
por Redacción
“La obra no me la finalizan, mandan un albañil, dos o nadie, van dos años y dos meses, 750 días, de la firma”, expresó. Toda esta situación le trajo aparejado un gran estrés y se encuentra medicado ya que regresaron sus ataques de pánico.
“Además de las expensas, tengo que pagar un canon de obra, no me alcanza para también alquilar. Así que me instalé acá, estoy cocinando en el baño, tengo la heladerita en un lugar para estantes en el antebaño, el microondas sobre la mesada del baño, estoy viviendo muy triste, planifiqué mis cosas para que salgan bien, llamé a un estudio de construcción que pensé que eran serios y responsables y son un desastre. No me dan argumento de por qué tardan”, explicó Guido en nota exclusiva a TeleShow.
“Dejé de irme de vacaciones teniendo pasajes gratis para ahorrar plata para un techo, los pasajes free son anuales y los perdía, sin irme a ningún lado salvo por trabajo para tener mi techo, desde los veintipico tengo mi lugar y ahora a los cincuenta y pico, estoy sin techo, desamparado”. El año pasado los primeros meses de cuarentena los pasó en una cabaña en Zárate donde no había mayores comodidades, luego se fue a vivir a lo de una amiga: “Ella tiene hijos y yo estaba ahí metido en los problemas familiares, es incómodo, no por ellos sino porque soy un extraño metido en una familia, no corresponde. Por eso me vine acá y estoy en una habitación y afuera los albañiles”.
Mientras hablaba con Teleshow empezó a filtrarse agua del techo y se inundó la casa, cuando le preguntó a uno de los trabajadores qué estaba ocurriendo, le dijo que no sabía, que él era mozo en realidad. “Yo te puedo traer un café si querés, sobre esto solo me dijeron que pase el pincel así”, fue la respuesta que recibió Guido. “Ahora están agujereando los techos porque se desbordó la canaleta, que no tiene profundidad, estamos con baldes de agua, si llueve mucho entra el agua”.