El PJ en llamas y asoma el Club del Helicóptero

Ignacio 'Nacho' Torres, gobernador electo de Chubut, en esa dirección fue contundente: "Tenemos que dar un mensaje de gobernabilidad para aquellos que hablan de un gobierno de cuatro meses".

En este contexto de intrigas y amenazas, en el PJ también escalan las tensiones. Hasta el liderazgo de Cristina está en tela de juicio y los pases de factura se multiplican. Cada vez son más los que alientan una depuración urgente para ordenar el partido.

Fiel a su estilo, tampoco Cristina Kirchner aplaudió a la nueva fórmula presidencial proclamada en la asamblea que presidió ella misma en el Congreso de la Nación.

A pesar de que Milei dijo que la única billetera que estará abierta es la destinada a auxiliar a los sectores populares que más sufrirán el ajuste, desde la oposición ya lo sentenciaron como el gran verdugo de los pobres. Le auguran días aciagos. La cola de detractores al nuevo gobierno es larga y va desde las Madres de Plaza de Mayo, los intelectuales progresistas, los gremios más combativos, los curas villeros y los movimientos sociales. Todos amenazan con levantar hogueras en las calles y pronuncian el mismo grito de guerra: ¡Resistencia a Javier Milei! El presidente que todavía no asumió y ya lo quieren desalojar de la Casa Rosada.

Estas presunciones, además están avaladas por una encuesta a nivel nacional, que señala que el 75% de los argentinos piensan que el PJ ejercerá una oposición destructiva a Milei. La empresa DC Consultores, cuyo titular es el licenciado Anibal Urios, mostró varios datos preocupantes relacionados con la gobernabilidad en la era del presidente electo Javier Milei, además de los referentes políticos que tienen chances de un regreso y aquellos que están más complicados. Mauricio Macri y Rodríguez Larreta tienen posibilidad de regreso a futuro, mientras que Cristina, Carrió, Manes y Massa la tienen complicada, reveló la muestra realizada sobre más de 3 mil casos.

Mucho del clima político tiene que ver con que tras la derrota electoral, el peronismo ha quedado herido de muerte y con el karma de no admitir la alternancia democrática. 

Hay voces que brotan tanto de los gremios estatales, como de los movimientos sociales, señalando que quieren que a Milei le vaya mal. Se trata de los socios del Club del Helicóptero, aquellos que siempre aportan su cuota de zozobra prometiendo agitar las calles, cuando  el nuevo gobierno aún calienta motores.

Francisco Paco Olveira, que es Miembro del Grupo de Curas en Opción por los Pobres a cargo de una capilla en Merlo, y desde su cuenta de red X tuvo una reacción difícil de entender y ajena al humanismo integral. Dijo: “Cómo ganó la opción que dice que *dónde hay una necesidad NO hay un derecho* , quiero pedirles a los votantes de Milei *coherencia* y por tanto que no se acerquen al comedor ni a ningún otro servicio que damos desde la Fundación Isla Maciel. Tampoco pidan nada”.

Luego de que el presidente electo Javier Milei adelantara su plan para la privatización de Aerolíneas Argentinas, el titular de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), Pablo Biró, también se expresó con dureza al respecto: "Si se quiere cargar Aerolíneas nos va a tener que matar".

Frente a los anuncios de eliminación de ministerios, privatización de empresas públicas y de medios públicos, los trabajadores estatales pusieron en marcha  un plan de lucha. En el Senasa ya decidieron frenar tareas por 72 horas, medida que afectará las exportaciones. En la mayoría de los ministerios y empresas del Estado, el criterio es ir hacia medidas unificadas y masivas.

Otro dato a tener en cuenta, es que hay rebelión en el PJ y entró en crisis la relación entre el formoseño Gildo Insfrán y Cristina Kirchner. "Esta es una nueva etapa en la que el peronismo está por definir su conducción política, acá se cayó todo el sistema", admitió el jefe del bloque de senadores peronistas, José Mayans.

Las versiones dan cuenta que Insfrán y Cristina discutieron antes de la última reunión de gobernadores peronistas a la que fue Guillermo Francos.

Hay que señalar que Insfrán preside el Congreso del PJ, organismo clave para definir políticas y cargos partidarios. Junto al santiagueño Gerardo Zamora, el chaqueño Jorge Capitanich y ahora el catamarqueño Raúl Jalil -el tucumano Osvaldo Jaldo todavía no se metió en temas nacionales-, integraba grupo muy alineado con Cristina y determinante a la hora de consolidar su poder hacia adentro del peronismo.

 No están claros los motivos de la tensión, pero en la discusión se habla de una supuesta intención de buscar lugares relevantes en la conducción del peronismo nacional para Wado de Pedro y Máximo Kirchner.

