
por Redacción
El liderazgo bonaerense de Maximiliano Abad en la UCR viene cuestionado por intendentes y diferentes referentes, incluso dicen que usó la lapicera para beneficio propio en el último cierre de listas y garantizó un armado parcial desde la presidencia del Comité Provincia.
En el día de ayer la debilidad del legislador oriundo de Mar del Plata quedó certificada en la Cámara de Diputados bonaerenses cuando quedaron plasmadas dos bancadas. Por un lado, Abad alentó el armado “UCR + Diálogo” e impuso a su hombre de confianza, Diego Garciarena en sociedad con el espacio del senador Martín Lousteau, que ingresó a Pablo Dominichini como vicepresidente para reunir siete legisladores más dos que se anexaron en un acuerdo con el diputado nacional del Pro, Emilio Monzó. Y por el otro aparece el platense Claudio Frangul como jefe de bancada para el rótulo “UCR Acuerdo Cívico”, apoyado por el diputado nacional Facundo Manes, el intendente de Tandil, Miguel Lunghi, y al que se sumó una representante del Partido GEN, que a nivel nacional lidera Margarita Stolbizer.
Frangul fue varias veces concejal de La Plata y es electo diputado provincial hace dos años impulsado por el mismísimo Maxi Abad, quien para eso dejó de lado al armado de sus más leales, como son Raúl “Turco” Cadaá y el ex legislador Sergio Panella.
“Junto a los diputados provinciales Matías Civale, Nazarena Mesías, Viviana Dirolli y Julio Pasqualín de la Unión Cívica Radical y Natalia Dziakowski del GEN planteamos la decisión de formar el bloque al que denominamos “ACUERDO CÍVICO (UCR-GEN)””, dijeron desde la bancada liderada por Frangul.
Agregaron: “con este gesto estamos tratando de dar un golpe en la mesa. Venimos de un proyecto eleccionario en donde "Juntos por el Cambio" no resultó competitivo. Somos coherentes con el rol que nos dio el electorado con el resultado de la elección de 2023 en donde pasamos a ser oposición”.
“A pesar de que manifestamos nuestra voluntad de unidad, la integración de la fórmula que compitió por Juntos al gobierno que asumirá en pocos días nos lleva a plantear que no se puede ser gobierno y oposición a la vez”, agregaron.
“Desde nuestro rol como oposición, nos comprometemos a discutir lo que se tenga que discutir y a garantizar la gobernabilidad tanto de los 28 municipios que administra la UCR y el GEN, como del gobierno provincial”, indicaron.
En tanto, este "golpe en la mesa" que dieron los presididos por Frangul puede tener más derivaciones, como por ejemplo un posible acto en la ciudad de La Plata que le de un sello distintivo, o incluso se habla de un armado del que podria tener alta exposición en diputado nacional electo, Pablo Juliano (manista puro), para prepararlo como posible candidato a intendente dentro de cuatro años. "Juliano es un joven dirigente muy bien formado, y posiblemente pueda dar pelea por la intendencia de La Plata, y Frangul en eso es un jugador clave", destacó una fuente del sector.
En tanto, Diego Garciarena, es un dirigente impulsado por Abad y que durante la campaña última recibió cuestionamiento por su pasado kirchnerista como edil de Mar del Plata.
Hay que ver si esta movida abrupta en el radicalismo provincial termina en una nueva ronda de diálogo y unificación de bancada o luego se trasladará a la próxima pelea por la conducción partidaria en donde referentes como el intendente tandilense Lunghi o el propio Frangul buscarán un nuevo rol del centenario partido, posiblemente reflotando el viejo Acuerdo Cívico, sociedad que habían compartido con el GEN, la CC de Elisa Carrió y el socialismo.