19/06/2025 - Edición Nº3374

Politica

Contrapoder

Los miedos de Cristina y la venganza de Alberto

07/03/2023 | Cristina Kirchner hoy está llena de dudas. El miedo a una conspiración interna la perturba. ¿Jugar o no jugar? es otro de sus dilemas. Los números no le dan y ya no se siente la mujer poderosa que encandilaba a sus seguidores. Es difícil volver cuando ella misma dijo: "mi nombre no va a estar en ninguna boleta". En el escenario electoral, olfatea que se viene la noche. El fracaso económico del gobierno es grande, un muerto difícil de levantar.


por Jorge Joury


Y en el plano afectivo, hay quienes aseguran que está deprimida y se siente acorralada por la justicia. La persigue sólo la obsesión de huir del largo brazo de los tribunales y esta semana es crucial para su futuro. La pone loca, la sombra de Alberto, su propia creación, el hombre que le talló a fuego el rótulo del peor de los gobiernos desde el advenimiento de la democracia. Le reconoce a su entorno, que fueron tres años de gestión tirados a la basura, pero sospecha de que se está urdiendo alguna traición.

El Presidente es tonto, pero no come vidrio y devuelve "gentilezas". En esa dirección, otro dato para destacar es que la interna se puso en llamas cuando el sitio El Destape publicó supuestos dichos de Alberto Fernández -negadas por la Casa Rosada- sobre cómo planea “terminar con veinte años de kirchnerismo”.

Según la publicación, el Presidente reafirmaba su intención de participar de las PASO, algo ya conocido y dicho, pero iba un paso más allá. “Vamos a unas PASO, por ejemplo, con Jorge Coqui Capitanich. Si él le gana al Presidente, sale tan fortalecido que es un gran candidato para llegar a la presidencia. Si yo le gano, como Coqui será el candidato de Cristina, seré el que termine con 20 años de kirchnerismo y puedo ganar las elecciones”, habría dicho el Presidente en relación a eventuales internas mano a mano con el gobernador de Chaco.

Fernández además dejaba abierta la posibilidad de que el embajador en Brasil, Daniel Scioli pudiera ocupar su lugar como candidato a Presidente, lo mismo que “otro candidato del espacio”. También reflexionaba: “El Frente mide 32 puntos, Cristina tiene el 45 por ciento de eso, yo una cuarta parte. Pero ella no va a ser candidata, sin Cristina en la cancha el que mejor mido soy yo”, habría dicho el jefe de Estado.

Todo tiene que ver con todo. El peronismo  ya no ve a Cristina como una política implacable y con liderazgo. Todos se le animan. Ya no es considerada la mujer que ponía a todos los patitos en fila. Pero la necesitan en la boleta, principalmente en la provincia de Buenos Aires. No obstante, por lo bajo, no creen que pueda definir las condiciones del futuro del kirchnerismo o cambiar su rumbo. Aquel barniz cautivante que la caracterizaba, en gran parte se ha esfumado. Hoy se la ve una política cada vez más débil, impotente de influir decisivamente en el Gobierno. Y hasta la envuelve el temor de volver a ser víctima de otro atentado contra su vida.

El riesgo que advierten los consultores es que en una elección general y, eventualmente, en un balotaje, CFK no es competitiva. Tiene un piso y un techo de un 25% y perdería contra cualquier candidato de la oposición. Con esos datos en la mano, muchos dirigentes especulan sobre el accionar de la Vicepresidenta y sus necesidades para conservar el poder territorial de la fuerza que lidera. Sobre todo en la provincia de Buenos Aires, donde piensa en construir su fortificación.

Cristina ha ratificado que no será candidata en cualquier posición y eso ya ha trascendido casi como un hecho casi irreversible en su círculo íntimo. También dejó trascender que  no iría al acto del 11 organizado por  Andrés “el cuervo” Larroque y los sectores más duros del kirchnerismo bajo el lema “Luche y Vuelve”.

Esta vez se pondrá a prueba el poder de fuego de La Cámpora para movilizar gente. Si el operativo clamor no alcanza la magnitud que espera Cristina, será otro paso atrás en su sueño de que ocurra con ella otro 17 de octubre como lo fue con Perón.

