25/04/2024 - Edición Nº2954

Politica

Contrapoder

Viaje de la clase media hacia la pobreza y el vil remate del fondo de los jubilados

25/03/2023 | Mientras los candidatos tejen estrategias camino a las elecciones, el cuadro social se agrava todos los días. Los números que encienden las antorchas hablan que desde 2017 hasta ahora, seis millones de personas dejaron de ser clase media y cayeron en la pobreza. El cálculo lo hizo Agustín Salvia, director del Observatorio Social de la Universidad Católica Argentina (UCA).


por Jorge Joury


Tiene la precisión de lo indiscutible, como que el precio del dólar paralelo (el único al que tiene acceso la sociedad) se acerca dramáticamente a los 400 pesos, mientras en las provincias las cuevas actualizaban el importe por encima de los $400.

 Alberto Fernández heredó un billete a 60 pesos en el peor momento de la gestión de Mauricio Macri, pero el gobierno nunca admitirá de que jugó a la ruleta rusa con la economía, con el tambor completo de balas y fabricó su propio suicidio. 

Para prueba, sobra un botón. El  intendente de Avellaneda y actual interventor de Edesur, Jorge Ferraresi, con una honestidad brutal acaba de confesar que “Massa asumió un día antes de que nos vayamos en helicóptero”. 

Otras espadas del oficialismo argumentan que “Sergio nos salvó de una Asamblea Legislativa”. Dan a entender que la situación era tan terminal que el presidente renunciaría; que Cristina Kirchner seguiría su camino porque nunca se haría cargo de semejante crisis, y que la presidenta provisional del Senado, Claudia Ledesma Abdala, convocaría en ese caso a la Asamblea Legislativa para que eligiera un jefe de Estado hasta la conclusión del actual mandato presidencial. 

El plan político diseñado por el ministro de Economía a fines de 2022, y abonado por cristinistas y albertistas, era planchar la inflación en mayo, es decir, mostrar una clara tendencia a la baja de los precios y un control de la economía. Con eso, decían, alcanzaba para que el oficialismo tuviese un aspirante presidencial : Massa con chances y consenso. Ese escenario hoy ya no existe y Massa está acorralado y sin gasolina en el tanque. Cristina ya no lo llama Sergito. Un dirigente del FdT, de peso en el conurbano dijo :“Lo único claro es que Sergio no debería llegar a diciembre como ministro de Economía. Si es nuestro candidato, renuncia y pone el foco en la campaña; pero si quiere ser protagonista en la etapa que viene del peronismo, no puede quedarse hasta el final en el Titanic”.

La inflación y los números que deja la sequía sepultaron la campaña con el slogan "Massa es estabilidad". Al ministro se le acaba el oxígeno y al Frente de Todos hoy lo encierra la crisis económica y la crisis política.

En su última movida el ministro compró toda la deuda en dólares en manos del sector público.En Economía están convencidos que la medida reduce la deuda y contiene la inflación. En el mercado entienden que el objetivo es contener dólares financieros y alertan por la transferencia de deuda al sector privado. Elisa Carrió calificó a Massa de "estafador serial" por rematar a precio vil el Fondo de Garantías de Sustentabilidad de los Jubilados en el ANSES.

Massa logra así eludir la prohibición del FMI, que en el último comunicado le recordó  que no estaba permitido utilizar las reservas del BCRA para realizar operaciones que permitieran contrarrestar las tendencias alcistas. 

Cuando los técnicos se pongan a analizar cuál es la tasa de interés que se estará pagando para conseguir los pesos que dará a la Anses y otros organismos, se tirarán de los pelos. El resultado final de la operación es que el Estado, ahogado por el déficit, saldrá a endeudarse a tasas demenciales: 45% en dólares.
Si se concreta la mecánica de lo negociado, los banqueros aullarán como lobos esteparios mirando la luna llena en señal de victoria. Habrán demostrado una formidable cintura para reducir sus costos ante los dislates del Gobierno. Es sencillo, aceptan papeles de escaso valor, que con estos niveles de inflación tendrán que canjear dentro de un año, para respaldar los depósitos del público. A cambio, se llevan dólares. Massa debería sentirse humillado. Devaluó su propia palabra, cuando en campaña cuando era candidato  por el Frente Renovador se comprometió a no tocar los fondos jubilatorios. Sólo le queda la satisfacción del beneficio que obtienen sus amigos financistas, mientras los jubilados, cada vez más desprotegidos, ven licuarse día a día sus haberes.

Lo curioso, es que esta vez no se arrojaron 14 toneladas de piedras frente al Congreso, como ocurrió durante el gobierno de Macri.

Si bien no será inminente, el objetivo del gobierno con esta movida es sumar $2 billones de pesos durante los próximos 120 días. Con esto Massa busca enfrentar los efectos de la sequía en la recaudación, la disparada del déficit fiscal y las dudas del mercado para colocar deuda más allá del período electoral.
Los expertos en las finanzas del sistema previsional dan por descontado que el año próximo, gane quien gane, habrá otro cambio de fórmula indexatoria, de manera de compensar el impacto de la última moratoria.

De acuerdo a los datos de la Fundación Mediterránea, en 14 provincias ya son mayoría los jubilados y pensionados que accedieron a su beneficio a través de moratorias. Son tres millones y medio de beneficiarios.

Habrá entonces para el próximo gobierno un desafío adicional: corregir la injusticia hacia los jubilados que han hecho sus aportes en regla. El economista Jorge Colina, director de Idesa, apunta que mientras los jubilados del régimen general cobran un promedio de $125.000, los de las moratorias perciben $120.000. Casi lo mismo, pero sin haber hecho aportes.

