09/05/2025 - Edición Nº3333

Politica

Contrapoder

Massa con la bala de plata del plan Lavagna

04/11/2023 | Sergio Massa tiene un plan bajo siete llaves. Lo está preparando Roberto Lavagna y se conocen algunas precisiones. Mirando al balotaje,las encuestas empezaron a hablar. Algunas dan cuenta de un triunfo del ministro de Economía y otras mencionan la posibilidad de un final cabeza a cabeza con Javier Milei.


por Jorge Joury *


En el camino hay escollos.La Argentina deberá pagar deuda por USD 12.000 millones hasta abril y Massa ya prepara una renegociación con el FMI. Los vencimientos entre el último bimestre del año y abril de 2024 obligan al próximo Gobierno a generar un puente hasta que comiencen a ingresar los dólares de la cosecha gruesa.

Los que conocen al tigrense saben que de imponerse en el balotaje, su voracidad política lo llevará a querer convertirse en el líder del peronismo, dejando a un costado al kirchnerismo, a La Cámpora y a quien se le interponga en el camino. 

En este contexto, tanto los sindicalistas como los gobernadores, ven venir en Massa a una segunda versión superadora y recargada a lo Néstor Kirchner, con suficiente expertise y poder de fuego como para instalar una nueva hegemonía populista para los próximos años.

En las últimas horas Massa recibió el apoyo del socialismo, que rompió la neutralidad y llamó a votarlo en el balotaje. Desde el PS aseguraron que Milei es "un riesgo mayor para la democracia y un profundo retroceso". 

"Vos vas a ser presidente, porque sos un hijo de p...", le dijo una vez Néstor Kirchner a Massa. Otro de sus consejeros clave cuando era jefe del Frente Renovador, fue Héctor Magnetto. El mandamás de Clarín le manifestó: "si querés ser presidente, tenés que volver al peronismo. En el país hay dos partidos: el partido peronista y el militar".

Massa es una máquina de trabajo y de acumular poder. No pierde tiempo y en esta etapa crucial, profundiza sus guiños al radicalismo y al ala moderada de Juntos por el Cambio Tiene sus razones, en el oficialismo creen que el pacto entre Javier Milei y el PRO provocó una “fuga” de votos.
Los asesores del tigrense a cargo de la estrategia electoral sospechan, de acuerdo a trabajos de opinión pública encargados por el oficialismo, que el pacto de Milei con Mauricio Macri y Patricia Bullrich genera dudas en la tropa libertaria y que el líder opositor pierde votos entre su propio electorado por haber hecho un pacto con la "casta" que él mismo criticaba.

El ministro de Economía va por todo y llenó el cargador de balas. Tiene una carta reservada en el mazo para salir de la crisis económica. Delegó en Roberto Lavagna la conversación directa con economistas para delinear un plan de estabilización económica que avanza a paso rápido,para poner en marcha el día después si se convierte en el nuevo inquilino de la Casa Rosada. 

Desde la vereda de la Unión Industrial Argentina de Daniel Funes de Rioja, se muestran ansiosos y buscan precisiones. Pero el candidato por ahora juega a las escondidas. Aún no quiere mostrar el juego por temor a que desde la oposición se los empiece a cañonear. 

Otro paso estratégico de Massa, fue invitar a la UIA a participar activamente de un Gobierno de unidad nacional, no solo a través de mesas de diálogo sino como funcionarios, tomando decisiones dentro del Gobierno. Los empresarios, según el ministro, aceptaron trabajar en la construcción y diseño de políticas públicas.

Luego de compartir la reunión con industriales,  Massa, le respondió públicamente a Patricia Bullrich, quien en las últimas horas había manifestado su deseo de que “explote todo”. En ese sentido, el ministro de Economía y candidato presidencial de Unión por la Patria, señaló que “cuando las cosas explotan, los que se lastiman son los argentinos, las empresas, los comercios, los ciudadanos, los laburantes”.

En cuanto al futuro gabinete, hay tres jugadores que pican en punta: Guillermo Michel, Lisandro Cleri y Leo Madcur. También trascendió que otra de las movidas sería un cargo destacado en el futuro gabinete económico para  Carlos Melconian.

Otro que suena, es el empresario Francisco de Narváez. El dueño de Chango Más es hoy una de las figuras de mayor gravitación en el entorno de Massa. Acompañó al ministro-candidato a los debates y encabezó el listado de aportantes privados a la campaña, con una donación de $10 millones. Su figura adquiere mayor peso que la de  empresarios alineados con Unión por la Patria, como pueden ser Marcelo Figueiras (Richmond), José Urtubey (Celulosa) o Claudio Drescher (Cámara Argentina de Indumentaria).

 “De Narváez ayudó mucho y va a ser parte del equipo”, confirman en el entorno del ministro de Economía. Hay quienes  mencionan al ex diputado, como un eventual jefe de Gabinete, pero no está claro que el ex diputado acepte volver a la arena política activa. Cerca suyo se desmiente que tenga intenciones de ocupar cargos ejecutivos. Sin embargo, es evidente que seguirá manteniéndose cerca. Nada mejor para un empresario que tejer buenas migas con jefes políticos de peso. Massa es experto en mezclar negocios con política y un ejemplo de ello son sus relaciones con el grupo Manzano-Vila.

