
por Jorge Joury *
Barrionuevo, siempre conserva la capacidad de reciclarse y se presta para todo servicio con tal de sacar tajada. El hombre que nunca manejó una bandeja, históricamente tiene olfato para acomodarse del lado de la mesa donde mejor se puede comer. Y hoy está trabajando abiertamente para el proyecto político de Javier Milei, conformando una mesa sindical que no solo le cuidará los votos, sino que además le está armando cenas para recaudar fondos de campaña.
La mano de Barrionuevo en la campaña de Javier Milei comenzará a verse plasmada este viernes con el acto que el gastronómico le organizará al libertario en el predio de Parque Norte para darle un primer rodaje ante dirigentes del rubro. Será la primera acción visible de la "mesa sindical" que el secretario general de la UTGRA pondrá al servicio del referente de La Libertad Avanza.
La que acercó a Barrionuevo con Milei, fue la humorista Fátima Florez, que está de novia con el libertario y que conoce al sindicalista porque suelen contratarla para shows en el hotel Sasso, en Mar del Plata, que pertenece al Sindicato de Gastronómicos. La actriz incluso es amiga de Sandra Barrionuevo, hija del dirigente gremial y actual secretaria de Acción Social de la organización que conduce su padre.
Barrionuevo acordó con Milei, si llega a la Casa Rosada, que designará al secretario de Trabajo y al titular de la Superintendencia de Servicios de Salud. Ambos nombramientos son parte del acuerdo al que llegaron ambos.
El proyecto está tan avanzado, que un grupo de abogados que trabajan para los Gastronómicos ya estarían aportando ideas al equipo laboral del candidato libertario, comandado por Miguel Angel Ponte, un ex directivo de Techint que fue secretario de Empleo del gobierno de Cambiemos.
Lo que trascendió, es que si Milei gana las elecciones, Trabajo será una secretaría dentro de un nuevo Ministerio de Capital Humano y se mantendrá la Superintendencia de Servicios de Salud, un puesto clave que siempre es codiciado por el sindicalismo porque administra los millonarios fondos de las obras sociales. Es el organismo que reemplazó a la ANSSAL, que Barrionuevo condujo cuando Carlos Menem fue presidente.
"Hay que dejar de robar por dos años", es la frase más recordada de Barrionuevo, que habla de su categoría para concebir la política de la que él mismo se sirve en todas las épocas. También se lo recuerda por haber quemado urnas durante una elección en Catamarca.
Así como lo hizo con Carlos Menem, la incorporación del gastronómico al espacio libertario es una señal clara de la buena convivencia que existe hoy entre Milei y el peronismo. El candidato presidencial de La Libertad Avanza, que no come vidrio, comenzó a construir gobernabilidad para un futuro mandato presidencial. Lo hace a partir de acuerdos con distintos líderes de lo que él denominó “la casta”, pero que ahora los ha purificado con un baño de espuma blanca porque se acercaron a él.
“No tenemos problemas que los peronistas se conviertan en liberales”, admitió el diputado provincial bonaerense Nahuel Sotelo, de La Libertad Avanza. En declaraciones televisivas recientes, el propio Milei dijo que abrirá el diálogo “con todo aquel que quiera ser parte de la solución” cuando le preguntaron por esos acuerdos.
Las incongruencias de Milei siembran dudas sobre su plan futuro. Ya dio un paso hacia atrás con dolarizar la economía rápidamente, con cerrar el Banco Central, con el tema de las armas y la venta de órganos.
En su entorno, admitieron que cada vez más son más sólidas las líneas tendidas con el peronismo y con el ministro de Economía y candidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa, al punto que admiten que las boletas electorales se imprimieron en las mismas dos imprentas del conurbano bonaerense.
Por estas horas, también se habla con insistencia de un acuerdo secreto entre Milei y Massa. La idea es polarizar entre sí para competir en un balotaje el 19 de noviembre y dejar afuera a la candidata de Juntos, Patricia Bullrich, que también confronta con ambos para entrar en la segunda vuelta.
A un sector de los analistas políticos no les resulta extraño que Milei pacte con los sindicalistas. Es obvio, que necesita condiciones de gobernabilidad si es electo presidente. Barrionuevo es una marca registrada para estas cuestiones, con la categoría de eterno malabarista y garrochista del poder. No olvidemos que hace unos años transitó de consejero en las sombras de Mauricio Macri. Luego mutó su apoyo y financiamiento de la fallida fórmula Wado De Pedro-Manzur . Y ahora hizo su desembarco en las arenas calientes de las playas libertarias.
