
por Redacción
El 95 por ciento de esa deforestación se produjo como consecuencia del avance de la agricultura y la ganadería, con la transformación de bosques en pastizales o cultivos agrícolas, explicó MapBiomas, una red de organizaciones no gubernamentales, universidades y empresas de tecnología que monitorea los cambios en el uso del suelo en Brasil.
En los últimos cinco años, detalló, la deforestación se aceleró, con 87,6 millones de hectáreas perdidas de bosques, lo que representa el 11 por ciento del periodo monitoreado.
Los biomas que más bosques vieron desaparecer en esos 38 años fueron la Amazonia (13 por ciento) y la región de sabana tropical de el Cerrado (27 por ciento).
El estudio incluye varios tipos de cubierta arbórea, como formaciones forestales, sabanas, bosques inundables y manglares y bancos de arena), que ocupan actualmente el 58 por ciento del territorio brasileño.
Si se tienen en cuenta todos ellos, la Amazonia (78 por ciento) y la región semiárida nororiental de Caatinga (54 por ciento) aparecen como los biomas con mayor proporción de bosques naturales en 2022.
Dos tercios de la superficie destruida, es decir, 58 millones de hectáreas corresponden a formaciones florestales, que son áreas de vegetación con predominio de especies arbóreas y una cobertura continua, como los bosques que predominan en la Amazonia y la región de la Mata Atlántica.
Los bosques inundables, que se caracterizan por formarse cerca de cursos de agua, también forman parte del paisaje amazónico y empezaron a ser monitorizados por MapBiomas este año.
Su pérdida en el periodo analizado fue 430.000 hectáreas y, en 2022, pasaron a ocupar 18,8 millones de hectáreas del territorio brasileño.