
por Redacción
El analista añadió que: "La expectativa es que la dinámica siga en niveles similares durante septiembre, por el arrastre estadístico, y que haya un pico incluso más alto, de hasta 15% mensual, hacia fin de año, cuando vencen los congelamientos de precios y del dólar oficial.
Junto con el Plan Platita de Massa que genera cada vez más emisión monetaria e incertidumbre, la bomba que recibirá el próximo gobierno se va activando de manera peligrosa y deja al país al borde de un incendio.
La aceleración inflacionaria de agosto se encuentra estrechamente asociada al salto devaluatorio tras las PASO de un 22%. Ante la ausencia de un plan y en una economía con fuerte inercia inflacionaria y alta volatilidad, hubo un traspaso de precios de la devaluación que produjo remarcaciones inmediatas en prácticamente todos los rubros.
Ahora, no se puede ocultar que los dos dígitos le bajan la cotización a Massa en plena campaña electoral. Es una suerte de salvavidas de plomo que le quita cada vez más posibilidades de triunfo en las elecciones presidenciales.
Los números que estamos viendo le meten miedo al bolsillo. La suba de precios anual fue de 124,4% en los últimos doce meses y solo en los primeros ocho meses del 2023 el IPC acumuló un alza de 80,2%. Detrás de este número hay cada vez más familias que caen en la pobreza. Y cuanta más plata ponga en la calle el Ministro de Economía, habrá cada vez más inflación. Un dato para destacar, este gobierno se lleva un récord histórico: durante la gestión de Alberto Fernández, la inflación hasta ahora fue del 621%.
Las cifras de agosto dan cuenta que la división de mayor aumento en el mes fue en Alimentos y bebidas no alcohólicas (15,6%), producto de la suba en Carnes y derivados y Verduras, tubérculos y legumbres. Le siguieron Salud (15,3%) –principalmente por los aumentos en medicamentos– y Equipamiento y mantenimiento del hogar (14,1%)”.
El dato anual más alto es el de restaurantes con el 142,2%, seguido por alimentos y bebidas con el 133,5%, salud 127,8%, equipamiento y mantenimiento del hogar y recreación 125%, bebidas alcohólicas y tabaco 123,6%, y vestimenta 108,9%.
En la mirada de la mayoría de los economistas, estamos cerca de un gran incendio, frente al primer dato inflacionario luego del impacto de la devaluación del tipo de cambio oficial, el día después de las PASO y que aceleró el ritmo de inercia al que se mueven los precios de la economía. Ese primer efecto, según estimaciones privadas, también dejaría a septiembre en el terreno de los dos dígitos mensuales.
El Gobierno apuró medidas de compensación de ingresos para evitar que el fogonazo inflacionario del mes pasado y el corriente tengan un impacto pronunciado sobre el poder de compra de los salarios en las semanas previas a las elecciones y que eso provoque, por una suba marcada del precio de la canasta básica, un aumento de la incidencia de la pobreza en todo el país. Uno de los economistas estrella de Patricia Bullrich, Luciano Laspina, disparó que "la campaña de Massa es la más cara de la historia, porque costará una hiperinflación. La hiper no avisa y cuando viene, llega toda junta. Lo peor, es que el mes próximo la inflación será más alta por el efecto arrastre", finalizó el analista.