Felices los cuatro: Comienza la disputa por las candidaturas en La Plata entre referentes moderados y aquellos ligados a "la patria piquetera"

En La Plata, el espacio aún no presentó una foto oficial en donde los reúna a todos, y si bien hay dos fuertes líderes que serían los armadores principales, como son el exlegislador Juan Amondarain y el diputado nacional Raúl Pérez, lo cierto es que ya algunos referentes empiezan a blanquear sus aspiraciones de ser postulantes a intendente, y otros no dicen nada, pero sus nombres siempre están presentes.
La primera que definió una postulación a la intendencia fue la concejal Lorena Riesgo, quien era la vocera sobre temas de Presupuesto durante la gestión del exintendente Pablo Bruera. Riesgo y su sector político tenían una fuerte presencia en las decisiones de la gestión de Bruera, y tal es así que el jefe político del espacio, Santiago Martorelli, fue el único funcionario de alto rango que se mantuvo al lado del exalcalde ejerciendo la estratégica jefatura de Gabinete. A Martorelli se le atribuyen, entre otras cosas, la triste idea de distribuir una folletería sugiriendo mochilas para utilizarse en caso de catástrofes a pocas semanas de sucedida la tragedia del 2 de abril de 2013. Y se lo recuerda como el funcionario que creó una salvaje interna en la comunicación oficial, incluso influyendo para que se monte una oficina de prensa paralela desde donde se hacían diversas operaciones con “medios afines” a él (más que al propio intendente).
La actual edil, proveniente de movimientos piqueteros, realizó una molesta campaña publicitaria en la Ciudad, ensuciando monumentos, edificios públicos y frente particulares, al punto tal que desde la propia Municipalidad el subsecretario de Espacios, Nicolás Morzone, tuvo que pedirle públicamente que detenga el perverso accionar que le estaba costando varios millones a las arcas del estado local.
Seguidamente, quien lanzó su postulación fue el massista Luciano Sanguinetti, y lo hizo eligiendo un costado “más limpio”, ya que utilizó prácticamente como único medio para exteriorizar su intención las redes sociales, lo que significó un importante avance para la Ciudad ya que el patrimonio público y particular no se vio afectado en lo más mínimo, y el referente pudo enviar su menaje sin inconvenientes. De todos modos, Sanguinetti anticipó tanto su jugada que no consideró la perversidad de la política, y distintas situaciones internas lo están dejando muy mal parado, casi sin posibilidades reales.
Pero también hay otros nombres que hasta el momento no se expresaron en función de candidaturas. Uno de ellos es el exconcejal José Arteaga, que por estos días está abocado al trabajo técnico mediante una fundación en cuanto a relevamientos socioeconómicos de la región. Si bien cuando se le pregunta dice “no son tiempos de candidaturas”, Arteaga es tal vez el dirigente más instalado del espacio.
También surgió el nombre de la exdiputada Valeria Amendolara, quien al igual que Arteaga se aboca por estos días a diferentes trabajos técnicos y de estudios. La expresidenta del Concejo Deliberante fue una de las personas más cercanas al exintendente Pablo Bruera hasta que se fue despegando y se creó un perfil propio. Tiene muy buena imagen y llega a sectores en donde a la política convencional le cuesta acceder.
Por último, en la primera tanda de nombres, también surge el del concejal Gastón Crespo, que es referente del partido GEN que lidera Margarita Stolbizer. Si bien su espacio no está en el grupo de “Felices los cuatro” y en pocos días lanzarán un ámbito de pensamiento junto al radical Ricardo Alfonsín, el socialista Miguel Lifschitz y la propia Stolbizer, su nombre automáticamente corre porque sería la forma de llegar a sectores medios de la Ciudad.
De todos modos, al mega espacio le faltan nombres. Posiblemente desde el radicalismo alfonsinista salga al ruedo la mención de algún reconocido dirigente local que no precisamente milita en ese sector pero que ya tiene experiencia en “misiones (casi) imposibles” (Será el exdiputado Sergio Panella?).
Las claves sin dudas estarán en Amondarain, quien recién a fin de año empezará a “medir” al candidato mejor instalado, y en Pérez, quien todavía no se pronunció públicamente sobre posibles postulantes.