La madre de todas las batallas en Juntos por el Cambio con Larreta y Macri (¿candidato?) discutiendo liderazgo

Todo convulsionado en Juntos por el Cambio, y se prepara para la prueba de fuego más importante de la formación política como es definir su liderazgo. Como todo conflicto hay dos partes centrales y una serie de palancas que operan en función de los dos luchadores. Es que Horacio Rodríguez Larreta y Mauricio Macri tienen razones de peso para hacer valer su jefatura.

Ayer hubo una reunión entre Larreta y la presidenta del Pro, Patricia Bullrich, en donde apenas acordaron con no hacer explotar públicamente a la coalición opositora, aunque ambos sectores, larretistas y macristas, marchan a confeccionar nóminas que los enfrente en las PASO. El 2023 empezó a jugarse a fondo.

Rodríguez Larreta quiere hacer una apertura de Juntos por el Cambio y para eso mostrar en Ciudad de Buenos Aires a la ex gobernadora de Provincia y ex vicejefa de Ciudad, María Eugenia Vidal, como la carta más fuerte, debido a que su postulación podría ubicar a la boleta amarilla cerca del 60% del electorado, pero a su vez pretende que el actual vicejefe de Gobierno, Diego Santilli, sea el número uno para disputar la elección bonaerense al tener medida a su figura en donde posee la segunda mejor imagen en el AMBA luego de la del propio alcalde. Además esa nómina podría tener como segunda a la líder de la CC, Elisa Carrió, de altísima imagen positiva en el interior provincial.

Pero Macri desde sus oficinas de Olivos pide a gritos que Patricia Bullrich encabece en Ciudad, o su primo, el intendente de Vicente López, Jorge Macri, lo haga en Provincia (en este caso el primo de Mauricio podría ir acompañado de la diputada provincial Carolina Píparo como número dos de la lista nacional). O como mínimo que un distrito esté con lapicera de Larreta y el otro con la de él. Y si todo avanza, el mismo Mauricio está dispuesto a encabezar con su nombre la lista de diputados nacionales.

Macri está dispuesto a jugar cien por ciento por lo que considera casi de su propiedad: el Pro. En se marco dice además que Vidal es una “desagradecida” porque en el tramo entre las PASO del 2019 y las generales no jugó como debiera y que por eso perdió la reelección como presidente, y con la mirada firme les dice a los intendentes que lo atienden: “recuerden que todos llegaron por mi liderazgo”.

Y en el medio justamente están los intendentes del Pro, que piden como sea una lista de unidad o al menos que en sus distritos no tengan que confrontar y puedan adherir a las nóminas nacionales, ya que entra a jugar la gobernabilidad y además en la mayoría de los casos la sucesión en 2023 porque no hay segundas reelecciones en territorio bonaerense.

Este conflicto central es aplaudido por el Frente de Todos quienes están logrando un respiro por la fuerte confrontación que está teniendo la principal fuerza opositora.

Internamente, Larreta y Macri hablan con potenciales aliados. Los dos fueron por José Luis Espert, y el larretismo habría tenido un guiño más contundente por parte del economista para ingresar en una PASO opositora o ser parte de una de las dos formaciones más fuertes. También están en diálogo con el Partido Socialista y el GEN de Margarita Stolbizer, pero ahí solamente la centroizquierda pretende hablar con larretistas y con Vidal (el diputado del socialismo Roy Cortina compartió armado con Larreta en la última elección, y Stolbizer dialoga habitualmente con Vidal), e incluso con algunos intendentes como pasa en La Plata, en donde Julio Garro tiene un “diálogo de amistad” tanto con el concejal “Margarito”, Gastón Crespo, como con el secretario general del socialismo provincial, ex concejal platense Emiliano Fernández.

Pero hay mucho más. En el medio está el ex presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, que es resistido por Macri “hasta el infinito” y también por la líder de la CC, Elisa Carrió, aunque tiene buena línea con el larretismo. De todos modos Monzó está cerca de un armado propio con el intendente de San Isidro y referente radical, Gustavo Posse, y además con el senador nacional Martín Lousteau, pero el problema es quién encabeza una posible nómina. De todos modos pareciera que hay algún puente entre Monzó y Santilli que podría consolidarse.

Y además están los peronistas republicanos que lidera el ex senador Miguel Pichetto, quienes jugarían mayoritariamente con Macri, aunque eso significaría una ruptura del sector en Provincia de Buenos Aires. Y como si fuese poco, el ex ministro de Gobierno de Vidal, Joaquín de la  Torre está dialogando con el ex ministro del Interior, Florencio Randazzo, para sumarse a un armado PJ no kirchnerista: “si es Santilli en Provincia me voy”, dijo en un zoom con vecinalistas bonaerense.

En el medio de toda la ensalada, salió el diputado nacional y jefe del Pro en ese ámbito parlamentario, Cristian Ritondo, con pasacalles de color vede colocados en las inmediaciones de la Legislatura bonaerense, en La Plata.

En ese marco todavía no jugó fuerte su ficha de oro el nuevo presidente de la UCR provincial, Maximiliano Abad, que tiene vía el ex vicegobernador Daniel Salvador una excelente relación con Vidal, con Carrió y con el mismísimo Larreta, pero además articula posiciones con el jefe de la bancada nacional de la UCR, Mario Negri, quien además libra una batalla fuerte en su provincia con Rodrigo de Loredo, del espacio de Oscar Aguad y cercano al ex ministro del Interior y dirigente histórico del radicalismo porteño Enrique “Coti” Nosiglia.

La UCR bonaerense en manos de Abad aún no fijó una posición oficial con respecto a la interna de Juntos por el Cambio, aunque buscarían fortalecer al centenario partido sobre todo porque tienen a varios intendentes para proteger.

Pero en el centenario partido nadie desconoce la presión de Lousteau y de Posse por tener un armado propio en este clima, y en el possismo dicen que “Gustavo ya dejó a una de sus hijas para que siga gobernando el distrito y él quiere encabezar una nómina de diputados nacionales para perfilarse como posible candidato a la gobernación en 2023”. En ese marco hay varios dirigentes afines al intendente de San Isidro que lanzaron postulaciones locales, y en distritos importantes como La Plata ya perfilan nombres para la tira de diputados provinciales como por ejemplo es el caso de Pablo Nicoletti.

En la ciudad de las diagonales mientras tanto el intendente Garro parece alambrarla políticamente y buscar una gran nómina con nuevos socios que se incorporen a los existentes y repetir el 50%, un número que le es familiar porque parece replicarse elección tras elección. Para Garro como para otros intendentes les será muy difícil apartarse de la sangrienta interna por el liderazgo nacional de Juntos por el Cambio, pero saben que en sus distritos todavía tienen mucho para hacer políticamente porque los consolidaron tanto en la gestión como en el armado territorial.

El final está abierto, y esta temporada pochoclera recién empieza.