
por Redacción
En su último informe de perspectivas económicas proyectó un crecimiento del producto interno bruto (PIB) mundial de 2,9 por ciento en 2023, seguido de una leve desaceleración a 2,7 por ciento en 2024 y de una ligera mejora a 3 por ciento en 2025.
Se prevé que Asia continúe representando la mayor parte del crecimiento mundial en 2024-25, como lo hará en 2023, según el informe.
A medida que se moderen las presiones de costos, se espera que la inflación de los precios al consumidor disminuya gradualmente hacia los objetivos de los bancos centrales en la mayoría de las economías para 2025. Se espera que la inflación en los países de la OCDE disminuya de 7 por ciento en 2023 a 5,2 por ciento en 2024 y a 3,8 por ciento en 2025, mencionó.
"La economía mundial continúa enfrentando los desafíos del bajo crecimiento e inflación elevada, con una desaceleración moderada el próximo año, principalmente como resultado del necesario ajuste de la política monetaria en los dos últimos años. La inflación ha disminuido desde los máximos del año pasado. Esperamos que la inflación vuelva a alcanzar los objetivos de los bancos centrales para 2025 en la mayoría de las economías", dijo en un comunicado el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann.
"Para garantizar un crecimiento más fuerte, necesitamos impulsar la competencia, la inversión y las habilidades y mejorar la cooperación multilateral para abordar los desafíos comunes, como revitalizar los flujos comerciales globales e implementar acciones transformadoras sobre el cambio climático", añadió.
El informe de perspectivas presentó una serie de recomendaciones de política, subrayando la necesidad de continuar las políticas destinadas a reducir la inflación, reactivar el comercio mundial y adaptar la política fiscal para hacer frente a los desafíos de largo plazo.
Los efectos del endurecimiento de la política monetaria desde principios de 2022 son cada vez más visibles. Las tasas de interés oficiales parecen estar en su punto máximo o cerca de él en la mayoría de las economías. La política monetaria debe seguir siendo restrictiva hasta que haya señales claras de que las presiones inflacionarias se han reducido de manera duradera, indicó.
"Los gobiernos realmente necesitan comenzar a hacer frente los crecientes desafíos que se presentan a las finanzas públicas, particularmente el envejecimiento de la población y el cambio climático", señaló la economista en jefe de la OCDE, Clare Lombardelli.
"La economía global está lidiando con la inflación, la desaceleración del crecimiento y las crecientes presiones fiscales. Los formuladores de las políticas deben dar prioridad a la estabilidad macroeconómica, las reformas estructurales, las políticas fiscales inteligentes y la cooperación internacional para fomentar un crecimiento sostenible e inclusivo", añadió.