24/04/2024 - Edición Nº2953

Politica

Contrapoder

Tambores de guerra entre Kicillof e Insaurralde

24/12/2022 | Una nube negra se ha posado sobre el horizonte electoral de Axel Kicillof. Por el momento deberá prescindir de los 220 mil millones de pesos que recibía, lo cual lo obliga a paralizar proyectos. Fue por la decisión de la Corte Suprema, que le dio la razón a la Ciudad de Buenos Aires en el reclamo por el recorte de la Coparticipación.“Este fallo es una verdadera inmundicia, es partidario, destinado a favorecer a una minúscula parte de la Argentina en detrimento del país federal”, sentenció el mandatario bonaerense. Y por otro lado, también hay olor a pólvora en la geografía del peronismo bonaerense. Los alcaldes, frente a la renuncia de Cristina a cualquier candidatura, plantean un nuevo escenario. Quieren sentar a uno de ellos en el sillón de Dardo Rocha.


por Jorge Joury *


Los generales del GBA por estas horas se dividen entre la reelección de Kicillof a la gobernación o la candidatura de Martín Insaurralde, el poderoso caudillo de Lomas de Zamora. Por su experiencia y cintura política, Insaurralde le insufló a la gestión desde la jefatura de gabinete un músculo más fuerte. Maneja y controla a los jefes territoriales, algo de lo que carecía Kicillof, quien a pedido de su jefa tuvo que ceder después de perder la elección de medio término, ministerios clave para ellos. No obstante, el actual gobernador es el que mejor mide en las encuestas.

Los tambores de guerra empezaron a sonar, ya que un grupo de jefes comunales de la Primera y la Tercera sección, izaron la bandera para que uno de ellos, en este caso Insaurralde, encabece la boleta en 2023. Convengamos que Kicillof también tiene respaldo propio. Pero Insaurralde avanza a paso firme y armó un acto sorpresa en San Vicente. La señal fue fuerte, porque asistieron dos pesos pesados,como  Máximo Kirchner y Wado de Pedro. De todas maneras hay coincidencia general que quien definirá la pulseada, será el dedo de Cristina.

El acto de Insaurralde en la histórica quinta de San Vicente, contó con la presencia de algunos intendentes y legisladores de la Primera y Tercera sección electoral. Allí hubo un fuerte respaldo de Cristina Kirchner. “Hoy están en juego muchas más cosas que una simple elección. A Cristina, que es nuestra mayor líder, no solo la quisieron matar, sino que la quieren proscribir”, describió el Jefe de Gabinete bonaerense.

Fue un acto del que también participó el presidente de la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires, Federico Otermín; la senadora Juliana Di Tullio; el ministro de Hábitat de la Nación, Santiago Maggiotti; el ministro de Infraestructura bonaerense, Leonardo Nardini; la ministra de Gobierno Cristina Álvarez Rodríguez; la titular de Ambiente, Daniela Vilar; el vicejefe de Gabinete, Juan Pablo de Jesús; el administrador de Vialidad Nacional, Gustavo Arrieta; el administrador de Vialidad Provincial, Hernán Yzurieta y los intendentes Nicolás Mantegazza (San Vicente); Gastón Granados (Ezeiza); Mayra Mendoza (Quilmes); Marisa Fassi (Cañuelas); Karina Menéndez (Merlo); Lucas Ghi (Morón); Carlos Ramil (Escobar); Juan Fabiani (Brown) y los legisladores provinciales, Mariano Cascallares, Adrián Santarelli y Emmanuel González Santalla.

De todas maneras y más allá de la rosca que se avecina, hay coincidencia generalizada que cualquier intención de discutir candidaturas deberá pasar por el filtro de Cristina  a quien ven como la gran armadora de lo que será el peronismo y sobre todo en la provincia de Buenos Aires. Y Cristina ya ha mostrado que su palabra en la vida política de la provincia con mayor importancia electoral pesa, y mucho. De ello recientemente lo puso en primer plano el intendente ultra K de Ensenada, Mario Secco, cuando disparó que: "sin Cristina en la boleta, estamos al horno".

Otro referente bonaerense, que peina canas ganando elecciones, reconoció que "la mayoría de los nuestros quieren sentar a un intendente en el sillón de Dardo Rocha en el 2023. Son los que están más cerca de los vecinos, los contienen y a la hora de recoger los votos son los que suman más. Uno de los que más arrastra voluntades es Insaurralde, tiene experiencia en la gestión diaria y celeridad en la resolución de las demandas", aclaró.

Un fuerte puntero de la Tercera sección electoral, reconoce que ya pasados tres años del gobierno de Kicillof, la relación entre el mandatario provincial y el grupo de intendentes sigue siendo compleja. Esto también impacta en la Legislatura bonaerense y en la escasa interacción con los bloques del Frente de Todos.

