25/04/2024 - Edición Nº2954

La Plata

Contrapoder

Intendentes peronistas del conurbano hicieron una "vaquita" para que Massa sea presidenciable

06/12/2022 | El rumor ya está instalado y empezó a sonar con fuerza después de una reunión de alto voltaje político en la gobernación. Frente al escenario de confrontación interna que vive la oposición y la dispersión del voto que se observa en el escenario electoral por la presencia de Javier Milei, un grupo de intendentes peronistas hicieron su apuesta por Sergio Massa y Axel Kicillof.


por Jorge Joury


Aportaron dinero para respaldar al ministro de Economía en su vía crucis por juntar fondos frescos. Lo consideran un eventual candidato presidencial y de paso posicionan al gobernador para un nuevo período a partir del 2023.
 La excusa fue el apoyo al plan de precios justos. A criterio de los alcaldes, Kicillof es el candidato que mejor mide en la Provincia, ante la diversidad de candidatos que exhibe la oposición. 

Sergio Massa muestra siempre buena cintura, olfato y oportunismo. Con la certeza que la mayoría de los intendentes tienen millonarios plazos fijos, especialmente el de La Matanza, fue a pasar la gorra. Convenció a los jefes comunales armando licitaciones para que deshagan sus posiciones en plazos fijos y compren títulos del tesoro. Así, logró rascar en el fondo de la olla unos $10.000 millones. En pocos días vencen títulos por 1 billón de pesos. Es decir, un millón de millones. Los $10.000 que juntaron representa el 1% de ese vencimiento, pero ayudan a que el ministro pedalee y otros se sumen en la cruzada.

Los que dieron la primera puntada para armar la vaquita, fueron Martín Insaurralde y Ariel Sujarchuk de Escobar. El lord mayor de Lomas de Zamora y actual jefe de gabinete de Kicillof encabeza la Liga de jefes comunales. Estos jefes del GBA apuestan todo para que Massa sea candidato presidencial. Pero para eso, la condición es que el ministro debe bajar la inflación antes de las elecciones para mejorar el humor social.

La lista de aportantes de Massa incluyó también a Mariano Cascallares de Almirante Brown, Juan Andreotti de San Fernando, Patricio Mussi de Berazategui, Andrés Watson de Florencio Varela y Blanca Cantero de Presidente Perón. Además se sumaron intendentes de otras ciudades del interior como Mercedes, Rosario y algunas localidades de Córdoba. El que más aportó fue Fernando Espinoza, el  cuestionado caudillo de La Matanza.

Mientras tanto, Massa sigue poniendo ladrillos para encarrilar la economía. Estos hombres, baqueanos en ganar elecciones, están dispuestos a ponerle todas las fichas porque creen que no hay otro candidato que los represente.

“Creemos en un país que apuesta al trabajo y la producción y que crece con inclusión y justicia social. Acompañamos la enorme tarea de @SergioMassa para brindar sostenibilidad a la deuda pública y orden macroeconómico”, expresó, el siempre cauteloso hombre de Ituzaingó, Alberto Descalzo.

Otro jefe de la poderosa Tercera Sección Electoral reflexionó que "si Sergio más o menos endereza el barco, tenemos posibilidades de ganar. De la otra vereda, todavía no ofrecieron nada consistente y la gente no come vidrio."

Massa acaba de lograr otra perla. Con elogios a la gestión económica, el Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció  un nuevo acuerdo técnico con el Gobierno para completar la tercera revisión del programa argentino y liberar el próximo giro por unos 6000 millones de dólares antes de que termine el año, un desembolso vital para sostener las reservas y alejar la amenaza siempre latente de un salto brusco en el dólar que le ponga más presión a la inflación.

Massa empezó a sumar experiencia cuando tomó el comando del ANSeS. Como intendente de Tigre se manejó con muy buena cintura. Después como jefe de Gabinete de Cristina Kirchner y candidato a Presidente, ganó más peso político y buena proyección en el exterior. En todos los frentes de gestión se maneja como pez en el agua y sostiene una relación privilegiada con los factores de poder, ya sea políticos, sindicalistas y, particularmente el empresariado, que a pesar de la crisis y los cepos le siguen poniendo el oído con atención.

En su entorno lo elogian porque Massa muestra una capacidad de trabajo inigualable, un pragmatismo extremo y una reconocida creatividad destinados a correr siempre los límites de lo posible o lo permitido.

