28/03/2024 - Edición Nº2926

Politica

Contrapoder

Un gobernador con el boleto picado

08/04/2023 | La preocupación puso un manto de neblina sobre los fervorosos planes electorales que se elaboran en la residencia de la calle 6. A las primeras espadas del gobernador Axel Kicillof, se les encendieron todas las luces rojas. No sólo por lo que marcan las últimas encuestas, sino porque el conurbano bonaerense les está resultando indomable por la violencia y el viacrucis para parar la olla en los hogares más pobres.


por Jorge Joury *


Hay zonas liberadas por la policía, el avance narco está a la vista, existe una ola de asesinatos impune, inflación incontrolable, sobre todo en alimentos y una merma muy importante en el consumo y la actividad económica en general. Esto pega debajo de la línea de flotación del nicho de votantes del kirchnerismo.

El llamado de atención tiene que ver con que en los últimos días, el gobernador recibió dos mazazos que lo pueden dejar fuera del radar de ser el candidato favorito del FdT en las próximas elecciones donde buscará su reelección. 

El más mediático de los hechos, fue el asesinato del colectivero Daniel Barrientos, seguido del ataque de los choferes de micro contra su ministro estrella de Seguridad, que después de una secuencia casi de cine ciencia ficción y a los sopapos, perdió la estrella de  súper Berni. En ese contexto de salvajismo extremo, repudiable por donde se lo mire, quedó en evidencia un mensaje: existe una bronca imparable de la ciudadanía contra la política y la inseguridad y hasta recrudeció el "que se vayan todos". 

Pero Kicillof tiene que bancar a Berni, por varias razones. No solo porque se lo pide Cristina, sino porque su presencia mediática es tan fuerte que actúa como un pararrayos frente a una situación de inseguridad. Nadie en el Frente de Todos quiere abordar esa problemática de fondo. Si surge un hecho delictivo, y hay que buscar responsables, siempre está Berni para poner la cara y eso al gobernador le sirve de escudo.

No obstante, el asesinato del colectivero Barrientos, de 55 años, próximo a jubilarse y su efecto cascada, irrumpen en el escenario en un momento políticamente sensible para el oficialismo. El kirchnerismo, se encuentra mareado por los efectos de su impotencia para gobernar, además de la desaparición de su enemigo íntimo de la carrera electoral, Mauricio Macri. El único punto definido en su brújula, es por ahora  la defensa política a ultranza de la provincia de Buenos Aires donde Cristina busca establecer su fortificación, con el proyecto reeleccionista de Kicillof y su postulación para encabezar la lista de senadores.

La violencia en La Matanza, el máximo territorio amigable del oficialismo, gobernado por Fernándo Espinoza, un señor feudal que vive en Puerto Madero, pone un signo de interrogación sobre ese proyecto. El crimen de Barrientos ha sido el detonante de un germen peligrosísimo. Bajo las napas de la paciencia social en el conurbano profundo está en estado de erupción una rebelión ciudadana que, en distintas escalas y por diferentes razones, se viene repitiendo peligrosamente con la amenaza de un  estallido social. 

Una provocación inexplicable, esta vez le jugó a Berni en contra. Quedaron al descubierto los verdaderos miedos que invaden al kirchnerismo en la provincia.

El nuevo escenario le está indicando a Kicillof que la tierra del clientelismo, la del "Plan Platita", le está dando la espalda y que a partir de ahora deberá tomar precauciones. Deberá extremar la seguridad durante sus visitas, donde la llama de la indignación está encendida y cobra altura en cada rincón, a pesar de que se la intente apagar momentáneamente con un ejército de gendarmes.

Pero el oficialismo siempre se las rebusca para cambiar la realidad y la acomoda en un relato a su medida. “Nos tiraron un muerto”, dedujo Sergio Berni para sacarse el polvo de encima, después de que casi lo mataran a golpes los desencajados colectiveros que ya no les creen a los funcionarios.La letra de semejante discurso delirante, dicen que se la dio Cristina. " No se inmovilicen muchachos. Pateen la pelota a la oposición", habría sido la directiva de la Jefa.

Imaginar que la policía de la Capital estuvo detrás de todo, de la muerte del chofer Barrientos y de su propio avatar, es un acto propio de baja estofa, de campaña sucia que supera el diagnóstico de la paranoia. Y la pregunta sin respuesta es: ¿por qué Berni fue sin custodia a meterse en la boca del lobo? 

