18/04/2024 - Edición Nº2947

Politica

Contrapoder

Cristina activa en La Plata la bomba de tiempo

12/11/2022 | Todo indica que el 17, durante el acto por el Día del Militante y en una jugada de laboratorio, Cristina le empezará a poner fin a una de sus creaciones que más ha decepcionado. Ese día habrá bajada de línea a la tropa para obligar a Alberto Fernández a tirar la toalla y definitivamente bajarlo del ring de la reelección. Los métodos de erosión serán sutiles, como una bomba de tiempo que estallará en el momento justo. Pero simultáneamente habrá mecanismos de relojería para evitar que el Presidente abandone el poder y después ella tenga que hacerse cargo del gobierno y ponerse el traje de un fracaso que si bien originó, pero del que hoy no se hace cargo.


por Jorge Joury *


Alberto sigue en rebeldía y retrasó su regreso al país. No estará aquí el día que ella hable. Además la desafía y se niega a incorporar una suma fija a los salarios. Otra de las cuestiones que CFK seguramente abordará es la de sus causas, señalando que "el partido judicial la quiere presa". 

Cristina es hoy una mujer derrotada. Perdió cinco elecciones en 13 años (2009, 2013, 2015, 2017 y 2021). No es ni más ni menos que la jefa de un peronismo que jamás había perdonado la derrota. Pero conserva su capacidad de daño, porque no hay nadie en su espacio que le haga sombra. Habrá que ver esta vez hasta donde llega y si se le perdona volver a equivocarse con otro candidato. En las últimas horas se supo que su idea de eliminar las PASO naufragó legislativamente, tal vez definitivamente. Además, la Corte Suprema le asestó un golpe intelectualmente fuerte y políticamente devastador cuando anuló un decreto parlamentario, que lleva su firma, por el que ella desconoció la representación de la oposición en el Consejo de la Magistratura. 

Mientras tanto, Alberto Fernández se abrazó a los preceptos del manual de autoayuda de presidentes en crisis e inició un largo viaje al exterior. Primero París, después Bali, donde se realizará la cumbre del G20. Disfrutará de la travesía. Lejos del bullying del kirchnerismo.

No obstante, el operativo de desgaste contra Alberto está en marcha y  lo van a llevar adelante Máximo y las espadas más filosas de La Cámpora, como Andrés "El Cuervo Larroque", el maestro de ceremonias K. En este contexto, hay que decir que Alberto Fernández y Máximo, se odian. Ahora que la guerra está declarada, habrá que ver de qué manera el Presidente se blinda para aguantar el intenso petardismo del fuego amigo. El vínculo entre ellos no tiene retorno desde el verano. "Lo que viene puede ser muy dañino para las perspectivas electorales FdT. Cuando la gente observa estas peleas vota a la oposición", alertó otro informante desde la vereda de los intendentes.

Alberto ahora ha decidido entrar en una etapa de rebelión contra la estrategia electoral de Cristina. Empezó a desobedecer y parece dispuesto a usar la escasa capacidad de daño que le queda. Tiene bajo poder de fuego, al carecer de las principales cajas como YPF, Anses y Pami que están en poder de los alfiles K. El objetivo de la vice es que el jefe de Estado tire la toalla y anuncie cuanto antes públicamente su renuncia a un nuevo mandato. Por eso le enviará a su guardia pretoriana  a cascotear a los débiles jugadores que le quedan en la Casa Rosada para dejarlo solo. Y el encargado de ese operativo será Máximo.

Crédito Presidencia de la Nación Argentina

Algunos aseguran que el 17 de noviembre en el Día del Militante, cuyo acto se celebrará en el Estadio Único de La Plata, será la fecha clave. Cristina que será la única oradora ante sus huestes,  seguramente abrirá definitivamente las puertas del infierno para Alberto Fernández. Como una laboratorista de élite, le pondrá fin a su más pálida alquimia.

En lo político, es muy probable que Cristina reviva para la Provincia el sello de Unidad Ciudadana. De hecho, la imagen que invita al acto de este 17, que aseguran que tendrá un marco de unas 50 mil personas. Rememora aquella iniciativa electoral cuando la vicepresidenta caminaba entre la multitud en el Estadio Juan Domingo Perón, de Racing Club de Avellaneda, en el acto de cierre de campaña de Unidad Ciudadana en 2017, cuando compitió por una banca de senadora nacional por la provincia de Buenos Aires, donde territorialmente sigue teniendo peso propio.

