
por Redacción
El analista añadió que: "Después del terremoto que vimos en Juntos por el Cambio, Sergio Massa pidió que nadie hiciera ningún movimiento en falso, ni declaraciones que agiten las aguas. Creen que la situación lo favorece y todos los dirigentes y gobernadores esquivaron de manera habilidosa las preguntas de la prensa que indagaron sobre cómo repercutió el pacto entre Mauricio Macri y Javier Milei. El escenario de calma, debe durar hasta la primera posta, que es el debate que se llevará a cabo entre ambos candidatos el domingo 12 de noviembre en la Facultad de Derecho y donde se cree que ambos candidatos pondrán toda la carne al asador.
No obstante, el faltante de nafta de las últimas horas se metió en la campaña y el ministro de Economía culpó a las petroleras, aunque, sin nombrar a Milei, volvió a usar la táctica del miedo, al señalar que si llegara a ganar el libertario, la nafta podría valer $680 el litro.
También aparecieron en el escenario denuncias de micro fraudes en las mesas en varias provincias. Por ejemplo, en Santiago del Estero hay 1.700 denuncias de irregularidades. En esa provincia, hay algo muy sugestivo, en decenas de mesas el oficialismo ganó por el 100% y la oposición sacó cero voto.
En la opinión de los asesores de campaña de ambos campamentos, ganará el que no cometa errores. La competencia vuelve a polarizar entre dos extremos. Por un lado tenemos al candidato que representa a los partidos tradicionales y del otro, al jugador antisistema, que va contra la casta, pero que terminó aliado de un sector de ella. En casi todos los países donde se ha dado este menú, generalmente la pulseada se ha venido resolviendo en favor del desafiante y sus críticas contra los partidos tradicionales, los economistas chorros, el sistema de medios y los valores tradicionales.
En ese marco de equivalencia, Massa necesita dinamitar su vínculo con el gobierno que termina y la infraestructura política que lo llevó a la victoria. Milei necesita capitalizar lo que consiguió hasta ahora. Casi sin equipos ni logística propia, con indigencia de ideas, Milei se ha visto forzado desde un principio al abrazo del oso de una centro derecha hoy deshecha, con líderes desprestigiados después de una derrota inapelable. Lo que lo favorece, es que ahora, con la base política del PRO y las figuras que puedan sumarse a un futuro gobierno, Milei gana en gobernabilidad.
Para algunos consultores, el acuerdo Milei-Macri fortaleció al líder libertario. El análisis tácito es que La Libertad Avanza estaba muy débil, golpeada por haberse colocado en el segundo lugar, sin estructura ni dinero. Desde esa óptica, Macri-Patricia Bullrich salieron al rescate y le dieron vida, impulso.
De la vereda del oficialismo, todo hace suponer que Massa juega con ventaja y ahora puede captar gran parte del voto radical fuertemente enemistado con Macri. Massa está llegando a esta gran final con la ventaja inicial de siete puntos y como yapa el sacudón en la campaña de Milei. Él líder libertario tenía un concepto central que generaba mucha aceptación: llamaba a poner fin a la casta política. Con eso llegó al 30% del electorado, pero el pacto con Macri lo descoloca y tal vez muchos de sus seguidores se sientan defraudados y no dispuestos a votarlo.
Si armamos un escenario, la idea tradicional de la Argentina es que hay 40% de peronistas y otro 40% de anti-peronistas. La clave entonces pasaría por captar al 20% del medio. Milei tiene un camino muy difícil para convencer a este segmento que es más temeroso, más racional y que le tiene bastante miedo al menú del hombre de la motosierra. Para Massa, en cambio, es más fácil retomar por el camino que alguna vez transitó con cierta comodidad, que es la ancha avenida del medio.
Hoy la realidad está marcando dos planos: uno el político y otro el emotivo. En el político, se ve a Milei planteando kirchnerismo vs antikirchnerismo, tomando la consigna de Cambiemos. Del otro lado, Massa también pone sobre la mesa la idea de que la Argentina cambie, con un eje de gobierno de unidad nacional. En este plano hay gente que nunca votaría a un peronista o a un kirchnerista o a un populista. Pero están los del medio, que pueden ver mejor lo planteado por Massa.
Massa cuenta con mayor experiencia como candidato que Milei. Ya hizo una campaña presidencial, es un dirigente profesional, un animal político cargado de ambiciones que ya se sabe que va a estar y está muy activo y dispuesto a ganar como sea, activando más dispositivos del plan platita. Y del otro lado se ve a un Milei con muchos problemas para expresar ideas, se molesta ante lo mínimo, se pone nervioso ante las cámaras y muestra un carácter intemperante. Va a estar en juego cuánto pueden confiar los argentinos en alguien que por un hecho menor, puede llegar a salirse de caja. Eso ya está pasando.
La otra mirada es que Milei se desdibujó y, sobre todo, se quedó con los sectores más duros, en lugar de buscar a la franja más moderada, que suele desempatar estos desafíos.
Algunos creen que la decisión de Macri y Bullrich de apoyar a Millei explícitamente y de la manera que lo hicieron, es un error serio. Han expulsado totalmente a los moderados, a los que Raúl Alfonsín llamaba los demócratas. Es decir, que a pesar de que declaren que van a ser prescindentes, en última instancia van a votar en contra del que no quieren que sea presidente, es decir Milei. En ese sentido, Millei lleva las de perder.
Al principio de un balotaje, están los que apoyan al candidato que ya votaron, pero hacia el final, ya se piensa en qué voto, es decir a A porque no me gusta B. El macrismo puso a Milei lejos de los moderados, que es una cantidad importante del electorado. Esto se va a ir viendo con el tiempo, es decir, día a día.
Otro factor a tener en cuenta, es que Massa también rema en una corriente muy difícil donde aparece la falta de combustible como se vio en las últimas horas y muestra un país débil y flojo de reservas, la inflación galopante, el precio del dólar, el Chocolate gate, el yate de Insaurralde. No obstante estos problemas, Massa ha demostrado que tiene la piel de cocodrilo, aunque los factores que enumeramos son de importancia y pegan en el bolsillo de la gente
En el equipo de Massa afirman que lo peor que se puede hacer ahora es alentar el triunfalismo. En esencia porque piensan que el impacto negativo del caos opositor de los primeros días no es seguro que se mantenga y, porque, si se miran bien los números hubo una mayoría que votó por el cambio. El desafío para el tigrense es insistir en que él también es un candidato de cambio, alejándose de Cristina, con un plan económico en el que trabaja Roberto Lavagna y un grupo de especialistas y que en algún momento piensa poner sobre la mesa como una carta de salvación.
Por el momento la foto de la paridad en el voto aparece en el escenario. El peronismo se sostiene en la buena campaña de Massa, desarrollando sus condiciones personales, el aliento del triunfo de la primera vuelta, el apoyo de gobernadores e intendentes de todo el país como ejes importantes. Milei tiene como motor la vocación del cambio con la situación compleja que transita la Argentina y, aunque algunos piensen que no, tiene importancia el apoyo obtenido de Bullrich y Macri que representaron el tercer espacio más votado. La definición de los ejes que se debatan y que va a intentar instalar cada candidato como eje de la decisión del voto, la actuación de los candidatos, la evolución de las problemáticas del país son los principales factores que van a incidir en la evolución del voto. El escenario está abierto”.
En las tres semanas que faltan hay un trecho cargado de riesgos y hay se ve un Massa más entero para la recta final. No obstante, la moneda está en el aire", finalizó el analista.