
por Redacción
El analista político añadió: "Pese al pedido del jefe de Gabinete Juan Manzur, de que se hicieran presentes en el acto, solo asistieron los ministros más leales a Fernández, es decir un 40% del elenco de colaboradores. Pese a que el evento se realizó en el conurbano, no hubo ningún intendente de la provincia de Buenos Aires y tampoco estuvo el gobernador Axel Kicillof.
El único gobernador que asistió fue el sanjuanino Sergio Uñac. El resto, estuvo ausente. Incluso la movilización, para un acto que buscaba respaldar al Presidente, fue acotada. La Cámpora ni asomó la cabeza. Faltó respaldo político. Esa imagen profundizó la desesperanza que hay hoy en el peronismo.Alberto Fernández no solo tiene la necesidad de recomponer su poder, sino que necesita marcar un rumbo más definido que calme la impaciencia que hay dentro del peronismo sobre el futuro del gobierno nacional y el Frente de Todos. Un sector le pide una tregua con Cristina Kirchner y otro que, definitivamente y sin que le tiemble el pulso, le marque la cancha al kirchnerismo y le saque las principales cajas que maneja.
Si Fernández tiene alguna ilusión de buscar la reelección, tiene por delante la necesidad de concentrar y gestionar el poder que pueda, en el tiempo que le queda. Si no lo hace él, lo hará el kirchnerismo. O si no algún nuevo nombre que aparezca con proyecciones electorales para el 2023. Pero el peronismo necesita una conducción política férrea y la necesita ya porque el Presidente puede caer bajo la figura del pato rengo.
En el Frente de Todos existe la necesidad de empezar a conocer un rumbo de cara al año electoral que se avecina. Saber si es con un acuerdo entre Alberto y Cristina, si ese acuerdo no tiene futuro y se deben empezar a tejer alianzas para forjar una opción que aglutine al peronismo de centro derecha, o si la coalición está destinada a implosionar antes de que se lleven adelante los comicios".