Además, otra de sus pesadillas es el temor de una conspiración en su contra y hasta le aterra ir al Senado porque ni allí se siente segura. En el Instituto Patria comentan que se encuentra decepcionada con gran parte del peronismo. Tiene que ver con que la mayoría no movió un dedo para defenderla de los embates de la Justicia y siente que la dejaron sola después del atentado con una casi nula movilización. Esta sería la gota que rebalsó el vaso y la enojó hasta con los más leales.

Hay que poner atención, porque esta semana Cristina volverá a tener centralidad plena. Este jueves el Tribunal Oral Federal 2, que la condenó en la causa Vialidad, hará públicos sus argumentos. A partir de allí la defensa podrá apelar y el fallo pasará a ser revisado por la Cámara Federal de Casación Penal. Empezará a transcurrir una nueva y larga instancia del proceso legal, que de ninguna manera es una proscripción. Ella podrá ser candidata, hasta que la sentencia quede firme después de la etapa apelativa.

El viernes CFK viajará a Viedma para recibir un doctorado honoris causa en la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN). Aún se están ultimando los detalles pero será el momento en que CFK vuelva a sentarse frente a un micrófono y el Frente de Todos escuche con atención si brinda alguna señal que despierte expectativas sobre su posible candidatura.

En tanto, el sábado el kirchnerismo duro está organizando un acto en Avellaneda bajo la consigna “Luche y vuelve”, la misma que utilizó el peronismo en tiempos donde el general Juan Domingo Perón había sido proscripto, lo que generó su decisión de que Héctor Cámpora compita en los comicios y sea su delegado en el poder. El plenario militante pedirá también por “Cristina 2023″.

Por estas horas muchos se preguntan: Si no es Cristina, ¿Quién puede ser el ancho de espadas del oficialismo? Ahora las miradas apuntan a Axel Kicillof que se resiste a ir a una derrota segura. El gobernador se siente cómodo en su función, quiere reelegir y las encuestas lo favorecen. Pero a nivel nacional el riesgo de una derrota es grande. Por el lado de Sergio Massa, la candidatura del ministro parece haber descarrilado porque la inflación le está pasando la cuenta. En lo que respecta a Wado de Pedro, es una candidatura testimonial sin chapa en las encuestas. No obstante, faltan también Scioli, Manzur, Grabois y Capitanich que se anotan para ocupar el sillón de Rivadavia.

La campaña electoral está en marcha y paradójicamente aún no hay candidatos definidos. Lo que abunda son demasiados postulantes en cada una de las coaliciones.
Por el lado de Alberto Fernández, se mantiene firme en su cuestionado intento reeleccionista para no caer bajo la figura del pato rengo. La idea es llegar al 10 de diciembre y desafía que aparezca alguien mejor que él. Un candidato o candidata que consiga el milagro de superar los 45 puntos y ganar en primera vuelta.

Habrá que ver también qué pasa con Macri y si decide salir a la cancha.  Mayo es el mes clave, porque en junio vence el plazo para presentar listas. La decisión del ex presidente depende de cuanto midan en ese momento en intención de voto Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta. Si ninguno de los dos mueve el amperímetro, el ingeniero tiene ganas de subir al ring. Eso obligaría a Cristina a rever su decisión y disputar con él el gran clásico de la política, escenario que la mayoría de los analistas por ahora no ven.
Juntos por el Cambio hoy es un signo de interrogación con una gran variedad de candidatos: Larreta, Bullrich, Manes, Morales. 

Larreta ahora saldrá a sembrar en las provincias para buscar apoyos que le devuelvan su antiguo esplendor . La idea es sacarle alguna cabeza de ventaja a Bullrich. Como Patricia, el jefe de Gobierno porteño quiere consolidar su alianza con los radicales, pero tiene un grave problema: Gerardo Morales también tiene apetencias presidenciales.

Otra de las incógnitas es Facundo Manes, quien ya abandonó la idea de ir por fuera, como lo estaban tentando algunos peronistas por su condición de outsider. Y el  tercer dilema que tiene Larreta es que no puede alentar la candidatura de Martín Lousteau en la Ciudad porque sería una traición al PRO.

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la Universidad Nacional de La Plata. El 22 de noviembre de 2017, el Concejo Deliberante de La Plata lo declaró "personalidad destacada en el periodismo".