
por Redacción
El proyecto, que surge del hallazgo de las placas fotográficas, se materializa en la publicación Fungi, editada por Edulp.
En esta publicación convergen las miradas de la archivística, de las ciencias veterinarias y micológicas, y de las prácticas artísticas. “Fungi materializa el trabajo de rastreo, recuperación y selección de un cúmulo de fotografías que, enmohecidas y deterioradas, dieron lugar a nuevas imágenes como consecuencia de la intervención de distinta clase de hongos. Ellas son un retrato en movimiento del tiempo, una imagen vacilante, ya que representan la captura momentánea de una figura que, como todo proceso biológico continúa mutando” reflexionó Angela Tettamanti, fotógrafa y una las autoras de la publicación.
Por otra parte, Darian Witon, artista plástico y autor, remarcó que “las ciencias veterinarias y biológicas fueron anfitrionas de la experimentación y búsqueda en las imágenes sobre las que los fungis se sentaron, literalmente, a comer”.
“Intervenido a partir de un proceso tan básico de cualquier organismo vivo, trastocaron las fotografías y la objetividad de su representación” destacó Witon y afirmó que “donde la ciencia antes halló certezas y registros, hoy encontramos el misterio de lo amorfo, la incomodidad de la no figuración y la picazón de encontrarle un sentido a estos recuerdos fuera de quicio”.
Debido al tiempo que pasó, estos materiales encontrados en la basura no tenían ya relevancia científica. Tampoco era posible darles uso académico, porque los cambios en los contenidos de aprendizaje y en las tecnologías para la enseñanza los hicieron obsoletos. Por eso, la reconfiguración del sentido le da un nuevo valor al pasado con este proyecto interdisciplinario.