29/03/2024 - Edición Nº2927

Politica

Contrapoder

Intendentes le piden $ 100 mil millones a Kicillof y quieren un candidato propio para la Gobernación

14/11/2022 | Por estas horas, hay mar de fondo político en la Provincia. Poderosos intendentes peronistas del conurbano le reclamaron al gobernador Axel Kicillof la suma de $100 mil millones para mejorar salarios en sus distritos y poner en marcha obras que les reporten rédito electoral. El dato más urticante, es que la mayoría de ellos se oponen a la reelección de Kicillof .Quieren sentar a uno de ellos en el sillón de Dardo Rocha a partir del 2023. Todo esto acontece, cuando se sabe que la geografía bonaerense es la elegida por Cristina para a partir del 2023 si el kirchnerismo sufre un revés, instalar allí un bastión opositor.


por Jorge Joury *


Los poderosos alcaldes peronistas del GBA que tienen brillo propio ganando elecciones, pretenden "que los vecinos noten rápidamente las mejoras", antes de la primaria de agosto, si efectivamente se realizan. En la Casa Rosada dan por hecho que saldrá y que Economía lo instrumentará en breve. Acaban de ampliar un reclamo presupuestario de temporada, y lo expusieron también sin intermediarios ante el presidente y el ministro de Economía. Están solicitando este dinero para implementar algún bono de fin de año o para ponerse a tono con el proceso de discusión de salarios en continuado. Es un pedido con un implícito objetivo político fuerte. No quieren que los fondos sean administrados exclusivamente según el criterio del gobernador Kicillof. Parece que el mandatario no reparte adecuadamente, pese a haber recibido sumas históricas que exceden ampliamente la coparticipación. “Axel no larga la plata y entonces todos venimos a pedirle al presidente”, fue la sentencia en voz alta de un alcalde que estuvo presente en la Casa Rosada.

El gobernador todavía debe 10 mil millones a los 135 municipios por la sanción del presupuesto de este año. Pedirán 10 veces más por el próximo, previo pago de esa deuda. Federico Otermín anticipó que habrá un intenso debate. El titular de la Cámara de Diputados responde a Insaurralde.

Estratégicamente, y fieles a un estilo negociador que nunca se diluye, los caciques del conurbano mantienen el statu quo bonaerense sin despeinarse. Se muestran cerca de Kicillof y, sobre todo, de Máximo Kirchner, hijo de la mujer que respalda el mandato del gobernador en suelo bonaerense.

Es que la orden de Cristina para preservar el territorio donde más cosecha votos es que a Kicillof, que es el dirigente que mejor mide, no le falten recursos, sobre todo para cuando se ponga en marcha el año próximo el "Plan Platita 2" en el conurbano.

Algunos municipios ya avanzaron con el pago de una suma fija en forma de bono agregando también un mensaje político. Por ejemplo, la intendenta de Quilmes,  la ultra K Mayra Mendoza,  garantizó el pago de un extra de $50 mil pesos a fin de año para los municipales, una recomposición al mes de diciembre, que llega a un incremento acumulado del 94,5% y una caja navideña a municipales. Durante los anuncios también anticipó que irá por la reelección.En las próximas semanas más comunas del conurbano se sumarán al pago de un bono de fin de año.

En lo que tiene que ver con el presupuesto de la provincia de Buenos Aires para el año próximo, los intendentes también intervienen en esa negociación. En un doble rol entre negociador del Ejecutivo y portavoz de los líderes territoriales, el Jefe de Gabinete bonaerense Martín Insaurralde, tiene actividad de alta demanda por estos días. Es el encargado de negociar la ley de leyes con la oposición en nombre de Axel Kicillof y a la vez el responsable de garantizar a los intendentes que habrá fondos.

El pedido allí parte de los jefes comunales de Juntos que ya blanquearon que quieren 82 mil millones en concepto del Fondo de Infraestructura Municipal y del Fondo de Seguridad -50 mil millones para obras y 32 mil para gastos en seguridad- para avanzar con la negociación de una iniciativa que proyecta gastos totales por $6.9 billones de pesos. En silencio público, sus pares del oficialismo se suman a la demanda.

A lo que apuntan los alcaldes es evitar que la distribución de los aportes quede a cargo de La Plata  y se lleve el rédito político solo  Kicillof . La relación entre el gobernador y los intendentes ha sido conflictiva desde la primera hora, cuando no recibieron los cargos prometidos en el gabinete. Como se sabe, el gobernador quedó dañado por la derrota electoral del año pasado y debió ceder espacios. Cristina virtualmente le intervino el gabinete y la mayor expresión fue la incorporación de Martín Insaurralde, el poderoso intendente de Lomas de Zamora, al frente del equipo de colaboradores.Los intendentes pasan la gorra porque tienen en claro que las transferencias de recursos nacionales a la provincia están en niveles récord. Esas cuentas incluyen coparticipación federal y fondos discrecionales, que maneja después la gobernación. En ese tablero, la oposición, básicamente Juntos por el Cambio, juega sus fichas legislativas. Los intendentes peronistas tratan de explotar todos sus recursos.

La interna peronista bonaerense transita con cautela. Todos tienen en claro que Kicillof ya está trabajando para su reelección. Pero todos miran a Cristina, la dueña de poco más del 25% de los votos que recoge en los nichos más pobres que se le mantienen fieles. Se verá finalmente cómo juega CFK y el PJ bonaerense con Máximo a la cabeza.  Por lo pronto los intendentes prometen hacerse notar este jueves 17 de noviembre en el acto por el Día de la Militancia en el estadio único de La Plata, donde Cristina será la única oradora. Prometen meter más de 50 mil personas y hacer valer su peso territorial.Todos saben que ellos son los que inclinan la cancha en el juego de la interna pero lo hacen a través de sus apariciones y no de las palabras. Están todos presentes en los actos más importantes de Cristina Kirchner, pero no así en los de Alberto Fernández. Tienen en claro adonde está la base de su poder y hasta donde tienen margen para jugar en el medio de una interna que ya lleva un año y que se va devorando al Frente de Todos.

No obstante, en el kirchnerismo son conscientes de las limitaciones para garantizar una victoria. Ya no alcanza con la unidad. Quedó demostrado en las legislativas de 2021. El malhumor social producto de los resultados económicos se mantiene en niveles alarmantes para el Gobierno. La inflación volvería a marcar un repunte en octubre para posicionarse otra vez en torno al 7%, consolidando la expectativa de un IPC de 3 dígitos para fin de año.

En el acto de este jueves en La Plata hay olor a lanzamiento. Pero convengamos que se avecina para Cristina Kirchner el peor fin de año de su carrera política. La estrategia de la proscripción, aquella con la que intentó imitar al Perón victorioso de 1973, está llegando a su fin con el estigma del fracaso. En los últimos días de este mes, o a lo sumo en la primera semana  de diciembre, la Vicepresidenta deberá enfrentar una condena que se especula con que sean 6 o 7 años de prisión por hechos de corrupción en la causa Vialidad. 

En este contexto, el camino hacia la denominada "madre de todas las batallas", se muestra sinuoso para el oficialismo que sufre de manera constante el bullying demoledor del desprestigio que deja residualmente la interna feroz y el impacto de la inflación. Otra vez, el  voto bolsillo vuelve a estar en el centro de las miradas.

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la Universidad Nacional de La Plata. El 22 de noviembre de 2017, el Concejo Deliberante de La Plata lo declaró "personalidad destacada en el periodismo".