"Los gobernadores le van a cobrar a Cristina y La Cámpora la derrota ahora", se señaló en el entorno de Infrán.

En el PJ se vive un clima de zozobra. Son evidentes los pases de factura internos y las primeras voces críticas que preanuncian la llegada de un ciclo de renovación  que dejará muchos heridos en el camino. 

El intendente de Ensenada, Mario Secco, puso en el aire el primer desafío del que muchos deberán tomar nota :“Por la heladera vacía la gente nos dio una patada en el traste”. 

Las primeras señales del clima revuelto que se vive son contundentes: demandan que Máximo Kirchner deje la conducción del PJ bonaerense y Alberto Fernández, la titularidad a nivel nacional. 

La derrota en las urnas hace que se imponga un recambio. Fernando Gray, apartado abruptamente de la conducción del PJ bonaerense cuando en plena pandemia Máximo Kirchner exigió su lugar, fue el que tomó la iniciativa de solicitar una depuración inmediata. Reclamó en representación del PJ de Esteban Echeverría la renuncia del hijo de los dos presidentes a dicha conducción, alegando que “el peronismo no estuvo a la altura de las circunstancias en estas elecciones”.

En un documento escueto, de una sola carilla, Gray también le exigió dar un paso al costado a Alberto Fernández y les recordó, tanto a él como a Máximo Kirchner, que en 2009, cuando Néstor Kirchner perdió con su estrategia de candidatos testimoniales contra Francisco De Narváez, presentó la renuncia.

El cuestionamiento de Gray es apoyado en silencio por varios intendentes y dirigentes del peronismo bonaerense. De hecho fue uno de los temas discutidos en las últimas horas en una reunión con Kicillof, tras la catastrófica elección realizada por todo el peronismo unido más el apoyo de sectores radicales y de la izquierda nacional. 

Hay intendentes que sostienen que la conducción del PJ bonaerense debería quedar en manos de Axel Kicillof, que mantuvo en alto las banderas partidarias con su contundente triunfo en la Provincia. No obstante, en la gobernación sostienen que el mandatario "no quiere meterse por ahora en la pulseada partidaria, porque sus prioridades son conducir la provincia y cumplir con el mandato que le dio la gente".

Frente a la realidad actual, el gobernador aparece a todas luces en el escenario político actual como el posible líder de la oposición. Los intendentes bonaerenses, con los que se reunió en los últimos días, le pidieron que conduzca al espacio político nacional que, a partir del 10 de diciembre, pasará a tener el rol de oposición. El jefe comunal de Ensenada, Marico Secco, fue el encargado de llevar la voz cantante.

“Tiene que conducir. Tiene el coraje para hacerlo y llevar adelante una provincia sin los recursos que antes tenía de Nación. La verdad es que lo mejor que puede hacer es conducir el hermoso grupo que hemos logrado. 84 intendentes y el gobernador con una elección extraordinaria. Están todas las condiciones dadas para ir hacia adelante”, manifestó.

Un experimentado cacique bonaerense que peina canas y que respeta al Gobernador, pero sabe la interna que atraviesa en su distrito, le puso paños fríos al posible rol de Kicillof. “ Tiene que tener cuidado. Si asoma la cabeza, va a tener que enfrentarse con Máximo. Y nadie sabe cómo podría reaccionar Cristina. No le aconsejaría poner el dedo en el enchufe. No sé si tiene la vocación de poder para convertirse en líder y tener independencia de CFK”, se sinceró el vocero, quien aclaró que " el mandatario tiene tiempo para mostrar hasta dónde es capaz de flexibilizar su ambición política".

El alcalde Mario Secco es parte del nuevo dispositivo político de Axel Kicillof. Junto a Jorge Ferraresi (Avellaneda), Fernando Espinoza (La Matanza) y Andrés “Cuervo” Larroque (La Patria es el Otro) integran la "Mesa de Ensenada", a la que se sumará Julio Alak, nuevo lord mayor de La Plata. Ellos serán los estandartes de Kicillof, en un esquema de poder nuevo luego del escándalo que eyectó a Martín Insaurralde del gabinete bonaerense y como consecuencia de una desgastada relación entre el Gobernador y Máximo Kirchner.

Hay un sector de la dirigencia peronista que ve en Kicillof un posible presidente del PJ Nacional y cree que esa plataforma política puede servirle para poder consolidarse como el líder de la nueva oposición. Por eso el gobernador aparece como una opción viable en el que caso de que Alberto Fernández decida alejarse de la presidencia del PJ en el corto plazo. Aunque esa no parezca ser su voluntad por estas horas.

