19/04/2024 - Edición Nº2948

Politica

Punto de vista

A 35 años, la Democracia primero

29/10/2018 | (Por Cipriano Unanue*) Han pasado 35 años de la gesta que dio lugar a la vuelta de la vida democrática a nuestro amado país y bueno es hacer una breve reseña con alegría y esperanza.


por Cipriano Unanue



Los más canosos recuerdan aquella fecha del 30 de Octubre como un hecho histórico, en el que los dos espacios más importantes de la vida política argentina se disputaban las elecciones y con ellas, parte del futuro de nuestro país. Un formal y bien vestido Italo Argentino Luder que aclamaba a las masas peronistas defender la doctrina e intentar aggionarla a los tiempos que corrían, contra un arengador y movilizador radical llamado Raúl Ricardo Alfonsín que, con el preámbulo en la punta de la lengua manifestaba que su plan de gobierno estaba en la Constitución Nacional.
Así, estos dos caballeros de la política nacional, se batieron en las urnas, ambos sabiendo que uno de ellos no saldría victorioso de la contienda electoral, pero que aun así, ganarían todos los argentinos.
Los menos canosos recuerdan estar sobre los hombros de sus padres o abuelos, y de estar agitando banderitas argentinas y rojiblancas. No entendían muy bien porque tanta gente estaba tan contenta, cantaba, o decía el preámbulo al unísono en las distintas plazas de la república.
Los jóvenes nos enteramos de todo esto durante el colegio primario y secundario, cuando las maestras o profesoras nos contaban con pasión, lo que había sucedido aquel día. Se enseñaba como algo muy lejano, porque el tiempo a veces, corre más rápido que los sucesos o sus distintas alternativas, y no hay tiempo de procesarlo.
Los más jóvenes de nuestra historia, están hoy aprendiendo sobre ese hecho histórico, sobre como cambió el país para siempre, y ven hoy a Alfonsín como el ícono del regreso a la democracia. Ven como los más canosos, los menos canosos y los jóvenes, realizan populares actos políticos, llevan ofrendas florales a los bustos del amado Alfonsín, publican en redes sociales encuentros políticos y brindan por la venida democrática del 83.
Todo esto, quizá, sin realmente valorar el gran beneficio que tuvimos y tendremos todos los argentinos de haber logrado recuperar, con esfuerzo, sangre, dedicación y por sobre todo esperanza, un estado de derecho y democrático.-
Claro que es difícil pero no imposible de explicar, como la democracia le puede dar a un ciudadano un plato de comida, la cura en un hospital o educación gratuita, cosa que no haré en estas líneas, pero que se han consolidado si en este sistema político.
Ya el gran y primer paso se ha dado. Hoy gozamos de los beneficios de la democracia nosotros, nuestra posteridad y todos los habitantes del mundo que quieran habitar el suelo argentino, y debemos defenderla no solo de la amenaza de las “potencias” externas, sino también de aquellos que bajo su bandera, destilan intereses espúreos y contrarios a ella.
La consolidación democrática es un hecho, pero tanto su sostenimiento como ejercicio es dinámico, y por nada del mundo debemos descuidarlos. Digo esto porque siempre hubo y habrá intereses contrapuestos a ella, distintos a los de su verdadero y legal significado y hay que prestar especial atención. La mejor, principal y única herramienta que puede doblegar esos intereses es el voto de los ciudadanos. Pero, no todo comienza y termina con ese voto.
La participación ciudadana en los espacios políticos (no solo con fines electorales) hará que todos seamos aún más libres, que podamos fortalecer el sistema político e ir mejorándolo con el transcurso del tiempo. De ese sistema político, de esa participación salen y saldrán nuestros futuros dirigentes.
Por esto es que hoy, a 35 años de aquella gesta, los más canosos, los menos canosos, los jóvenes y los más jóvenes aún tenemos la obligación patriótica de reflexionar, de transmitir las distintas enseñanzas, de fortalecer nuestra democracia y de dejar de lado nuestros propios intereses para aceptar, que juntos y respetándonos, tendremos por delante un camino de prosperidad, de unión y de bondad difícil de derribar.
No ha sido fácil y el devenir es incierto, pero estimo que contamos con ciudadanos, instituciones, estado y capacidad suficiente de fortalecer nuestro día a día y hacernos a todos hombres de bien, que defendamos nuestra democracia para siempre.

*Cipriano Unanue
Abogado