Los lineamientos principales del programa a poner en marcha desde el 10 de diciembre, en caso de confirmarse la victoria del oficialismo en el balotaje, son tres: equilibrio fiscal, como mínimo, en 2024; rápida acumulación de divisas en el Banco Central, para lo cual se restringirá el acceso a dólares a empresas para cancelar deudas y todo otro uso de los billetes verdes que no sea prioritario para el funcionamiento de la economía, y medidas de impacto para torcer el rumbo de la distribución del ingreso, que el propio Massa reconoce que ha empeorado el último tiempo con decisiones que, asegura, se vio obligado a tomar por la magnitud de la crisis, como el programa de fomento exportador, que extendió los beneficios del dólar soja a todos los sectores que venden al exterior.

Por lo que se sabe, Massa y Lavagna están en contacto permanente para el armado del plan. El candidato de Unión por la Patria le asignó la tarea de coordinar los equipos y analizar las medidas que proponen, en primer lugar, los funcionarios de su núcleo más cercano, como Gabriel Rubinstein, Leonardo Madcur, Guillermo Michel, Lisandro Cleri y Marco Lavagna, que lo acompañan hace más de un año en la gestión. Pero Roberto Lavagna recibió la instrucción de incorporar propuestas de economistas del kirchnerismo que en este momento colaboran con el ministro del Interior, Wado de Pedro, y de los gobernadores peronistas, para darle la mayor solidez política posible a un plan efectivo que "no puede fallar".

Una de las prioridades, es resolver la cuestión cambiaria y estabilizar los precios, lograr el equilibrio o incluso superávit fiscal en 2024, juntar reservas e intervenir con decisión para restablecer una distribución del ingreso como la que había en los gobiernos de Cristina.

Se pone el foco en un plan de estabilización con condimentos heterodoxos importantes, que generen apoyo social y faciliten un gran acuerdo nacional para pasar de página después de casi una década de estancamiento o derrumbe de la economía.

"Roberto Lavagna tendrá mucho que ver en mi gobierno", anticipó Massa hace dos semanas en la mesa de Mirtha Legrand. En rigor, ese rol importante ya lo está ejerciendo como jefe coordinador para la elaboración del plan económico que avanza pero que se lo guarda bajo siete llaves. El candidato a presidente enfatiza que es fundamental evitar los errores que se cometieron al inicio del gobierno de Alberto Fernández, cuando los distintos espacios del Frente de Todos pugnaban por ocupar lugares e imponer ideas casi a cualquier precio.

Ahora Lavagna, que no aspira a ser ministro, ni Massa se lo está ofreciendo, tiene la función de armonizar las distintas posiciones. Todos le reconocen una autoridad mayúscula para la tarea, y con las medallas en la solapa, sobre todo por su intervención decisiva tras la crisis de 2001.
En ese sentido, un tema central de debate por estos días es la implementación o no de un desdoblamiento cambiario, para pasar de la veintena de tipos de cambio que existen en la actualidad a sólo dos: uno financiero, libre, para atesoramiento, viajes y pago de deudas, y otro comercial, administrado, para exportaciones e importaciones.

Massa le ha dado órdenes a sus espadas que nada debe moverse hasta el 19 de noviembre y hay que ponerle un escudo a la economía, cueste lo que cueste. 

No obstante, la mayoría de los analistas advierten en que para fin de año hay que esperar una nueva versión de un rodrigazo. Tiene que ver con la olla a presión que se gestó en la mayoría de las variables económicas: dólar, tarifas, combustibles y precios en las góndolas. Los faltantes en las estaciones de servicio, en supermercados y en otros sectores como materiales de la construcción en las últimas jornadas no hacen más que reflejar estas tensiones crecientes. Con los precios que intenta mantener artificialmente el gobierno es inevitable que aumente la escasez de productos.

Si gana las elecciones, Massa sabe que además deberá aguantar el mal trago que se viene para el verano, con renovada presión cambiaria y un importante aumento de la inflación, por lo menos entre diciembre y marzo. Según estima la mayoría de las consultoras privadas, el 2023 terminará con una inflación acumulada del 180%, mientras que para marzo o abril del año próximo podría ascender al 250% interanual.

En medio de una fuerte aceleración inflacionaria, las proyecciones indican que el último mes del año tendrá una emisión monetaria récord, que superaría los 2 billones de pesos. El motivo es el aumento del déficit fiscal y al mismo tiempo la suba de tasas de interés de las Leliq, cuyos vencimientos deberán ser afrontados por el Banco Central.

Hasta ahora, todo está muy quieto. A tal punto, que, sugestivamente, ni los piqueteros volvieron a salir a las calles. Pero en diciembre confluye el medio aguinaldo, pago de vacaciones y otras obligaciones que pegan duro en las arcas públicas, además del efecto cascada del denominado Plan Platita. El 2023 que viene asomando, no será la excepción, sino la versión recargada de todos esos excesos. En definitiva, será la factura que le pasará Massa al propio Massa, si es  elegido Presidente. 

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información y analista político. El 22 de noviembre de 2017, el Concejo Deliberante de La Plata lo declaró "personalidad destacada en el periodismo".