19/04/2024 - Edición Nº2948

Politica

Contrapoder

El martillazo de Kicillof, la rebelión de las aulas y el Presidente que finge ser

17/04/2021 | La Sociedad Argentina de Pediatría y Unicef, dos entidades de altísima seriedad, han coincidido en que la escuela es un lugar seguro y no un espacio de aumento del peligro sanitario. En otras palabras, las aulas más peligrosas son las aulas vacías. La reflexión va para el Presidente Alberto Fernández, que rodeado de un coro de sanitaristas, cree lo contrario y que "los chicos intercambian barbijos", entre otros disparates.


por Jorge Joury *


Las estadísticas demuestran que apenas el 1,03% del personal de las escuelas y el 0,16% de los estudiantes sufrieron contagios en estos meses, de acuerdo con la información dada a conocer recientemente por el Estado nacional, en su sistema “Cuidar la Escuela”.

¿Por qué hago esta apertura?. Porque a todas luces, no se entiende la decisión del Gobierno nacional, provocando un peligroso clima de malestar social y rebeldía en medio de la pandemia.En la provincia de Buenos Aires, los padres de algunos colegios como el San Felipe y el Cardenal Pironia, se manifestaron con bocinazos, aplausos y entonaron el himno durante el ingreso de los chicos.

En La Plata una escuela ya anunció que no acatará la restricción y mantendrá las clases presenciales desde el lunes. Se trata del colegio Esseri, una institución de enseñanza privada ubicada en el límite entre las localidades de Melchor Romero y City Bell. En un mensaje destinado a las familias, los directivos anunciaron que interpondrán los “instrumentos legales necesarios para hacer valer el derecho de cada niño y niña a su acceso a la educación y el respeto a su integridad como personas, siempre priorizando la responsabilidad en el cuidado de su salud”.

Del mismo modo, otra institución local, el Colegio Patris comunicó a las familias “la continuidad educativa presencial este lunes en forma normal y habitual'' y apuntaron que están trabajando en un recurso de amparo que frene la medida oficial.

Todas las cámaras de colegios privados se manifestaron en contra de la medida dispuesta por Alberto Fernández. Consideran que no está basada en evidencia y reiteran que los contagios fueron muy bajos en el aula.Detrás de la suspensión de las clases presenciales hay un mensaje preocupante.

Para los observadores, lo que se está observando en el plano político, es el triunfo de la posición más dura dentro del oficialismo: la que encarnan el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y los gremios docentes comandados por Roberto Baradel. Cuenta la leyenda, que Alberto Fernández defendía la teoría de aulas abiertas, con mayores recaudos. Esta orden transmitida al gabinete, hizo patinar a los ministros Carla Vizzotti y Nicolás Trotta, quienes quedaron pataleando en el aire cuando el mandatario la cambió abruptamente. Fue tan grave el dislate, que AF tuvo que buscar un aliado en el sindicalista Víctor Santamaría, para convencer al ministro de Educación a que retire su renuncia. Una renuncia que quedó en suspenso, porque provocó heridas profundas en el ministro."La escuela ha dado muestras de ser un espacio seguro”, había afirmado horas antes el ministro de Educación, en una declaración que fue destacada hasta por el portal de la agencia oficial de Noticias Télam.

Para entender este disparate, la historia comenzó el miércoles por la tarde. Todo indica que el Presidente recibió un llamado proveniente del Instituto Patria:" hay que darle la derecha a Axel, que quiere cerrar". La voz era de Cristina, escribiendo un nuevo capítulo sobre quién manda en el gobierno. De todas maneras y a pesar de todo, ni Kicillof ni Baradel ganaron. Lo que hicieron fue desgastar aún más  la figura del jefe del Estado, quien parece estar pagando todos los costos políticos. Hasta tuvo que esforzarse en explicar que la presencia de militares en las calles "fue una decisión que la tomé yo", buscando enmascarar una debilidad de mando absoluta.

Hasta los gobernadores que encarnan al peronismo histórico, se replegaron y le hicieron saber: "hacete cargo del costo político de las medidas". A partir de ahora, el Presidente se ha convertido en su propio fusible, frente a la calle, que cada vez se calienta más mostrando la foto del descontento social, como fueron los cacerolazos y la movilización hacia la residencia presidencial de Olivos.

Este lunes, los padres de los alumnos,  tanto de CABA como de la Provincia, prometen sentadas de protesta en las puertas de los colegios y una marcha hacia el Ministerio de Educación. Influenciado por el kirchnerismo, Alberto Fernández cometió varios errores políticos muy delicados, El primero de ellos fue servirle en bandeja una oportunidad al jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, para que se ponga al frente de una causa muy sensible para demasiada gente, como la defensa de la escuela presencial.

Otra equivocación presidencial, fue insinuar la posibilidad de una militarización de la ciudad de Buenos Aires y el conurbano, al anunciar con bombos y platillos que las fuerzas de seguridad federales garantizarían la prohibición de circular entre las ocho de la noche y las seis de la mañana.

Lo más impactante y de alta sensibilidad, fue la alusión al relajamiento de los centros de salud, por atender otras necesidades quirúrgicas cuando estaban recrudeciendo los contagios por Covid. Aunque volvió sobre sus pasos e intentó aclarar que no quiso ofender a nadie, aquella afirmación provocó enorme malestar y derivó en una ola de posteos de médicos y profesionales de la salud en las redes sociales contra el Presidente. Y luego, la protesta de los trabajadores de la Salud en las calles, pidiendo salarios más dignos, porque la mayoría ganan 40 mil pesos mensuales.

También dejó al descubierto las profundas diferencias dentro del propio gabinete, desautorizando al propio ministro de Educación, Nicolás Trotta, y a la titular de la cartera de Salud, Carla Vizzotti, quienes de distintas maneras se habían pronunciado en favor de mantener las escuelas abiertas.

En este contexto, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, mantuvo una reunión de dos horas con Alberto Fernández, queriendo mantener las escuelas abiertas. Adelantó que le enviará información científica al Presidente para que revea su decisión. “Vamos a trabajar todo el fin de semana para que los chicos estén el lunes en las aulas”, adelantó

El corolario de lo que está pasando, muestra una foto preocupante: un Jefe de Estado virtualmente "pintado", el peronismo histórico en retirada y el kirchnerismo facturando a dos manos para quedarse con todo el poder. Y en este contexto, ronda el fantasma de la desobediencia civil. A esta hora, empezaron a llover los recursos de amparo, en todos los frentes.

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la UNLP.