Desde que el kirchnerismo estatizó las AFJP, los jubilados perdieron el 36% de su poder de compra.

El primer efecto de esa movida fue cuando se comenzó a jubilar a todo aquel que requería un haber previsional

También hay que tener en cuenta que hace algunos días el Congreso transformó en ley una nueva moratoria previsional que incorporará 800 mil personas al sistema sin que tengan realizados la totalidad sus aportes: si nuevamente utilizamos el supuesto que todos ellos se harán de una prestación equivalente apenas al haber mínimo y su esperanza de vida es de 15 años, la deuda que se generó solo con la aprobación de la última moratoria ha sido de 30 mil millones de dólares.

Las estadísticas indican que dentro del sistema jubilatorio actual hay más personas con los aportes incompletos o nulos que con los totales efectivamente realizados. Además, gran parte de ANSES se sustenta en parte de los impuestos que recauda el Estado nacional y que se derivan al pago de jubilaciones, lo cual pone a cielo abierto que el sistema está quebrado.

En el plano político, las tensiones entre el ministro Massa y el Presidente están en un punto peligroso.El plan albertista es tomarse la revancha y que todas las desgracias económicas caigan sobre Massa y Cristina para que lleguen desgastados al cierre de listas y las opciones sean Alberto o Scioli. "Voy a terminar con 20 años de kirchnerismo", dicen que se le escuchó decir al primer mandatario en uno de sus raptos de ira. 

 En cuanto a Cristina, volvió a dejar una puerta abierta a su candidatura. Al hablar en el Grupo de Puebla señaló: “Se trata de volver a construir un país como el que alguna vez tuvimos. Se puede hacer porque alguna vez lo hicimos”, sostuvo. La frase hizo levantar a todos los presidentes de las sillas y arrancar, nuevamente, con “Cristina presidenta”, ya instalado como grito de guerra.

Y encima, el gobierno no deja de alimentar sospechas sobre negocios oscuros. Para el periodista Carlos Pagni existe una enorme presión del kirchnerismo sobre Edesur. Las autoridades de esta empresa sospechan que, detrás del acoso del Gobierno, existe la intención para que vendan sus activos a algún grupo ligado al oficialismo.

Hay dos candidatos que le rodearon la manzana a la empresa para ver si se podían quedar con ella. Uno, el grupo Olmos, que está ligado al conjunto de medios Crónica y el otro, un nombre muy conocido, Fabián de Sousa, del grupo Cristóbal López, C5N, Ámbito financiero, etcétera. 

Hoy frente a una de las peores crisis de la historia la pregunta que se hace el país es: ¿Es posible que un ministro de Economía como Massa llegue a presidente con una inflación que apunta a un 120% anual y con Banco Central agonizante por las pérdidas por la sequía de alrededor de 20 mil millones de dólares?

Pareciera un imposible, porque hay hartazgo en la población de padecer una inflación que en el mes de febrero fue del 6,6%, y se anuncia un 7% para marzo.  Para ser clase media una familia tipo (2 adultos y 2 menores), necesitan si son propietarios, $269.050; si alquilan 3 ambientes, $144.000, más.

Para no descender a la indigencia se necesitan hoy $98.186 y a este ritmo, mañana será más. Las petroleras están aumentando un 3,8% mensual y andar y mantener un auto es un lujo.

La inseguridad pega como garrote con clavos, vivimos enrejados, te matan por un par de zapatillas y en el propio gobierno se pelean por la presencia de gendarmes en el conurbano, mientras los narcos se frotan las manos y siguen haciendo negocios.

Otro de los padecimientos es que los piqueteros y los acampes se adueñaron de la calle y los que van a trabajar padecen este flagelo sin que nadie haga nada.

Los impuestos son cada vez más caros y no vuelven en servicios. La educación cada día empeora  y los chicos son cada día más ignorantes. Ni siquiera reconocen a los próceres. La salud también agoniza y ya la mayoría de los ciudadanos dejaron de pagar la prepaga. Los vecinos acuden a hospitales públicos con buenos médicos que están mal pagos y turno para dentro de 4 o 5 meses. Los jubilados le ruegan a Dios no enfermarse y están hartos de recibir un bono miserable cada tanto. Alberto les prometió el paraíso y hoy subsisten como pueden surfeando en el infierno.

Pesan también en el ánimo público los constantes cortes de luz que en algunos casos duran días y la falta de agua.

Los jóvenes que no pueden vivir con sus padres, se van del país porque el Estado es impotente para abrirles una puerta hacia el futuro. 

Mucho se comenta por estas horas que la bomba económica de la que habla tanto la oposición explote antes del 10 de diciembre. Siempre se dio por descontado que el oficialismo con la llegada de Sergio Massa al Palacio de Hacienda, le iba a entregar ese explosivo a la próxima administración. 

No obstante, la aceleración de la inflación y la sequía mezquinando dólares al Banco Central son un cocktail explosivo que nadie sabe a ciencia cierta si el oficialismo está en condiciones de administrar. 

El dinero cada vez vale menos. El Banco Central subió la tasa de interés del 75 al 78%, un remedio clásico pero insuficiente para resolver la cuestión de fondo. Massa volvió de Panamá y le dijo enojado al Presidente que sus espadas lo operaron con malas noticias.

El gobierno ya perdió dos guerras, una contra el narcotráfico y la otra contra la inflación. Un adelantado escribió una vez : "si adivinas lo que está por venir, mejor no me lo cuentes".

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la Universidad Nacional de La Plata. El 22 de noviembre de 2017, el Concejo Deliberante de La Plata lo declaró "personalidad destacada en el periodismo".