24/04/2024 - Edición Nº2953

Politica

Contrapoder

No tan Juntos y Milei comiendo del mismo plato

05/11/2022 | Aunque parezca mentira, la mediocridad del gobierno le está haciendo mal Juntos por el Cambio. Con matices, hay una arriesgada lectura que comparten tanto en el PRO, como en la UCR y la CC. La debilidad del oficialismo y las pocas chances electorales del kirchnerismo para el 2023 agravan la interna opositora, en la que todos creen que la vuelta al poder se encuentra a un paso y le disputan el liderazgo a Mauricio Macri. Esto genera una implosión, es decir, una pelea interna estéril que deja heridos en el camino.


por Jorge Joury *


"Que se maten entre ellos", dice Javier Milei que se regodea y sube en las encuestas, mientras Elisa Carrió disparó: "parecen chicas de cabaret". En este contexto, en el convulsionado FdT también se frotan las manos porque este batifondo le sube las acciones.

Preocupado por la escalada de tensión interna,  Mauricio Macri intervino en el enfrentamiento en el PRO y convocó de urgencia para el martes próximo a la mesa chica del partido para intentar una tregua entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich que evite la profundización del conflicto. El desayuno, que reemplazará los clásicos almuerzos del PRO, suspendidos hace dos meses, tendrá lugar en las oficinas del ex presidente en la localidad de Olivos, en Vicente López.

A la reunión, asistirán, además de Larreta y Bullrich, María Eugenia Vidal, Cristian Ritondo, Humberto Schiavoni, Diego Santilli y Federico Pinedo, entre otros.

La interpretación política es que en Juntos por el Cambio apareció por primera vez la discusión pública sobre el alcance del liderazgo de Mauricio Macri. Por televisión, Horacio Rodríguez Larreta no le reconoció al ex presidente su condición de líder del PRO, mientras que Patricia Bullrich, mandó a decir que a ella “nadie la va a disciplinar”.

Lo que se comenta es que hay resistencia en la tropa de Bullrich a asistir a la convocatoria. Recuerdan que Macri también agitó la interna cuando salió a vincular a Hipólito Yrigoyen con el origen del populismo en la Argentina o arremetió contra el discurso “progre” de los radicales. El mensaje que emerge desde el campamento de los “halcones” tiene un contenido desafiante para el ex presidente: “A mí nadie me ordena”.

En el entorno de Larreta, en cambio, confirman que la idea de Macri es reunir a la cúpula partidaria para un desayuno -solían almorzar cada quince días en el restaurante Happening hasta que en agosto estalló el conflicto por la actuación de la Policía de la Ciudad en la casa de Cristina Kirchner en Recoleta-, no obstante advierten que la convocatoria aún no está cerrada. 

Lejos de la gente, lo que se está observando, es que los políticos van detrás de la zanahoria sin aportar soluciones o un plan que despierte esperanzas.La sociedad está disgustada con la dirigencia en general. Hay un rechazo muy profundo a los dirigentes, mucha frustración y de esa ecuación el que más saca tajada es el libertario Javier Milei, que sube en la intención de voto.

La gente percibe a los políticos como un estrato privilegiado y en circunstancias económicas críticas resulta deplorable para la democracia este marco de golpes bajos y poco aporte de ideas.“El Gobierno sabe que no tiene chances.

Para lo que viene, si seguimos así, el adversario está adentro, no afuera”, disparó un referente radical de la mesa chica opositora.

Por estas horas, Juntos por el Cambio se parece a un conventillo, donde todos hacen sonar las cacerolas sin medir los daños colaterales que se autoinflingen. Es un todos contra todos. La última chispa que provocó una hoguera, fue cuando Patricia Bullrich amenazó al jefe de gabinete porteño Felipe Miguel, señalando que si vuelve a decir que ella es funcional al kirchnerismo: "La próxima te rompo la cara". 

Elisa Carrió, sin que nadie la llamara, apareció en escena y afirmó que Bullrich "no sabe parar y tiene formas masculinas" de pelear. Luego agregó que ella está pensando en ser candidata el año próximo si no se no arma "una lista honesta". 

La guardia imperial de Bullrich siempre trata de hipócritas a los larretistas. Dicen que son "siempre muy amables en sus discursos, mientras por debajo de la mesa te están pateando". Por eso, ella le respondió al jefe de gobierno porteño: "Que no me mande a sus soldaditos". 