Mientras tanto, si hacemos una lectura retrospectiva, la ruptura entre el Presidente y el jefe de La Cámpora viene de vieja data. Fue por la salida del diputado de la jefatura del bloque y sus insistentes críticas a la gestión de gobierno y a los colaboradores más cercanos al Presidente.

Desde ese momento, no se hablan. La última foto juntos en un acto público es de mediados de diciembre pasado, en San Vicente, en la asunción del hijo de la ex Presidenta como jefe del PJ bonaerense. La relación, para entonces, ya estaba deshilachada.

Los memoriosos cuentan que cuando Máximo renunció al bloque, primero se lo adelantó al Presidente, en una charla tensa que tuvo lugar en Olivos y que el jefe de La Cámpora se encargó de que trascendiera con una frase que le dijo al propio Fernández en la cara: que él no había estado de acuerdo en 2019 con que se haya postulado como el candidato del Frente de Todos. "Cristina tomó una decisión que a mi entender fue equivocada", volvió a señalar la semana pasada.
Hace rato que no hay dirigentes de La Cámpora por fuera del Gabinete que tengan relación con Fernández. Queda solo el ministro Eduardo "Wado" de Pedro, o funcionarias como Luana Volnovich y Fernanda Raverta, que interactúan por temas de la gestión pero que vigilan esas cajas para el cristinismo. De Pedro suele tener algo más de diálogo por su decisión de ampliar los vínculos incluso en el círculo rojo. Pero Andrés Larroque, por ejemplo, habla con colaboradores como Julio Vitobello, Juan Manuel Olmos o Gabriela Cerruti cuando las papas queman.

Hasta antes del 2019, Kirchner y Fernández sí tenían buen vínculo, en el marco de la construcción de la candidatura presidencial definida por la ex Presidenta.

Para Máximo Kirchner, el desafío es especial. Con la popularidad en buena parte oxidada junto a la de su madre, tiene que marchar hacia un escenario futuro incierto. Ya no es un secreto que su agrupación no goza del visto bueno del peronismo. Dicen, por caso, que una de las conversaciones con Fernández que más disgusto le causó al diputado fue aquella en la que el Presidente le sugirió reformular La Cámpora porque todas las encuestas le ponían el pulgar abajo a la organización.

En la cúpula de "la orga", como se la llama internamente, los debates son muy picantes. Se comenta que los pases de factura están a la orden del día entre los jefes, que dejaron de ser aquellos jóvenes idealistas y que en su mayoría hoy peinan canas.

Uno de los más mediáticos e incisivos como "El Cuervo" Larroque, renunció al cargo de secretario general de la organización. La vuelta de Facundo Tignanelli, muy cercano a Máximo Kirchner, a las primeras líneas terminó por enfurecer al ministro bonaerense. Lo que representa hoy La Cámpora es una discusión interna que desvela a unos cuantos.Alberto conoce y tomó nota de ese debate puertas adentro de la agrupación. Sabe que su proyecto de reelección provoca escozor en el camporismo y en la propia Cristina Kirchner. Y está dispuesto a dar la pelea desde la debilidad del poder porque no quiere quedar atrapado en la figura del "pato rengo".

Por eso contestó en una entrevista: "Cuando un compañero critica a otro deja de ser peronista". Cuando el periodista remarcó que la frase se convertía automáticamente en una respuesta directa a Máximo Kirchner, que en la tarde del sábado lo había criticado en durísimos términos, sin que hiciera falta mencionarlo, el Presidente se hizo el desentendido: "Es un hombre respetable, yo lo respeto mucho pero llamó a la reflexión, no está entre nosotros la adversidad". No obstante, a su entorno Alberto le dice que "Máximo es la nada misma. No entiende nada". En ese ecosistema de venganzas creen que el jefe de Estado está obstinado en las primarias no solo para sacarle la lapicera a la vicepresidenta, sino también para influir en el proceso de selección de candidatos. Algunos especulan con un renunciamiento a favor de Massa. Pero los albertistas aseguran que si su jefe finalmente no juega quiere mantener el misterio hasta después del verano y luego podría respaldar a su propio candidato: Daniel Scioli.

En Balcarce 50 las escasas espadas albertistas creen que el embajador en Brasil puede ser el candidato más competitivo del Frente de Todos contra los eventuales postulantes que impulse la vicepresidenta. Consideran que podría generar entusiasmo entre los gobernadores y sindicalistas del peronismo. Mientras tanto, en el Instituto Patria se prepara otra jugada de ajedrez con Massa, siempre y cuando la economía no se desmadre.

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la Universidad Nacional de La Plata. El 22 de noviembre de 2017, el Concejo Deliberante de La Plata lo declaró "personalidad destacada en el periodismo".