a fin de combatir la inmigración ilegal y el tráfico de armas y de drogas.
La oposición demócrata, con Pelosi a la cabeza, dice que el muro no solo es "inmoral" sino también inefectivo y, por lo tanto, un desperdicio de dinero.
El pacto de Trump con la oposición demócrata es provisional, ya que otorgó tres semanas, hasta el 15 de febrero, para que la Casa Blanca y el Congreso negocien para impedir una nueva parálisis.