
por Redacción
DOCUMENTO COMPLETO DE LA UNIÓN CÍVICA RADICAL. CONVENCIÓN NACIONAL
"Lo afirmamos con toda claridad: Vamos a trabajar para tener un presidente radical. Vamos a trabajar para dar gobernadores radicales a todas las provincias. Vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para que el próximo Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires sea radical", expresó el documento suscripto hoy por 300 convencionales que eligieron al abogado Gastón Manes como nuevo presidente de su Convención en una lista de unidad.
En el extenso documento de ocho páginas, la Convención radical defendió la idea de "fortalecer la coalición (JxC) para hacerla todavía más amplia" y postuló: "El próximo gobierno tiene que tener una coalición integrada".
"Ahora trabajamos por la unidad para ganar y para gobernar. Y ello es inseparable de la voluntad de compromiso que requiere el respeto de las reglas que regulan la coalición y la subordinación de las pasiones y las ambiciones al logro del objetivo común: sacar a este país de la espiral de la decadencia", señalaron en el texto los convencionales.
"Nos enorgullecen los avances que están haciendo los mendocinos, los correntinos y los jujeños. Con los gobiernos radicales esas provincias potenciaron sus sectores productivos, mejoraron la educación, impulsaron las energías alternativas, trajeron inversiones, se proyectan al mundo", destacó el documento.
En uno de los puntos orientados al plano internacional, los convencionales abonaron la idea de que la Argentina logre una "inserción inteligente en el mundo" y multiplique "acuerdos comerciales y políticos en todos los continentes", además de "fortalecer el Mercosur" y "profundizar la integración latinoamericana".
"Argentina debe condenar sin ambivalencias las dictaduras, las pseudo democracias, los gobiernos que reprimen la libertad y violan los derechos humanos", plantearon los radicales y reafirmaron su "total condena a la invasión de Rusia a Ucrania".
Un tramo del texto está dedicado a plantear críticas al "kirchnerismo" y le adjudicó "la escasez de valores e ideales claros" y "la debilidad de una visión de para qué se quiere gobernar".