por Redacción
Casella, quién integró la conducción de la UCR y fue diputado nacional, dirigió una nota a Nicolás Teodosiu, integrante del plenario radical bonaerense, señalando que la venta "no sólo implicará un acto de descapitalización en términos económicos", sino el riesgo de que se interprete "como una metáfora de lo que los dirigentes que apoyan esa decisión, imaginan como futuro partidario...".
La decisión "será interpretada por la sociedad bonaerense como un síntoma de grave descomposición", subrayó.
"La cuestión está muy clara: el PRO compra el edificio donde comenzó su desarrollo político, como forma de demostrar que nació con vocación de permanencia y de proyección de mediano y largo plazo, mientras que los integrantes del Comité de la Provincia de Buenos Aires de la UCR hacen exactamente lo contrario: buscan convertir su histórica sede que lleva el nombre de Crisólogo Larralde en una simple operación inmobiliaria que -ahora con seguridad- será interpretada como un anticipo de desaparición", dice Casella.