
por Redacción
Dichas amenazas –que incluyeron pintadas, presencias intimidantes y hasta un video grabado por los propios responsables en el que afirman que continuarán sus interpelaciones en todo acto público que el autor realice- constituyen un riesgo concreto para el ejercicio de la libertad de prensa y expresión. De hecho, obligaron a suspender y postergar una de las presentaciones.
En una carta solidaria enviada al autor, la Fundación El Libro le dice: “En nuestra solidaridad frente a la intimidación concreta y el potencial riesgo por la misma expresamos, además, que ninguna de estas acciones debe ser tolerada ni pasada por alto. La Argentina tiene suficiente memoria de lo vivido en todo su siglo XX, cuando la libertad de expresión fue amenazada y, aún peor, suprimida. No debemos creer que tales cosas no volverán a ocurrir si no estamos dispuestos a asumir una pública defensa de la democracia."