
por *Mg. Gabriela Anchordoqui
Existe una relación directa entre las lesiones del sistema estomatognático y el deporte. Un tercio de las lesiones bucales se asocian a la práctica deportiva. Existe sobrada evidencia en la literatura la cual demuestra que el uso de protectores bucales reduce significativamente la probabilidad de sufrir daños tanto en los tejidos duros como en los tejidos blandos de la cavidad bucal.
El riesgo de cada lesión dependerá del tipo de deporte que se realice, aquellos que por su naturaleza implican un contacto físico, aumenta la probabilidad de sufrir un daño dental o craneocervical. Por otro lado también dependerá de las características de cada deportista.
Es por esto que se torna imprescindible la implementación de medidas preventivas como es el uso del protector bucal, para poder así reducir la frecuencia y severidad de los traumatismos.
Si bien existen tres tipos de protectores bucales, son los que realiza de manera personalizada el odontólogo los que cumplen con las propiedades mínimas que exige la FDI:
A. Que ofrezcan una buena absorción y dispersión de las fuerzas de impacto
B. Se adapten cómodamente al paladar con respecto a los tejidos blandos
C. Ocupen espacios desdentados
D. Proporcionen cobertura oclusal completa a fin de evitar el movimiento indeseado de las
piezas dentarias
E. Ser lo más fino posible y al mismo tiempo que garanticen la máxima eficacia con relación al
deporte practicado
F. Ser cómodos, inodoros, no tengan gusto a nada y biocompatibles
G. Tener buena retención
H. No interferir con la fonación y la respiración
Desde la S.O.L.P. trabajamos para lograr un compromiso con la salud desde la promoción y prevención.
*Mg. Gabriela Anchordoqui
Departamento de Promoción y Prevención de la Salud
Sociedad Odontológica de La Plata