20/04/2024 - Edición Nº2949

La Plata

El debate

¿Banco Municipal o Agencia de Inversión y Desarrollo?

07/10/2019 | Hace unos días, la candidata a intendente de La Plata por el Frente de Todos, Florencia Saintout, concurrió a una reunión con la Federación de Empresarios de La Plata (FELP) y algunos de los concurrentes le trasladaron la propuesta de remontar el Banco Municipal. ¿Es útil o una apuesta más interesante sería crear una Agencia de Inversión y Desarrollo?.


por Fabricio Moschettoni, editor de ImpulsoBaires / Twitter @FMoschettoni



Hasta el 2003 La Plata tenía un Banco Municipal que duró unos 104 años y voló por los aires durante la gestión del ex intendente Julio Alak por pésimos manejos que venían de arrastre y una exagerada politización de la entidad bancaria que arrojó una virtual incobrabilidad de 12.000 “carpetas” de créditos por un monto, en ese momento, de 53 millones de pesos (nótese que en el otorgamiento de los mismos se estaba con valor del dólar modelo convertibilidad o similar).

Repasando las denuncias penales de ese entonces, y los pedidos de informes originados por concejales se pueden encontrar que entre los beneficiarios de esos créditos de dudoso respaldo estaban poderosos sindicalistas, empresarios y allegados a políticos.

De ser una herramienta financiera importante para el desarrollo de la Región Capital pasó a ser una banca de fomento a la política local. Responsabilidad de Alak, del directorio en donde también había un asiento de la UCR, y del Banco Central por dejar hacer.

Para Alak en ese entonces se trataba de una fusión del Banco Municipal con el Banco Provincia, pero para la oposición y gran parte de la ciudad fue el contundente quiebre de la entidad.
Al momento de dejar de operar como tal, el Banco Municipal tenía 15 sucursales y unos 470 empleados, que en gran medida fueron absorbidos por el Banco Provincia en la operación de traspaso.

Cuando el Banco Municipal dejó de ser historia tenia 10 mil clientes, 2400 eran titulares de cuentas corrientes y 7 mil de cajas de ahorro, y tenía un monto de depósitos de 130 millones de pesos con una cartera de préstamos por 108 millones, de los cuales 53 millones eran de dudosa cobrabilidad.

En ese momento, el presidente del BM, Ricardo Sigwald, dijo que “si el BAPRO no absorbía a la entidad, íbamos a ser privatizados”, y agregó que “había muchos intereses que presionaban para que fuéramos privatizados. Pero resistimos, aunque el titular de la entidad no dio detalles sobre cuáles eran los intereses o grupos que presionaron para que se determine la privatización”.

 

La opción crediticia propuesta por comerciantes y empresarios

 

Los comerciantes y empresarios de FELP le pidieron a Saintout por la vuelta del Banco Municipal, y la postulante declaró al programa “Ciudadanos”, que se emite por Somos La Plata, que “si bien no es urgente, está en carpeta”.

En una dirección similar se manifestó el ex concejal y referente del Frente de Todos, José Arteaga en nuestro ciclo “Decisión 96, la política en vivo” por Radio 96.7 de La Plata al decir: “que es necesaria una herramienta de financiamiento nadie lo duda, ese es el punto en común que hay. Ahora, ¿es necesaria que sea municipal o la podemos pensar en términos regionales?, ¿es necesaria exclusivamente pública como lo fue el Banco Municipal o lo podemos plantear desde el punto de visa mixto?, ¿podemos tener de una herramienta como fue el Banco Municipal o debemos saltar a una Agencia de financiamiento y desarrollo?”.

“Es necesario una herramienta, lo estamos discutiendo, pero en términos de agilidad y eficiencia con el sector público y privado”, enfatizó.

 

¿Es la única vía?

 

Si la próxima gestión de la Municipalidad de La Plata tuviese en agenda real remontar el Banco Municipal se encontraría con varios problemas, entre ellos la falta de tiempo para construir una entidad bancaria, pero también la aprobación del Banco Central y factores imprescindibles como para empezar a operar: alto respaldo financiero, un importante capital y la confianza.

En términos prácticos, y suponiendo que exista voluntad política y aprobación completa del BCRA, y además solvencia para el capital inicial, es muy poco probable que rápidamente quienes manejan importantes sumas de dinero que hoy están depositadas en otros entidades, como por ejemplo cajas de profesionales, grandes empresas y hasta sindicatos,  tomen la determinación de transferirlos a una propuesta local, porque, entre otras cosas, se necesita confiabilidad y en el sector financiero eso se logra con muy buenos avales, historia sin grietas y previsibilidad.

A luz de la realidad hoy es prácticamente imposible que el Estado municipal pueda encarar semejante desafío porque no complementa ninguno de lo factores expuestos en el párrafo anterior.

Aunque es obvio que los políticos no lo van a descartar por completo para no espantar posibles votantes, pero podemos estar seguros de que en esta coyuntura económica y en proyección para los próximos tiempos no habrá Banco Municipal.

Pero sí es posible que la próxima gestión municipal, -ya sea Julio Garro o bien Florencia Saintout-, genere una verdadera revolución para alentar al comercio y a la producción local con la creación de una Agencia de Inversión y Desarrollo.

El empresario o comerciante local, entre otras cuestiones, necesita financiamiento, y puede provenir de una canasta con ofertas que el Estado consiga de la banca pública, la cooperativa y la privada nacional o extranjera. No es necesario un banco para brindar ese canal, sino un Estado que pelee líneas crediticias a mejores tasas que las de pizarra.

Esa misma Agencia, además, tendrá que acompañar la conversión de la matriz económica de La Plata, y para eso pensar alternativas en la producción, comercialización y búsqueda de nuevos mercados.

Porque además de tomar dinero para reinvertir, un comercio necesita vender y un industrial ubicar su producción. Esos son eslabones que faltan hoy en la cadena.

Los tiempos actuales son de una globalización que no se detiene, y que hace perder también el valor que antes podía tener una entidad bancaria modesta y con poca capacidad de respuestas. Hoy, la interacción global de los mercados abre múltiples oportunidades para estar atentos, y ese debería ser el desafío del empresariado local y del propio Estado.

En la actualidad, como en gestiones anteriores, la Municipalidad no ofrece una respuesta adecuada a la producción ni al comercio. Quedo tan viejo el reclamo de un Banco propio como los métodos que el propio Estado utiliza para estimula la producción local, por eso es que la crisis se supera con imaginación y decisión de romper los moldes tradicionales.

Una verdadera revolución es cambiar la matriz productiva de La Plata, una ciudad que hace varias décadas dejó de ser administrativa y universitaria y exige a los gritos la búsqueda de un perfil propio y contenedor de sueños.