En su fuero íntimo, el ministro sabe muy bien que los responsables de su ataque fueron afiliados o allegados a la UTA que conduce el peronista Roberto Fernández. Es decir, tropa propia que también aparece golpeada por la inseguridad.

Berni ahora está protegido bajo el manto piadoso del relato K. Hasta el propio gobernador Kicillof abonó la idea de un complot e intentó vincular a la oposición, específicamente a Patricia Bullrich, con el crimen del colectivero. El gobernador no tiene otra que proteger a su ministro, que es el único que le pone el pecho a las balas y le saca esa responsabilidad. Se llegó a decir inclusive que Berni estaba entre los tapados de Cristina para ser candidato presidencial, algo que hoy habría quedado fuera de juego por las circunstancias.

El oficialismo se sigue mostrando como una bolsa de gatos. Tal es así, que el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, criticó al gobernador y dijo que: “Es un profundo desconocedor de lo que sucede”, además de recalcar que ya hay más de 6 mil efectivos de fuerzas federales en GBA.

El otro bombazo que le suma desprestigio a la figura de Kicillof, es el fallo de los tribunales norteamericanos para terminar con la estatización del 51% de las acciones de Repsol en la petrolera. Fue el entonces ministro Kicillof el que le aconsejó a Cristina tomar por ese camino y ahora toca el turno de pagar los platos rotos, de terminar de pagar con creces esos descuidos millonarios. Con esa medida, se rompió el sistema jurídico, además de un contrato. Ahora llegó el ticket de cancelación de los daños, que algunos estiman que podría alcanzar los 18 mil millones de dólares.

La condena a la Argentina, ahora empezará un largo camino donde se discutirán esos millones de dólares que, en caso de ser confirmados, tendrán que pagarse para no ser parte de la lista negra de países incumplidores. En su caso, la Fragata Libertad deberá tomar recaudos cada vez que suelte amarras para evitar los embargos de los siempre voraces fondos buitres.

No obstante, la sentencia tiene dos instancias de apelación y nada será inmediato. Por el otro, cobrar, si se confirma, tampoco será materia fácil ya que la gran mayoría de los fondos soberanos son inembargables.

No es el único pelotazo en contra para Kicillof. En 2005, el entonces ministro de Economía, Roberto Lavagna, y su secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, presentaron una oferta para canjear los títulos en default de 2001 y propusieron como estimulante un cupón atado a la evolución del PBI, que pagaba si el país crecía por arriba del 3% del producto (exigía un nivel de crecimiento mayor en los primeros años y después descendía al 3%).En 2014, Axel Kicillof siendo titular de Economía, anunció un cambio en la base de cálculo del PBI, lo que en la práctica reducía los números de crecimiento del país de 2013. Con este cambio, el país no llegaba a crecer por arriba del 3,26% como establecía el cupón para ese año.

Cuando se lanzaron los cupones, en 2005, el Indec tomaba 1993 como año base de cálculo para informar el crecimiento de la economía. Pero el año base cambió a 2004 en 2013, en un intento del gobierno de Cristina Kirchner de subsanar una serie estadística que era poco creíble, luego de que, en 2007, se intervino el Indec de la mano de Guillermo Moreno. Desde entonces, además, el Indec dejó de publicar la serie original con base en 1993.Ahora, Argentina recibió un nuevo fallo en contra en los tribunales internacionales en menos de una semana. En Gran Bretaña, el juez Simon Picken, encontró culpable al país en el caso conocido como “cupón PBI”. El Estado fue acusado de modificar la manera de calcular el producto bruto interno (PBI) para evitar pagar los intereses de una deuda emitida en 2005, como canje de los títulos en default en 2001.

En Londres, el Tribunal le dio la razón a los cuatro fondos demandantes, Palladian Partners, HBK Master Fund, Hirsh Group LLC y Virtual Emerald International Limited, y la Argentina deberá pagar daños e indemnizaciones por 643 millones de euros (US$704 millones).

El juez también dictaminó que la Argentina debe pagar alrededor de 1.330 millones de euros en relación con la totalidad de los valores vinculados al PBI, de los cuales los cuatro fondos poseen aproximadamente el 48%”.

En este contexto, habrá que ver de aquí en más si el gobernador logra subirse al colectivo electoral con el boleto picado y qué posibilidades tiene ese viaje de llegar a buen destino.

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la Universidad Nacional de La Plata. El 22 de noviembre de 2017, el Concejo Deliberante de La Plata lo declaró "personalidad destacada en el periodismo".