Además, una versión que viene soplando desde Nueva York, da cuenta que luego de la reunión de los libertarios con banqueros de Wall Street, se habría blanqueado el proyecto del león libertario de dejar en manos de los sindicatos los planes sociales, que actualmente reparte discrecionalmente el Gobierno a través de organizaciones piqueteras.
Estamos hablando de una tentación difícil de ignorar para los siempre voraces bolsillos sindicales: no solo es una caja multimillonaria, sino sería un golpe mortal para los movimientos sociales, que pretenden sentarse de igual a igual en la mesa del poder gremial.
También se murmura que el líder libertario ha tendido lazos con la "familia judicial", encabezada por Ricardo Lorenzetti, miembro de la Corte, quien parece haber entusiasmado a algunos jueces federales sobre el supuesto tiempo por venir con alta temperatura liberal.
Barrionuevo, le garantizó a Milei que desplegará todo el aparato sindical para fiscalizar las elecciones del 22 de octubre. Incluso, algunos arriesgan que hasta la barra brava de Chacarita colaboraría en la patriada.
Coincidencia al margen, cuando Milei era jóven, jugó en las inferiores de Chacarita como arquero. Hay un dicho que dice que siempre se vuelve al primer amor.
Milei justificó su encuentro con Barrionuevo en la discusión por las leyes laborales. Previamente, la semana pasada, había conversado en un marco de coincidencias con el jefe del sindicato de la construcción (Uocra), Gerardo Martínez, otro dirigente que le está poniendo sus ladrillos.
El candidato libertario dijo que con Barrionuevo y Martínez hablaron del seguro de desempleo que tiene la Uocra, donde los trabajadores acumulan parte de su salario en un fondo de desempleo para cuando son despedidos. Milei quiere extender el sistema al resto de los sindicatos.
El candidato necesita reforzar de manera urgente la fiscalización de las urnas, porque el peronismo del conurbano y del interior le había “cuidado” las boletas en las PASO del 13 de agosto con el fin de que tabicara electoralmente a Juntos por el Cambio. Pero terminaron creando un monstruo que debilitó al propio peronismo en mayor medida.
Pero hubo más acuerdos entre Milei y el peronismo. Ahora a Milei le tiembla la pera cuando le preguntan si algunos peronistas son o no son “la casta”. Le sale más natural culpar con ese calificativo a los dirigentes de Juntos por el Cambio y es más contemplativo con los del peronismo y no es tan lapidario con Massa y sus medidas como con la oposición.
Son los primeros indicios claros de que está a germinando un sindicalismo violeta, aunque cerca de Barrionuevo todavía hay dirigentes poco convencidos de explicitar su adhesión al libertario.
Barrionuevo les confió a sus espadas sindicales que, en la reunión con Milei estaba principalmente interesado en que le contara detalles de su experiencia al lado de Carlos Menem. No olvidemos que Barrionuevo fue el primer gremialista en apostar al proyecto menemista en 1989 y así se convirtió en el “recontraalcahuete” del presidente de la Nación que llegó desde la provincia de La Rioja prometiendo el “salariazo” y la “revolución productiva”, aunque cuando asumió se acercó al liberalismo y designó en el Ministerio de Economía a directivos de Bunge y Born.
Sin embargo, el líder sindical trató de cambiar el eje del encuentro: “Mejor hablemos de lo que vamos a hacer de acá para adelante”, le propuso al libertario, como introducción de su idea de promover la creación de una Mesa Sindical Milei Presidente, como hizo con Menem a fines de los ochenta, para agrupar a los dirigentes afines en todo el país y coordinar la estrategia política.
Según las primeras espadas de Barrionuevo, Milei designó a Carlos Kikuchi, su operador político nacional, como interlocutor del gremialista. No está claro todavía a qué dirigentes captará el gastronómico para que se sumen a la Mesa Sindical. El principal socio de Barrionuevo es Carlos Acuña, cotitular de la CGT y titular del gremio de estaciones de servicio, que milita en el Frente Renovador, al igual que su esposa, Blanca Cantero, intendenta del partido bonaerense de Presidente Perón, que buscará su reelección en las próximas elecciones tras haber ganado las PASO con el 41,7% de los votos.
Aun desgastado y carente de crédito, este sindicalismo rancio sigue ofreciendo “sensación de gobernabilidad”. Y es lo que Milei y cualquier aspirante a la Presidencia necesitan imperiosamente, aunque tenga sabor a “casta”.
*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información y analista político. El 22 de noviembre de 2017, el Concejo Deliberante de La Plata lo declaró "personalidad destacada en el periodismo".