Müller, el amigo de todos

Un poco delantero, bastante mediocampista y si cuadra un defensor providencial, Müller supone lo más parecido al polifuncional hecho sistema por Holanda del 74 y en buena medida también el paradigma del futbolista moderno.
Moderno, desde luego, entendido como el feliz poseedor del abecé de la técnica imposible de aplicar sin un alto piso de despliegue y de resistencia.
Fue punta de área, fue media punta, fue volante externo por la derecha, fue mediocampista suelto y siempre con un mínimo vital y móvil de pericia que se corresponde con su ductilidad, con su inteligencia y de todo eso que en él vio Louis van Gaal cuando lo impulsó a Primera en 2008.
Tal para cual, en alguna medida, el entrenador holandés y el todocampista nacido en Weilhem-Schongau, Baviera, el 13 de septiembre de 1989.
Van Gaal encontró en Müller al tipo de futbolista que representa su debilidad, dotado pero a la vez dinámico y capaz de hacer bien de todo un poco y Müller encontró en Van Gaal la fuente de motivación indispensable para atreverse a explorar sus posibilidades.
"Louis es un hombre con intelecto, sabe cómo hacer mejorar al jugador", supo observar Müller con franca gratitud cuando ya habían quedado lejos sus comienzos en el TSV Pähl, un breve paso por Borussia Dortmund, la etapa de consolidación en el Bayern Münich y ya era una pieza clave en su equipo y en la selección germana.
Hablamos de quien sin ser un delantero definido, y con el debido perdón si nos hemos vuelto machacones, de uno de los pocos jugadores que competirá en Rusia en condiciones de acercarse al quinteto dorado en materia de goleadores en los Mundiales: Miroslav Klose con 16, Ronaldo con 15, Gerd Müller con 14, Just Fontaine con 13 y Pelé con 12.
Este Müller, Thomas, no el Tanque Gerd que dio a Alemania la Copa de 1974, lleva convertido diez, cinco en Sudáfrica 2010 (donde fue Balón de Plata y premiado como el Mejor Jugador Joven) y otros cinco en 2014, donde hizo tres a Portugal y el primero de los siete a Brasil que asimismo resultó el número 2000 en la historia de la selección teutona.
(De paso, siete jugadores alemanes suman 87 goles en Mundiales: Klose 16, Gerd Müller 14, Jürgen Klinsmann 11, Thomas Müller y Helmut Rahn 10, Karl-Heinz Rummenigge y Uwe Seeler 9; y Rudi Völler 8).
Entre sus dos Mundiales también acumula media docena de asistencias, una referencia oportuna para poner de relieve que a Müller jamás se le caen los anillos si debe de ser un eslabón más en la cadena de elaboración de un gol o quien libere el camino y dé el pase certero al compañero que convierte.
Dueño de un título de bachiller guardado en un cajón, esposo de la modelo Lisa Trede, golfista amateur y embajador de un programa caritativo para niños que han sufrido traumas, pieza trascendente en 19 títulos del Bayern Münich y airoso poseedor de la camiseta número 13 de la Alemania que venció a Argentina en la final de 2014, Müller ronda ya los 200 goles en su equipo y acumula 38 como internacional germano.
Müller, el mismo Müller que al cabo de un partido amistoso entre Alemania y Argentina previo al Mundial de 2010 fue a la conferencia de prensa y Diego Maradona, molesto, lo confundió con un alcanzapelotas,
El mismo que meses después marcó el primero de los cuatro tantos que aplastaron y eliminaron a la Selección Albiceleste en Sudáfrica y que un rato más tarde no se privó de dar por descontado que "ahora Maradona sabe quién soy".