El servicio de Seguridad israelí asegura que el país está blindado contra pirateo y hackeo electoral

"El Shin Bet quiere dejar en claro que el estado de Israel y la comunidad de inteligencia tienen las herramientas y capacidades para identificar, monitorear y frustrar los esfuerzos de influencia extranjera, en caso de que existan", señaló un comunicado del organismo reproducido por el diario israelí Haaretz.
"El aparato de defensa israelí es capaz de garantizar que se celebren elecciones democráticas y libres en Israel", agregó el texto.
Esta poco usual declaración de Shin Bet se produjo tras un informe de televisión que aseguraba que Argaman había advertido recientemente, a una audiencia cerrada, que un país extranjero quería intervenir en los comicios a través de hackers y tecnología cibernética.
Los informes iniciales sobre los comentarios de Argaman se colocaron bajo una orden de mordaza militar que se levantó más tarde, aunque el nombramiento del país en cuestión todavía está prohibido.
Las sospechas cayeron inmediatamente sobre Rusia, que está acusada de intentar influir en las elecciones estadounidenses de 2016 a favor de Donald Trump, la campaña Brexit en el Reino Unido y otras elecciones europeas recientes.
"Exigimos que las fuerzas de seguridad se aseguren de que Putin no robe la elección de su amigo, el dictador Bibi", dijo Tamar Zandberg, jefe del partido de Meretz, refiriéndose al primer ministro Benjamin Netanyahu por su apodo.
Rusia negó de inmediato las acusaciones.
"No hay tal cosa. No es posible. Rusia no ha interferido y no tiene intenciones de interferir en ninguna elección en ningún país del mundo", dijo el vocero del Kremlin Dmitry Peskov.
Israel es una superpotencia cibernética con un organismo gubernamental de defensa cibernética. Por razones de seguridad, aún utiliza papeletas electorales el día de las elecciones en lugar de sistemas digitales, por lo que parece estar mejor preparado para una ofensiva potencial que otros.