
por Redacción
El analista añadió: "El kirchnerismo espera de ella las primeras pistas de cómo articulará una estrategia para volver a seducir al electorado. Y en esa dirección , creen que hay una carta tapada de la vicepresidenta. Lo que se comenta es que en el Instituto Patria se está pergeñando un plan para consensuar con los otros socios de la coalición gobernante. La idea es plantear la necesidad de recuperar el salario, mejorar las jubilaciones, incrementar el motor productivo del país a través de una baja de las tasas de interés y renegociar el acuerdo con el FMI. Se trataría de un paso previo a meterse de lleno en el debate por las candidaturas.
Según trascendió, el programa K serviría como plataforma electoral para el o los candidatos que la coalición presente en agosto, para que no vuelva a ocurrir lo de Alberto Fernández. El documento de alguna manera pondrá a cielo abierto las diferencias que vienen teniendo sectores de Gobierno. Un claro ejemplo de esto es la discusión por la suma fija que Máximo Kirchner volvió a reclamar, pero que el Ministerio de Trabajo se niega a discutir.
La expectativa este 25 de mayo ya no estará puesta en si Cristina Kirchner decide ser candidata o no, sino en cómo utilizará la lapicera. Con la Vice fuera de las dispuestas electorales, pero con total centralidad en el oficialismo, ahora todo se concentra en la posibilidad de que proponga un mecanismo para zanjar la interna: PASO o candidato de consenso, esa es la cuestión que divide al espacio por estos días.
La Vicepresidenta no tiene claro si la mejor opción es un candidato único o las PASO, pero se cree que este jueves comenzará a dar definiciones que marcarán la ruta electoral del oficialismo.
La decisión de bajarse de la pelea electoral motivó el operativo para que ahora ella tome la lapicera. El ministro de Economía Sergio Massa, no quiere ir a internas, pero otros dirigentes que se mueven en clave electoral como Eduardo “Wado” de Pedro sí acompañan la idea de una PASO. Tal como lo hace el albertismo y funcionarios como el embajador Daniel Scioli o el jefe de Gabinete Agustín Rossi.
Lo que se comenta por estas horas, es que el candidato preferido de Cristina sigue siendo Sergio Massa. El propio titular del radicalismo y gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, dijo que "si Massa renuncia explota todo. Es el que evitó que el Gobierno se fuera en helicóptero", aclaró. En cuanto a los otros candidatos en danza, se argumenta que Wado de Pedro no tiene historia. Tampoco generó medidas como en su momento lo hizo en su puesto de ministro del Interior Florencio Randazzo con los pasaportes y los trenes. "A Wado la gente no lo conoce, iríamos a una derrota segura. Rossi también es un desconocido y Scioli es un perdedor", ponen como excusas algunos intendentes del conurbano.
Los barones del conurbano también están preocupados porque el gobernador Axel Kicillof viene insistiendo ante Cristina y Massa con la intención de adelantar las elecciones bonaerenses y despegarlas así de los comicios presidenciales. Kicillof ya ha apurado algunas consultas y sabe que solo puede adelantar las elecciones generales de la Provincia. No puede hacer lo mismo con las PASO. En ese escenario, la fecha más probable que evalúa es hacer los comicios bonaerenses el 8 de octubre, dos semanas antes del super domingo electoral del 22 de ese mes.
Pero los barones del conurbano no están de acuerdo con el adelantamiento. Sostienen que si el panorama viene para derrota para Kicillof va a ser derrota el 8, o el 22 de octubre”, señalan.
Para esos barones del conurbano, que también se juegan en muchos casos sus intendencias, la elección desdoblada en la Provincia pondría mucho más el foco en la gestión de Kicillof y saldrían a relucir muchas cuestiones reprochables. Una de ellas es que después de la escandalosa licencia de Sergio Berni al ministerio de Seguridad, vino del corte insólito de la Autopista Ricchieri la semana pasada y de la lista impresionante de asaltos y muertes que sufren los bonaerenses a toda hora y en todo lugar de la Provincia. Nadie está seguro sobre la conveniencia de plebiscitar en soledad una gestión que también exhibe un desgaste parecido al del gobierno en coma de Alberto Fernández", finalizó el analista.