
por Redacción
Desde su relanzamiento en 2020, el programa asistió a 270 proyectos en 14 provincias por $ 6.290 millones en aportes y $ 600 millones en bonificación de tasa, lo que impulsó inversiones por $ 18.250 millones.
El 15 de julio es la fecha tope para inscribirse en el Programa, según dispuso la Secretaría de Industria en la disposición 20/2022 publicada hoy en el Boletín Oficial.
El Programa promueve inversiones en empresas proveedoras de bienes y servicios industriales, con el fin de generar capacidades locales en sectores estratégicos que incrementen la competitividad y tecnología, que permitan sustituir importaciones y alcanzar mercados externos en bienes y servicios de alto valor agregado.
Esta convocatoria permitirá a las empresas de los sectores de salud; alimentos; minería; hidrocarburos; transporte ferroviario y naval; tecnología verde; defensa y seguridad e Industria 4.0, solicitar Aportes No Reembolsables (ANR) de hasta $ 150 millones.
La convocatoria anterior -marzo pasado- se otorgaban entre $ 60 millones a $ 100 millones.
Los proyectos a presentar deberán ser “de base científica y tecnológica”, y en ese marco, las empresas deberán emitir un “informe de antecedentes” no vinculante con datos generales de la empresa y el proyecto; antecedentes de los desarrollos científicos y tecnológicos vinculados al proyecto y la empresa y financiamiento recibido por instituciones científicas y tecnológicas.
El programa, a su vez, otorgará hasta $ 10 millones en bonificación de tasas en créditos destinados a la compra de bienes de capital, tecnología, software, moldes y matrices, y certificación de productos y procesos industriales.
Además, los proyectos elegidos podrán contar también con la asistencia técnica a través de la oferta de servicios del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), para mejorar la capacidad y calidad de sus procesos productivos.
Entre los gastos alcanzados por el financiamiento a tasa subsidiada se encuentra la adquisición de bienes de capital, construcción y modificaciones edilicias; certificaciones, homologaciones y ensayos; inversiones en tecnologías 4.0 como inteligencia industrial y robótica; y capital de trabajo.