Nace el Prosur para reemplazar a la desgastada Unasur

Los ojos de la región estarán puestos desde temprano en el Palacio de la Moneda, sede del encuentro al que asistirán -además del anfitrión chileno y su homólogo colombiano- otros cinco mandatarios sudamericanos: el argentino Mauricio Macri, el brasileño Jair Bolsonaro, el ecuatoriano Lenín Moreno, el peruano Martín Vizcarra y el paraguayo Mario Abdo Benítez.
Al presentar Piñera las bases de la cumbre, dijo que buscará ser "un foro sin ideología ni burocracia, para que todos los países democráticos de América del Sur podamos dialogar, coordinarnos, colaborar y hacer escuchar nuestra voz".
La convocatoria excluyó al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, porque "no cumple con ninguno de los dos requisitos" para integrarse, que son "vigencia plena de la democracia y el estado de derecho y el respeto pleno de las libertades y los derechos humanos", explicó el mandatario chileno.
En su lugar fue invitado el presidente interino designado por el parlamento, Juan Guaidó, quien enviará representantes, entre ellos su esposa, Fabiana Rosales, que llegó el martes y tendrá un tratamiento de "primera dama".
Bolsonaro llegaba hoy a Santiago, donde además de participar en la cumbre realizará el sábado su visita oficial a ese país, la segunda de carácter bilateral de desde que asumió su mandato el 1 de enero.
Su presencia es rechazada por varios sectores políticos y para mañana está prevista una manifestación en repudio a sus posiciones misóginas, racistas y enaltecedoras de violencia.
También estaba previsto que arribaran hoy Duque, Vizcarra y Moreno.
La agenda de Duque en Chile, además del Prosur, incluye la firma de varios acuerdos de cooperación bilateral y darán una declaración conjunta.
Alentada por dos mandatarios de tendencia conservadora y en momentos de un fuerte giro y polarización ideológica en la región, la cumbre del Prosur busca reemplazar la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), impulsada en la década pasada por los entonces presidentes de Brasil, Luiz Inácio "Lula" da Silva, y de Venezuela, Hugo Chávez, y creada formalmente en 2008.
En abril, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay y Perú anunciaron la salida conjunta de Unasur
-medida que fue imitada hace pocos días por Ecuador-, lo que dejó a la organización diezmada y con apenas cinco de sus 12 miembros originales (Uruguay, Guyana, Bolivia, Surinam y Venezuela).
En un contexto regional marcado por la crisis de Venezuela, la convocatoria no estuvo exenta de polémica.
La ausencia más notoria en la cumbre será la de Uruguay, cuyo presidente, Tabaré Vázquez, advirtió que avanzar en la constitución de este foro bajo estas condiciones sería cometer "el mismo error" que con la Unasur, al sostener que se haría "con una finalidad ideológica política".
Vázquez declinó la invitación pero aseguró que su país "estará presente en la reunión, en carácter de 'observador', a través del vicecanciller Ariel Bergamino", quien había dicho que Montevideo "no aceptará ningún espacio de integración regional que implique la exclusión de algún país de América del Sur".
El canciller de Bolivia, Diego Pary, dijo que "es un momento no muy fácil para el tema de los organismos internacionales en la región" porque "hay dificultades" y dijo que "la Unasur está plenamente vigente".
En tanto, 26 políticos y diplomáticos chilenos sostuvieron que "Prosur es una proposición inconsulta, sin trabajo preparatorio, hecha de un día para otro", en un documento titulado "La improvisación en política exterior es mala consejera", divulgado este fin de semana y al que tuvo acceso Télam.