11/05/2025 - Edición Nº3335

Politica

Contrapoder

Arrancó el plan K para demoler a Alberto

07/11/2022 | La que vimos el último viernes en el acto de la UOM en Pilar, no es una nueva Cristina, sino recargada. A dos meses del atentado que sufrió, vuelve a jugar al misterio y deja en suspenso si será o no candidata. Lo que queda claro, es que se puso el traje de protagonista en la campaña y su armado tendrá eje en la provincia de Buenos Aires, donde acumula un 30% de intención de voto. Hay quienes sostienen que probablemente encabece la lista de candidatos a senadores porque necesita fueros.


por Jorge Joury *


Después de haber sido dos veces presidenta, no está tan claro que ella quiera esta vez poner el cuerpo para perder, según pronostican las encuestas. Sobre todo por su lugar en la historia, en la que suele colgarse la medalla por el récord de haber logrado el 54% de votos en 2011, luego de la muerte de Néstor Kirchner.

Sin embargo, la decisión de trabajar para impedir la candidatura de Alberto Fernández en 2023, ahora entró en su fase decisiva, y se canalizará a través de una suerte de operativo desgaste, que correrá por las vías discursivas y por las negociaciones, tras bambalinas, con el resto de los actores del Frente de Todos. Lo que dejó de manifiesto Cristina, es su peso para definir la movida 2023. Lo primero que hizo fue ella misma y a través de su hijo, poner en marcha el operativo para esmerilar al Presidente y sacarlo definitivamente de la pelea por la reelección. También en un tiro por elevación habló de recuperar la alegría, pero se olvidó de decir que el que borró la sonrisa fue el gobierno que ella misma eligió. Su público se lo perdona, porque su relación con el núcleo duro es un sentimiento, mientras que con Kirchner era transaccional.

No obstante, la vicepresidenta sigue sin hacerse cargo del fracaso económico y la única solución que propuso es que se de un bono para mejorar a fin de año el bolsillo de los trabajadores.

El fin de semana en el congreso del PJ en Mar del Plata, Máximo agregó más munición gruesa contra Alberto. “No puede pasar otra vez, en un frente como el nuestro, amplio, que aquellos que se valen de construcciones colectivas, una vez que esa construcción colectiva lo lleva a un lugar tan importante, inicien una aventura personal. Para aventureros está el turismo. La política es responsabilidad. Para eso se va a esos lugares. No para poner cara de víctima y yo no fui. Tristes están las personas que no llegan a fin de mes”, dijo.Lo notable es que luego de disparar esa frase sobre el final del discurso, apenas terminó se acercaron a felicitarlo varios intendentes y ministros y ex ministros de Alberto Fernández, con los que compartía el escenario, como Jorge Ferraresi, Gabriel Katopodis, Héctor Menéndez y Fernando Espinoza. Como se ve, las traiciones están a la orden del día.

Alberto Fernández no se amilanó y no tardó en replicar los conceptos de Máximo Kirchner: “Cuando un compañero critica a otro compañero deja de ser peronista. El Frente de Todos no es de tres o cuatro dirigentes”, afirmó el Presidente en una entrevista radial. Lo que vamos a ver a partir de ahora es a la coalición oficialista en pie de guerra. En este contexto, la pregunta es cómo harán para lograr la unidad y disputar la gran batalla del 2023.

Cristina en su discurso, también se ocupó de Massa y le asignó al ministro de Economía un trabajo destacado para contener la crisis, aunque sin ir a fondo en términos del modelo que le adjudica a sus propias gestiones. “Massa está haciendo un gran esfuerzo administrando las consecuencias de lo que pasó”, dijo. No entró en detalles sobre responsabilidades, luego de tres años de gobierno, con la larga y esmerilada experiencia de Martín Guzmán y el breve y caótico paso de Silvina Batakis.

A la militancia la hace entusiasmar para reforzar el trabajo de campaña. Una señal de ello es que no pidió callar los cánticos que pedían “Cristina presidenta” y, a diferencia de otras veces, dejó abierta esa puerta. “Voy a hacer lo que tenga que hacer”, cerró su discurso, con tono épico, poniendo su figura como opción para 2023.

¿Qué significa "ese hacer lo que tenga que hacer"? Sólo ella lo sabe en concreto. O ni siquiera. Se trata de un escenario en construcción. Pero los trazos gruesos se empiezan a vislumbrar: influir en la alquimia electoral. Cualquiera de las dos opciones tiene una consecuencia indirecta: correr a Alberto Fernández del mapa.

Pero su capital político está en la Provincia, donde tiene mayor su fortaleza electoral en los sectores más pobres. En el conurbano, todas las semanas se avanza con pintadas que van cambiando los slogans pero siempre hacen referencia a CFK. Empezaron por los barrios más humildes, donde se desarrolla la militancia territorial y el accionar de los punteros, base de organización del peronismo bonaerense. Lo que vimos en el acto en Pilar fue la campana de largada de una larga carrera que tendrá su primera posta en junio, mes en el que se presentan las listas ante la Justicia electoral. Ahí se sabrá finalmente quiénes competirán en las primarias de agosto y, luego, las generales de octubre.La vice teje un sistema de alianzas que le sirven para sostener poder aún en su momento de mayor debilidad. Las encuestas arrojan su peor nivel de intención de voto, con altísimo rechazo, pero sigue siendo la dirigente mejor posicionada del peronismo. 

El jueves 17 del corriente mes será el segundo acto del “plan CFK 2023″. Eligió para celebrar el Día de la Militancia el Estado Único de La Plata, con capacidad para 50 mil personas. Esa fecha del calendario peronista recuerda el regreso a la Argentina de Juan Domingo Perón en 1972, tras 17 años de exilio en España. A Cristina le gustan los simbolismos. Todavía no está el lema del encuentro, pero los más audaces en la organización deslizan que deberían jugar con el regreso de Perón y el regreso de Cristina. Quizá no sea lo más afortunado, no le fue bien al General en su tercera presidencia.

Las alusiones a Macri fueron el condimento de algunos tramos de su último discurso, no muchos. Alcanzaron para descalificar aquella gestión y para apuntar a “empresarios ligados al macrismo” por el ataque sufrido hace dos meses. Fue también parte de la carga reservada para la Justicia. CFK dijo que no cree en que el atentado sea realmente investigado y lo ligó a las causas judiciales que enfrenta. “Me quieren de acusada y no de víctima”, dijo.

Otros temas, como las referencias ácidas sobre las causas que enfrenta, tampoco merecieron muchos minutos. Las referencias al “partido judicial” podrían ocupar más espacio en el acto del 17 de noviembre, para recordar el primer regreso de Perón. El kirchnerismo ya trabaja para concentrar sus fuerzas el Día de la Militancia, en La Plata. Será más cerca de las definiciones de la Justicia en la causa Vialidad.

Ese es el otro renglón destacado en la lista de preocupaciones que abriga la vicepresidenta. Y también impacta en las especulaciones sobre el armado electoral de 2023.
Con la ambigüedad que la caracteriza,  Cristina mantiene el poder en su puño hasta el último instante. Eso provocará la atención de todo el arco político que está expectante por su definición y sus movimientos. En definitiva, tanto en el oficialismo como en la oposición tienen en claro que lo que haga CFK impactará de lleno en el escenario electoral del 2023. Ella lo sabe y lo manipula con el pulso y el profesionalismo de una jugadora política de élite.

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la Universidad Nacional de La Plata. El 22 de noviembre de 2017, el Concejo Deliberante de La Plata lo declaró "personalidad destacada en el periodismo".