25/04/2024 - Edición Nº2954

Politica

Bromas de potencias

Putin y Mohamed bin Salman "chocan los cinco" en el plenario del G20

01/12/2018 | El presidente ruso, Vladimir Putin, y el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed bin Salman, sorprendieron hoy en el plenario de la cumbre del G20 con un inusual saludo informal y efusivo en medio de carcajadas y miradas cómplices, que demuestra no sólo una afinidad personal sino también el acercamiento de dos potencias petroleras.


por Redacción


 

El saludo, que llamó la atención dentro y fuera de la cumbre, se registró justo en el momento en el que los líderes de las 20 economías más importantes del mundo ingresaban a la sala en la que se desarrolló la reunión plenaria de la primera jornada de la cumbre.
Mientras Putin y el príncipe heredero saudita se saludaban con familiaridad, detrás de ellos, un viejo conocido de ambos, el presidente estadounidense Donald Trump, ingresó a la sala, vio la escena pero siguió caminando inmutable hasta encontrar su lugar en la mesa.
Putin y Mohamed bin Salman llegaron a esta cumbre en un momento crítico para ambos; uno por la escalada naval con Ucrania en el Mar Negro y el otro por el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en el consulado saudita de Estambul.
Pero, además, ambos líderes traen en sus agendas un tema que ha pasado desapercibido para la cumbre del G20 pero que podría determinar el futuro del mercado mundial del petroleo en 2019.
Lo que Putin y Mohamed bin Salman acuerden en su reunión bilateral mañana sábado en Buenos Aires, repercutirá directamente en la reunión que celebrarán los países miembros de la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP) y estados y organizaciones aliadas el jueves próximo en Viena, Austria.
El príncipe heredero está acorralado entre su deseo de reapreciar el barril de crudo en los mercados internacionales y la certeza de que cualquier movimiento en ese sentido desatará la ira del presidente de Estados Unidos.
Desde el primer momento, Trump le ofreció un apoyo total al joven príncipe y su estrategia para expandir su influencia sobre Medio Oriente. Esta alianza incluso se mantuvo inalterable en los últimos meses cuando la monarquía saudita quedó en el ojo de múltiples denuncias internacionales por el asesinato de Khashoggi.
En ese marco, Trump le pidió a Arabia Saudita que mantenga el actual precio del barril e, incluso, reveló que en octubre, en una llamada telefónica, le recriminó al príncipe que el índice de referencia internacional Brent superara los 80 dólares.
La presión efectiva de Estados Unidos sobre Riad para bajar el precio internacional del crudo empezó en 2015, en momentos en que Rusia ganaba espacio en el tablero internacional, tras inclinar la balanza a favor de Bashar al Assad en la guerra en Siria y un año después de anexarse unilateralmente la península ucraniana de Crimea.
Arabia Saudita aceptó esta estrategia de la Casa Blanca, que benefició a los precios internos estadounidenses pero también afectó negativamente a Estados rivales muy dependientes de la producción y exportación de crudo, como Rusia, Venezuela e Irán.
En junio, Arabia Saudita acordó un alza de su producción petrolera para enfriar otra vez los precios y suplir la escasez que derivaría de las sanciones de Estados Unidos a Irán; pero la medida se le volvió en contra cuando las sanciones fueron menos severas de lo esperado y generaron un superávit de producción y un colapso más pronunciado de lo esperado de los precios: 60 dólares el barril.
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la monarquía árabe necesita un barril petroleo por encima de los 73 dólares promedio el año próximo para equilibrar su presupuesto y no tiene demasiado margen de maniobra ya que no cuenta con las reservas suficientes para respaldar el precio que le pide Estados Unidos.
La agencia de noticias Bloomberg adelantó que los delegados de la OPEP están discutiendo en privado la idea de hacer un recorte de la producción encubierto. Argumentarán que los clientes les piden menos barriles.
El ministro de energía saudita, Khalid Al-Falih, ya anticipó que en las próximas semanas el reino bombeará menos que en este mes que termina y pronosticó que en enero habrá otra caída de la producción debido a que los compradores reducen sus pedidos.
A diferencia de su socio saudita, Putin sólo tiene para ganar con una subida de los precios internacionales del crudo y, por eso, desde hace tiempo ha incrementado los contactos directos con la monarquía del Golfo Pérsico.
A la reunión de mañana, se suma una futura visita del mandatario ruso a Riad que anunció hoy el vocero del Kremlin, Dimitri Peskov.