01/05/2025 - Edición Nº3325

La Plata

Análisis radial

"La CGT con el plan de golpear para negociar", señaló Jorge Joury a la FM 98.9 y Pinamar TV

28/12/2023 | "La CGT amaga, pero no le pone fecha a un paro general. En su protesta multitudinaria de ayer frente a los Tribunales la dirigencia gremial mostró que está buscando golpear para negociar antes que cruzar de vereda y paralizar el país". Así lo señaló el periodista Jorge Joury, en su columna en el programa "A las cosas por su nombre", que conduce Hugo Manzo por la FM 98.9, COAST y Pinamar TV.


por Redacción


El analista añadió que:"Ayer volvió a ganar el protocolo de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich quien sumó otro punto en su haber. Hubo sólo algunos incidentes aislados de grupos de izquierda, pero fueron rápidamente contenidos por un verdadero ejército de policías. 
En definitiva, la central obrera limitó su protesta contra el DNU, marginó a los piqueteros y acató el protocolo oficial, pero en las próximas horas dará un paso más cuando decida un plan de lucha sin fecha como herramienta de presión para seguir negociando.
La CGT ayer fue cuidadosa, hizo su protesta callejera contra el DNU de Javier Milei de manera limitada, masiva y pacífica, pero en medio de la movilización sus dirigentes se enteraron de que un juez laboral había rechazado la medida cautelar que se había presentado para tratar de frenar la reforma laboral del Gobierno.
Si bien la resolución judicial apuntó a una cuestión formal, que es el hecho de que el DNU aún no está vigente, refleja el tamaño del dilema que afronta el gremialismo ante un gobierno no peronista que se muestra dispuesto  a tomar decisiones sin el condicionamiento del poder sindical. Lo curioso es que la CGT salió a la calle pese a que Milei no se propone embestir contra los sindicalistas y que mantiene un diálogo reservado con ellos desde que ganó el balotaje ante Sergio Massa.
¿Qué falló, entonces, en la relación entre el Presidente y la central obrera? Uno y otro asoman como  dos boxeadores midiendo sus fuerzas en un primer round exploratorio. Milei avanzó con una reforma laboral que propone cambios más en sintonía con los reclamos de los empresarios, pero sin poner en jaque al modelo sindical argentino, como una concesión a la supervivencia de los líderes gremiales. Y sumó en el DNU algunas medidas laborales que, según admiten en los despachos oficiales, fueron incorporadas como elemento de presión para obligar a negociar a la CGT.
El Gobierno recibió un guiño del jefe del gremio de Comercio, Armando Cavalieri, que manifestó su adhesión a los cambios en las indemnizaciones que impulsa el presidente, incluidos en el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU)Lo hizo tras una reunión del gremialista con la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, y el secretario de Trabajo, Omar Yasin.
El gremialista expresó su adhesión a la figura ‘Fondo de Cese’, incluida en el DNU 70, que establece un sistema de cobro de indemnización inmediato y justo, a fin de poder hacer frente a futuros despidos. 
Hubo un cambio de frente en el diálogo con la CGT. De los contactos reservados de Guillermo Francos, ministro del Interior, el diálogo con la central obrera pasó a Omar Yasín, secretario de Trabajo. Hoy, podrían moderarse algunos aspectos de la reforma laboral cuestionados por el sindicalismo a través de la reglamentación del DNU. Habrá que ver si esto alcanzará.
A ninguna de las dos partes le conviene una ruptura a sólo 17 días de comenzado el Gobierno. La CGT siente que hizo lo que tenía que hacer, sobre todo para intentar dejar en el pasado sus cuatro años de pasividad ante un gobierno peronista que empeoró la economía y desmejoró los salarios. Recién ayer  Omar Plaini del gremio de Canillitas reconoció: “En el final del gobierno de Alberto Fernández podríamos haber sido más exigentes”. Y por eso la central obrera encuadró su estrategia en el viejo lema que hizo famoso el líder de la UOM Augusto Timoteo Vandor en los años 60: “Golpear para negociar”. Tras las negociaciones frustradas, la cúpula de la CGT -dialoguista hasta la médula- decidió una marcha a Tribunales que finalmente fue un acto sin movilización, sin oradores ni mucho esfuerzo en sacar a sus bases a la calle. “Algo simbólico”, como definió un jefe cegetista.
Por eso mismo fueron excluidos los piqueteros de la organización del acto y algunos dirigentes de la CGT rezaron para que la izquierda, que no fue invitada pero estuvo igual en Tribunales, quedará neutralizada en la postal callejera  sin que prendiera su consigna: “Paro general ya”. También por ese mismo cuidado se pidió autorización al gobierno para hacer su protesta y se cumplió con llamativo esmero el protocolo antipiquetes de Patricia Bullrich y Waldo Wolff, hasta el punto de que en medio del acto se pidió permiso al gobierno porteño para ampliar el perímetro permitido y evitar incidentes ante la llegada de muchos más manifestantes de los que se esperaban. Los observadores creen que ese fue el primer golpe de la CGT para negociar con el Gobierno no sólo la eliminación o la moderación de algunos puntos de la reforma laboral sino también definir la forma que adquirirá la relación que tendrán. Por algo Gerardo Martínez, líder de la UOCRA y cerebro de la estrategia cegetista, al terminar el acto en Tribunales insistió en que el DNU es inconstitucional y enseguida pidió que Milei conforme una mesa de diálogo tripartita, junto con los empresarios, para mitigar los efectos del duro ajuste.