Esa hiperactividad que le valió el aval de Cristina Kirchner para pilotear la economía en plena turbulencia inflacionaria, es elogiada también en el establishment como un activo valioso en medio del tembladeral.

Operativamente su manual se traduce en concesiones parciales, medidas provisionales, soluciones a medias, discrecionalidades varias, promesas, presiones y cumplimiento en cuotas de lo acordado. Su idea es seguir estirando todo lo que se pueda, tratando de encontrar el camino que lo posicione siempre un escalón más arriba, pero sin perder el norte. Sabía que con el Palacio de Hacienda agarraba una papa caliente, pero como presidente de la Cámara de Diputados estaba condenado al ostracismo.

“Sergio siempre saca un conejo en la galera para ganar tiempo. A los dirigentes argentinos los maneja como un guante. Habla el mismo idioma. Sabe leer sus necesidades, qué le pueden dar, qué debe concederles y dónde y con qué los puede presionar para que cumplan. Su objetivo es que la situación no se desmadre y para ello siempre teje buenos vínculos. Si el quincho de su casa de Tigre hablara, entenderíamos es uno de los escenarios donde se han forjado estrechisimas relaciones, se han revelado mutuas intimidades y se han gestado compromisos mutuos entre el anfitrión y muchas de las personas más poderosas del país, sin distinción de ideologías, pertenencias políticas, proyectos individuales o amistades", reveló una de sus espadas.

En ese contexto resuena fuerte por estos días la definición que Néstor Kirchner le habría dedicado al ahora ministro en 2008: “Vos sos como yo, pero más hijo de puta”, que el propio descripto disfrutaba de contar, según reveló el periodista Diego Genoud en su libro “Massa. La biografía no autorizada”.

El autor desarrolla además, los estrechos y antiguos lazos del ministro con buena parte de los empresarios nacionales más poderosos que operan, por lo general, en mercados regulados. Entre ellos se destacan especialmente banqueros, como el fallecido Jorge Brito, petroleros, como la familia Bulgheroni, o los multifacéticos José Luis Manzano y Daniel Vila. A todos los cuales se los identifica como antiguos mecenas de la carrera político-electoral de Massa.

Tales relaciones dieron verosimilitud y convirtieron en leyenda un vaticinio también atribuido a Kirchner, complementario de la definición antes citada, que allegados a Massa no admiten ni desmienten: “Vos vas a llegar, porque tenés ambición, amigos con plata y sos un hdp”.

Massa es un animal político con una idea fija: Quiere ser presidente, cueste lo que cueste. Se preparó para ello y hará todo lo posible para llegar al sillón de Rivadavia. Su límite para volver al peronismo era Cristina y sin embargo, se tragó todos los sapos, cambió de camiseta y terminó aliándose con ella. Recuerdo que un día en una playa de Pinamar cuando le pregunté por qué no volvía al peronismo, me contestó que su límite era Cristina. Y sin embargo, se alió con ella en una coalición que nunca funcionó y está atada con una tela de cebolla.

Fue a Estados Unidos, donde construyó vínculos sólidos con organismos económicos. Fue el dirigente con mayor intención de voto y también, el de primera línea con peor imagen. Un combo extraño de expectativa y desilusión. En 2013, se convirtió en la primera fuerza electoral de la Argentina, con su promesa de detener la reelección de Cristina. O dos años después, orientando a un 20% del electorado a apostar por el cambio en el Ballotage y lo volvió a hacer en 2019, en un cierre en el que se convirtió en la última estrella del Dream Team de la Unidad.
En su derrotero fue intendente de Tigre, manejó el Anses, fue líder de la oposición, garante de la unidad oficialista, jefe de gabinete y titular de la Cámara de Diputados. 

Llega a la política desde el riñón de la Ucede. Paseó sus orígenes en la versión liberal de los años 90, pero mantiene su genética peronista. A través de su gestualidad logra mimetizarse para que lo percibamos cercano. Massa es como Menem y como Kirchner. Tiene su propio marketing y sabe convertirse en centro de todas las miradas cuando las papas queman. Para el tigrense, la acumulación de poder y la centralidad en el manejo político son elementos doctrinarios que no se negocian. Massa siempre te avisa que trabaja para vos y termina construyendo para él. Veremos si su próxima movida también va en esa dirección.


*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la Universidad Nacional de La Plata. El 22 de noviembre de 2017, el Concejo Deliberante de La Plata lo declaró "personalidad destacada en el periodismo".