Patricia históricamente viene demostrando que no tiene filtro. Por ejemplo, hace más de 20 años exteriorizó su temperamento en otro duro combate con el camionero Hugo Moyano. Basta con recordar aquella discusión del año 2001 protagonizada por ambos en televisión. Allí, Bullrich acusó a Moyano de tener “arreglos” con la dictadura militar, de quedarse con la plata de los afiliados al sindicato y de realizar paros cuando le convenía políticamente. 

Pero allí no para la cosa.En otro sector del ring, apareció Horacio Rodríguez Larreta que se peleó con Jorge Macri, su ministro de Gobierno, porque se sumó al equipo de Bullrich, su contrincante en la pelea por la candidatura presidencial. Las controversias se suceden sin solución de continuidad y pareciera que JxC está más cerca de una implosión que del presagio que emitió  Mauricio Macri: "el año que viene se acaba el populismo".

Si bien no hay una ruptura formal, el conglomerado opositor quedó fracturado internamente después de que en el homenaje del sábado pasado a Raúl Alfonsín, el gobernador jujeño Gerardo Morales disparó a la cabeza de Macri, al señalar que " liderar no es creer que se tiene el mejor equipo de gobierno de los últimos 50 años, cuando después se fracasa"

La fragmentación es transversal e impacta tanto en el Pro como en el radicalismo. La división cada vez más pronunciada entre el ala dura de derecha, con Macri, Patricia Bullrich, Alfredo Cornejo o Miguel Ángel Pichetto, y el sector moderado, en el que orbitan Larreta, Elisa Carrió, Gerardo Morales o Martín Lousteau. Incluso Facundo Manes -pese a sus internas con los radicales y el Pro-, alteran su mecanismo de funcionamiento.

La falta de articulación en de la coalición opositora se vio también con nitidez en el debate por el Presupuesto. Es que la mesa nacional no solo no se reúne hace más de dos meses, sino que ya ni siquiera logra consensuar un comunicado. Así, reconocen en el seno de la fuerza, será difícil unificar posturas en torno a un programa económico o un relato para reconquistar una mayoría social en la campaña del año próximo.

En pleno conventillo, Mario Negri insistió en que Juntos por el Cambio debe “ordenar sus prioridades” y discutir un plan de gobierno de cara a 2023. “En enero ya asomaban las peleas entre los principales dirigentes de Juntos por el Cambio y sentía que debíamos parar con esa dinámica. Lamentablemente no se ha podido”, deslizó. En paralelo, Morales y Cornejo -quien hizo gestiones para aplacar los ánimos- se cruzaban por el acto del sábado en Costa Salguero. “Cornejo tiene que tranquilizarse”, dijo el jujeño.

En la UCR atribuyen su enfrentamiento con el PRO a la figura de Mauricio Macri. Aseguran que la relación y el diálogo es bueno con Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta. De hecho, Gerardo Morales, presidente del partido, prepara una actividad con la titular del PRO en la provincia de Buenos Aires para los próximos días.

En la rama nacional del radicalismo, que lidera el gobernador Gerardo Morales, reconocen que es cada vez más difícil coordinar agenda discursiva o política (incluido el Congreso) con el PRO. “Lo que está pasando en el PRO nos incomoda a todos. ¿Con quién hablamos, con quién nos ponemos de acuerdo, con Macri, Larreta o Bullrich? Nunca fueron un partido político de estructura, de resolución de internas, y eso se agrava sin liderazgo claro”, disparan las primeras espadas del presidente de la UCR nacional.

Crédito Twitter del cineasta @Santiago_Oria 

Alguien tiene que parar la pelota, porque la sensación  de zozobra en JXC provoca fugas hacia la nueva derecha con los libertarios de Javier Milei. Se ve en las encuestas, con el ascenso de la imagen positiva del libertario. Un reciente sondeo de Giacobbe Opinión Pública confirmó el crecimiento Milei, en medio de la profunda grieta entre las mayores fuerzas políticas del país JxC y FdT. Con (33,6%) el libertario continúa siendo el segundo candidato no oficialista con mejor imagen positiva. Solo lo supera Patricia Bullrich con (39,8%). 

Los dirigentes de Juntos por el Cambio están equivocando el camino. Creen que la polarización con el kirchnerismo y el hostigamiento a Cristina les disimula sus propios errores. Amagar con romperse la cara a trompadas, lo que está haciendo es romper el código de convivencia que enarbolaron como una bandera diferente en tiempos de grieta y aleja a los votantes.

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la Universidad Nacional de La Plata. El 22 de noviembre de 2017, el Concejo Deliberante de La Plata lo declaró "personalidad destacada en el periodismo".