
por Jorge Joury *
¿Estaba cuidada Cristina a la altura de su investidura? Es la pregunta que debe interpelar a los responsables de su seguridad por estas horas.No se explica como el agresor logró quedar a pocos centímetros y en posición de tiro, sin que nadie hubiera hecho de escudo.La cara de pánico de Cristina es una prueba de que estuvo cara a cara con la muerte. La ausencia de anillos de seguridad, como los que cuentan los principales mandatarios a nivel mundial, merece una seria reflexión.
Lo que se vio a través de los videos, fue solo un cordón de efectivos de la Policía Federal, de civil, que en lugar de vigilar el entorno para buscar algún eventual peligro, se dedicaban a mirar a la vicepresidente, sólo para contener a los manifestantes.
Tampoco, los policías tuvieron los suficientes reflejos después del ataque, para encapsular a la vicepresidenta de manera rápida, mediante un pasillo de escape y ponerla a resguardo en el automóvil, ante otro eventual atacante de apoyo, de lo cual hay muchos antecedentes en estos casos.
Más aún, después que se supo que en los últimos días se sumaron unos veinte efectivos para reforzar la seguridad de la vicepresidenta, con lo cual serían un centenar de policías afectados al operativo de custodia.
La responsabilidad de la seguridad de Cristina Kirchner está a cargo de la División Custodia Vicepresidencial, que depende del jefe de la Policía Federal, cuyo jefe político es el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández. Precisamente fue este funcionario quien asignó veinte efectivos de la Policía Federal para reforzar la custodia de Cristina Kirchner en los últimos cuatro días.
Si bien dicha división tiene un comisario a cargo, era el comisario inspector Diego Carbone, retirado de la Policía Federal, quien supervisaba todos los movimientos de la vicepresidenta y de sus custodios. Desde el Congreso debería plantearse de manera enérgica, una investigación para esclarecer las responsabilidades de un ataque que puso al descubierto las falencias y falta de responsabilidad de la jefatura de Agencia Federal de Inteligencia (AFI), a cargo de Agustín Rossi, que no realizaron relevamientos a través de redes sociales sobre los eventuales peligros y amenazas de potenciales agresores como Fernando Andrés Sabag Montiel, el ciudadano de nacionalidad brasileña, de 35 años que apuntó su arma contra Cristina su arma.
Hoy se sabe que este sujeto tenía una importante actividad en redes sociales y contaba con un antecedente por portación de arma blanca del 17 de marzo de 2021, cuando fue sorprendido en un automóvil sin patentes y se le secuestró un cuchillo con una hoja de 35 centímetros. Es hora de que episodios de esta magnitud, sean esclarecidos debidamente, para que no queden dudas, como ocurrió con la muerte del fiscal Nisman y los atentados a la embajada de Israel y la AMIA.
En el terreno político, las postales que se vienen observando en los últimos tiempos, dejan entrever una posible candidatura presidencial de CFK para el 2023. Algunos dicen que en el suspendido acto de mañana en Merlo, iba a ser el comienzo del operativo clamor de Cristina presidenta.
Ella es consciente que no tiene herederos. Ni su hijo tiene chapa, ni Axel Kicillof y Wado de Pedro tampoco. Y en cuanto a Massa, su futuro pende de un hilo, si logra llegar con aguas tranquilas en la economía. Cristina tiene muy en claro, que para el kirchnerismo podría ser un fin de ciclo si gana otro partido.
En el peronismo sienten que toda la movida política alrededor de su figura, soldó muchas grietas internas, aunque las diferencias permanezcan. Nadie tiene en claro cuánto tiempo va a durar ese fervor y ese ánimo, pero por las dudas todos acompañan porque por el momento no se ve otra ruta.
Ahora tendrán trabajo los encuestadores, para medir cómo repercute este episodio en las preferencias ciudadanas.
Para descartar la foto de un septiembre tenso, hay que empezar a desactivar palabras irresponsables.Tanto desde las veredas del oficialismo, como de la oposición, sería responsable empezar apagar los incendios. Hay que dejar actuar a la justicia, por la salud de la República.
*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la Universidad Nacional de La Plata. El 22 de noviembre de 2017, el Concejo Deliberante de La Plata lo declaró "personalidad destacada en el periodismo".