Los intendentes aseguran que Kicillof se lava las manos en temas de seguridad, que es lo que más preocupa a los vecinos y deja todas las decisiones en manos de Sergio Berni . Otra cuestión que les inquieta es que Kicillof “ es reticente a destinar más recursos de la montaña de dinero que recibía de parte del gobierno nacional”.  La misma fuente aclaró  que: “Cuando sea el momento decisivo vamos a dar nuestra opinión. Entendemos que debe ser Martín Insaurralde el elegido. Pero es también una decisión de él, si acepta el desafío. Aunque la lapicera que define será la de Cristina”. 

La medida de la Corte a favor del gobierno porteño, al que le corta el chorro es al gobernador Kicillof, que ahora deberá decidir entre aumentar el déficit o anular algunas obras que tenía previstas, además de los recursos que le reclaman los intendentes. También le pone freno al "Plan Platita 2", que pensaban reeditar desde la gobernación en los meses previos a la elección. Hay 220 mil millones de pesos en danza, una montaña de dinero que ya no vendrá a las arcas bonaerenses y ahora el futuro económico se presenta es incierto".

Lo que hay que decir es que la posición de este grupo de intendentes que buscan un cambio, no cuenta con el beneplácito de la mayoría de los caciques. Es que así cómo hay un sector que intenta instalar a Insaurralde, también desde el otro rincón del ring  hay quienes insisten en la candidatura de Kicillof para ir por la reelección. "Es el que mejor mide y en la oposición no hay quien le haga sombra", sostienen.

En esta grilla se anotan  los ultra K, como el jefe comunal de Ensenada, Mario Secco; el de Pehuajó, Pablo Zurro, de Villa Gesell, Gustavo Barrera, y el veterano intendente de Berazategui, Juan José Mussi. “El gobierno de Kicillof ha sido muy positivo para nuestra provincia de Buenos Aires. Y me gustaría que continúe siendo Gobernador en los próximos años”, argumentó Mussi. En el interior bonaerense, el plan Kicillof 2023 también camina, como lo dejó marcado por ejemplo el intendente de Salto, Ricardo Alessandro.

En lo que tiene que ver con el peso de CFK sobre el futuro del Frente de Todos en la provincia de Buenos Aires, donde ella tiene una intención de voto del 28%,  los intendentes  mantienen fresco en la memoria el recuerdo de la intervención de la vicepresidenta sobre el gabinete provincial tras la derrota en las elecciones legislativas del 2021. Eso derivó en el arribo de los jefes comunales de la Primera y Tercera sección electoral al gabinete bonaerense con, casualmente, Insaurralde como jefe de ministros y el intendente de Malvinas Argentinas, Leonardo Nardini, al frente del ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos.

También le repartieron espacios para el Frente Renovador de Sergio Massa, como ocurrió con la creación del ministerio de Transporte y la designación de Jorge D’Onofrio en ese lugar. En cuanto a La Cámpora se le abrió el camino con la creación del ministerio de Ambiente, donde fue nombrada la hasta entonces diputada nacional Daniela Vilar, también de Lomas de Zamora. La movida tuvo como corolario la cesión de lugares clave en el gobierno que Kicillof mantenía para funcionarios de su entorno y confianza. Esos jugadores fieles, sin embargo, tuvieron que mudarse a otras áreas. El ejemplo más palpable fue el de Carlos Bianco en la jefatura de asesores (hasta ese entonces jefe de gabinete) y Agustín Simone que fue nombrado ministro de Hábitat, en una escisión del ministerio de Infraestructura que comandaba.

Kicillof, en una entrevista al diario La Capital, mandó una señal entre líneas. Dijo que estaba “comprometido” con el proyecto de la provincia. El mandatario no lo admite públicamente, pero la dirigencia que lo rodea ya tracciona el plan “Axel 2023″. Lo acreditan las pintadas en La Plata y en el conurbano. También existe un rumbo en la gestión, como el plan 6x6 con obras a inaugurarse en el período 2023-2027 que dan a entender que el deseo del ex ministro de Economía durante la presidencia de CFK es quedarse cuatro años más trabajando y viviendo en la capital bonaerense.

Desdoblar las elecciones es también una respuesta a quienes pretenden convertirlo en candidato presidencial, para su disgusto, no porque lo adoren. Él sabe muy bien que la mayoría de quienes lo fogonea, sobre todo desde la propia cantera del territorio bonaerense, lo hacen simplemente para sacarlo de allí. Es que sus intendentes también quieren reponer una tradición de los noventa, que los gobierne un primus inter pares, uno que salga de sus filas y no más un porteño trasplantado.

A criterio de los observadores, a Kicillof le quedan tres cartas en la manga. Una interna contra Insaurralde en la Provincia si le dan la boleta.Otra eventual contra Sergio Massa por la presidencia de la Nación, algo que no lo deja dormir, o aceptar el dedazo de CFK para ir como senador. Al gobernador el nuevo tablero electoral le ha complicado la vida y ahora sin plata fresca de la Nación, le ata las manos. Habrá que ver ahora si el peronismo en riña puede reproducirse, como decía Perón.

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la Universidad Nacional de La Plata. El 22 de noviembre de 2017, el Concejo Deliberante de La Plata lo declaró "personalidad destacada en el periodismo".