
por Fabricio Moschettoni, editor de Impulso Baires. Twitter @FMoschettoni
El presidente electo Javier Milei presentó a la “fórmula de Juntos por el Cambio” integrada al gobierno de La Libertad Avanza, y así lo refirió en un comunicado de su oficina dando una connotación política en donde demuestra fortaleza y liderazgo.
Si bien es un hecho político inédito que un presidente electo incorpore a una fórmula completa con la que compitió en las elecciones generales, más allá de que luego fue estratégico su apoyo para que pueda imponerse en el balotaje, los casilleros que van a ocupar Patricia Bullrich como ministro de Seguridad y Luis Petri como ministro de Defensa, son el traje perfecto para ambas figuras.
Claramente Bullrich y Petri arriesgan al aceptar el desafío, porque en la ejecución de políticas de seguridad y de defensa hay más costos que beneficios, o sea que Milei no solo dio un mensaje político claro de contención al electorado de Juntos por el Cambio que sumó mediante esos dos dirigentes, sino que además puso sobre la mesa una muestra de confianza absoluta.
Patricia Bullrich pasó por la gestión en Seguridad y tuvo un desempeño impecable en temas como lucha contra el narcotráfico, control absoluto de las fuerzas de seguridad interior, y además se ganó el reconocimiento mundial cuando garantizó la mejor organización de la seguridad de un G20 en todas sus ediciones. Además, agrega como valor que al salir de la gestión mantuvo activo al grupo de técnicos que la acompañó, y algunos de ellos se siguieron formando internacionalmente, mantuvieron contactos con fuerzas de seguridad de otros países, participaron de capacitaciones e intercambio de experiencia. Es tan profesional el grupo de seguridad de Bullrich que ningún nombre de sus componentes trasciende en el escenario político cotidiano, sino que tienen un trabajo silencioso y disciplinado.
Petri tiene todo un historial abocado a temas sensibles de la seguridad y la defensa por sus pasos en comisiones como comunicación e informática, justicia, legislación, prevención de adicciones y lucha contra el narcotráfico, y seguridad interior. O sea que el referente radical mendocino se especializó en temáticas muy afines a la función que va a ocupar, y además siendo Bullrich ministro y él legislador nacional articularon varias acciones legislativas.
Es la primera vez en la historia democrática del país que se piensa un criterio de seguridad y de defensa con la misma mirada, y es posible que esa pueda ser una de las claves para el buen desempeño en la función.
El mundo actual presenta una concepción especial de la geopolítica que impone la agenda de la seguridad pública en primer lugar en todos los países. Una geopolítica que dista mucho de los elementos que la vieron nacer con criterio analítico en principios del siglo pasado o fines del XIX, porque a partir de la Primera Guerra Mundial se fueron incorporando visiones que van más allá de los escenarios de tierra y mar, sino que se sumaron las vías aéreas, el escenario cibernético e incluso en la contemporaneidad el intento de manipulación directa de la mente de las personas a partir de inteligencia artificial o el manejo de lo emocional.
Hace décadas que al mundo lo tenemos que comprender con una mirada diferente a la que se usaba atada a los modelos surgidos desde la física clásica, porque es muy difícil que con lo lineal podamos predecir el futuro teniendo en cuenta datos del pasado; por el contrario, hace un tiempo que se lo hace con criterios surgidos desde la física cuántica en donde impera la volatilidad, la incertidumbre, la complejidad y la ambigüedad.
Pocos días antes de la invasión rusa a Ucrania escasos analistas la lograron predecir, y apenas Estados Unidos emitió una advertencia cuando la misma estaba en curso, y una vez producida fueron muy pocos los que dijeron que se iba a prolongar tanto tiempo. Un elemento más lo suma que las propias fuerzas militares rusa ni siquiera comprendieron al principio el sentido global de su misión. El atentado del terrorismo de Hamas contra Israel era de contemplación constante en la seguridad, aunque también los criterios de inteligencia fueron sorprendidos y el hecho sucedió en el momento menos esperado. Y así van a darse eventos similares en los próximos tiempos, en donde muchos se van a desarticular y quedarán en una amenaza, pero otros lamentablemente se concretarán.
Por su parte, la economía mundial presenta nuevos escenarios. Hoy hay un mundo de la economía digital manifestado por criptomonedas y otros activos que hay que entenderlo porque tiene beneficios, pero también puede ser un colador para que ingresen a fondearse organizaciones terroristas o narco criminales.
La explotación inadecuada de los recursos naturales en la evolución de las revoluciones industriales está dando señales de un cambio climático que hay que interpretarlo como de difícil reversión por lo que los países deben adecuarse con sus políticas internas y mirada externa para subsistir.
El COP28 celebrado en Dubái sorprendió con la apuesta de una veintena de países para utilizar la energía nuclear a nivel global hacia 2050 y disminuir la utilización de combustibles fósiles. Hay que empezar a derivar estas cuestiones a las agendas de la seguridad y defensa de las diferentes naciones, porque en el futuro habrá disputas que se van a acentuar en la lucha por los recursos estratégicos.
La mirada de la agenda global de la seguridad y de la defensa también tendrá que estar atada a la discusión nuclear. Hoy hay ocho países con arsenales nucleares reconocidos, pero es necesario conocer sus movimientos y que no haya trasferencia de estos a sus aliados o a enclaves. Esos países nucleares son EEUU, Rusia, China, Francia, Reino Unido, India, Pakistán y Corea del Norte. El equilibrio se puede romper en los próximos tiempos y nuevos escenarios sumamente conflictivos se podrán suceder. La mirada puesta en la posible utilización de armas nucleares debe estar más allá de los países acordados, y al respecto se deben crear nuevas hipótesis que contemplen la actuación de organización no estatales.
El mundo por venir presenta nuevos actores con renovados liderazgos. China apostó al comercio, la finanza, la economía, la tecnología y la matemática, y además a una reconversión de su cultura hacia el exterior para tener un crecimiento que parece imparable y que según diferentes modelos podrá ser la primera potencia indiscutida entre 2030 y 2050; Estados Unidos viene perdiendo liderazgo no solo mundial sino continental, mientras que el continente europeo se seguirá envejeciendo y en 2050 habrá más personas mayores que jóvenes. El 25% de la población mundial en 2050, o sea 2500 miillones de personas, es probable que sea africana según Nacionales Unidas.
Todos esos modelos se rediscuten constantemente y bajo una mirada VUCA se puede entender que de un momento a otro se modifiquen determinadas variables o aparezcan algunas nuevas y la realidad sea otra, y por lo tanto los desafíos hacia adelante son inmensos.
Este mundo que se reconfigura todo el tiempo presenta problemas para la seguridad púbica de los países desarrollados, pero también de los periféricos. El terrorismo internacional, el narcotráfico, la trata de personas, los problemas migratorios, el fondeo de actividades ilícitas no tienen fronteras y son globales.
La seguridad y la defensa deben ser prioritarios para cualquier nación, y la mirada no debe ser una cuestión del momento sino de proyección y de imaginar todo el tiempo modelos de escenarios próximos.
La dupla elegida por Milei para la seguridad y la defensa nacional tienen capacidad de comprender esta agenda, y es posible que en la actualidad sean los equipos que mayor grado de probabilidad ofrezcan para evitar incidentes graves.
En los próximos tiempos veremos si estamos en la razón o equivocamos la mirada.