Pero también existen escollos para desalojar a Máximo Kirchner del trono bonaerense. Uno de ellos es que el hijo de Crtistina mantiene su cuota de poder, ya que consiguió a través de sus aliados más directos sumar 8 distritos para La Cámpora, entre ellos dos del conurbano como Hurlingham y Lanús, este último manejado, hasta diciembre, por Juntos por el Cambio. En total, hoy tiene la fidelización de doce municipios más aliados directos como Lomas de Zamora y Moreno, entre otros. Desde allí se alienta la resistencia a Milei y además seguramente se guarecerán  dirigentes que manejaron importantes cajas a nivel nacional.

Pero la  derrota nacional dejó en terapia intensiva al peronismo y hoy los reproches se reproducen como hongos venenosos. La dirigencia advierte, con absoluta naturalidad, que la estructura perdió verticalidad y que de aquí en más el debate sobre cómo debe reorganizarse el espacio los tendrá a todos parados sobre una línea horizontal. Hacia adelante hay un largo camino por recorrer y un puñado de liderazgos en pugna que se irán acentuando con el paso del tiempo.

En ese contexto, Alberto Fernández es otro de los señalados, a los que se le pone fecha de vencimiento.Tiene mandato vigente en el PJ hasta abril de 2025. Asumió en marzo del 2021, cuando la Argentina estaba golpeada por la pandemia y la intención de ese entonces era lograr que el espacio político se mantenga unido y fuerte para enfrentar la compleja situación económica y social que nacía de la extensa cuarentena. 

Pero los desaciertos políticos que cometió, el vacunatorio vip, el Olivos Gate y otras yerbas, acentuaron su vertiginosa pérdida de poder. Además, la derrota del oficialismo en las últimas elecciones donde no tuvo predicamento, le ponen un límite a su continuidad al frente del partido.
En el entorno presidencial sostienen que:“En principio la idea es que continúe hasta que termina el mandato”, además de aclarar que Fernández, tal como confesó en algunas entrevistas que brindó en los últimos días, tiene la intención de viajar a España para dar clases en universidades que ya lo convocaron, lo que no implica que se quede a vivir allí todo el año porque perdería la pensión como presidente.

También el poder de Alberto se fue licuando después de que Sergio Massa se erigió como el candidato a presidente de Unión por la Patria y acordó con los integrantes de la fórmula presidencial actual que se despegaran del centro de la escena, y fuera él quien comandara la campaña. Ese movimiento en el tablero electoral, no alcanzó para ganar las elecciones y dejó heridos a Fernández, Massa y a la propia Cristina Kirchner, a los que se considera "mariscales de la derrota".

En gran medida esa falta de conducción es la que lo deja muy debilitado a Fernández para seguir siendo el presidente del PJ. “Es poco serio que siga al frente del partido. Estuvo cuatro años y no hizo nada. Que renuncie o que tome licencia”, sostuvo un histórico dirigente del peronismo bonaerense. Y agregó: “Dijo que quiere tomar distancia e irse a España. No puede seguir en el PJ”.

En el interior del peronismo la convicción es que Fernández “no tiene autoridad política” para seguir como capitán del barco partidario. Mucho menos teniendo en cuenta que su mandato presidencial termina el 10 de diciembre. Sostienen que el espacio político está dinamitado y no puede ser un punto de encuentro para todos los sectores que en la actualidad conviven bajo el techo del oficialismo.

“A la larga Alberto tiene que tirar la toalla en el PJ. Es demasiado tiempo esperar hasta abril del 2025 para renunciar. La mayoría de la dirigencia lo quiere ver afuera. "O pide una licencia o renuncia”, sintetizó un vocero que conoce bien a los generales partidarios y la mecánica que se mueve cuando el que está arriba de todo está debilitado y encerrado en un laberinto sin salida.

Es probable que la presión para que Fernández deje la presidencia del PJ aumente con el correr de los días. La opción de la licencia abre el juego a una sucesión jerárquica que en un sector del peronismo no genera disgusto. La vicepresidenta primera es Cristina Álvarez Rodríguez y el vicepresidente segundo es Axel Kicillof. Dos kirchneristas estrechamente ligados a Cristina Kirchner, que se mantiene en silencio y que aún no se sabe qué rol tendrá en los meses que vienen y qué plan de supervivencia está pergeñando.

Las primeras espadas de Kicillof aconsejan que hay que esperar que pase el verano. Se trata de aguardar y ver qué pasa en los famosos primeros 100 días del gobierno de Milei y a la vez, dejar que decante por sí solo el futuro de la conducción del peronismo. “Cuando el camión anda, los melones se acomodan”, dice el refrán que refleja en parte el sentimiento de la mayoría de los dirigentes.

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información y analista político. El 22 de noviembre de 2017, el Concejo Deliberante de La Plata lo declaró "personalidad destacada en el periodismo".