13/05/2025 - Edición Nº3337

Sociedad

Salud pública

Quilmes: “Se atienden 180 personas al día por dengue, estamos desbordados” cuenta licenciada en Enfermería del Hospital Dr. Isidoro Iriarte

10/04/2024 | La licenciada en Enfermería de la UNQ y trabajadora del Hospital Dr. Isidoro Iriarte de Quilmes relata el día a día de la epidemia en el contexto de desfinanciamiento.


por Redacción


 Argentina atraviesa una epidemia de dengue sin precedentes: récord de contagios y muertes, ausencia de repelentes, la salud pública desfinanciada y una vacuna disponible solo para quienes pueden pagarla. En este contexto, vale preguntar: ¿cómo es el día a día dentro de un hospital? ¿Cómo llegan quiénes presentan síntomas? “La situación está desbordada, la gente tiene mucho miedo y se presenta ante el mínimo indicio. Hoy por hoy se atienden cerca de 180 personas por día”, relata María de los Ángeles Pezet, enfermera del Hospital Zonal General de Agudos Dr. Isidoro Iriarte de Quilmes, a Luciana Mazzini Puga, de la Agencia de Noticias Científicas de la UNQ.

De la ciudad de Berazategui, Pezet –o Tatti, como le dicen desde su entorno– se graduó a sus 52 años como licenciada en Enfermería de la Universidad Nacional de Quilmes. Cuando ella tenía 45, su mamá falleció por cáncer de mama; así describe la situación: “Sentí una impotencia tremenda porque no pude hacer nada, ni siquiera una internación domiciliaria para cuidarla yo. En ese momento decidí estudiar enfermería, con todas las dudas de si iba a poder por mi edad y porque había gente mucho más joven”. 

Desde que se recibió trabaja en el hospital público Dr. Isidoro Iriarte de Quilmes, donde atravesó la pandemia de coronavirus y ahora la epidemia del dengue. “Los médicos se quedan hasta cuatro o cinco horas después de su horario de salida para atender a todas las personas. Los pacientes que presentan síntomas claros, se les diagnostica dengue y se los envía a hacer reposo total y tomar paracetamol, mientras se los controla con estudios de laboratorio; a otros que presentan sangrado y corren grandes riesgos de tener hemorragias, se los deja internados”, detalla.

Cuando una persona tiene síntomas de dengue, los médicos deben realizarle estudios de laboratorio para verificar en qué estado se encuentran las plaquetas en sangre y el sistema inmunológico del paciente. Según cuenta Pezet, cuando las personas no presentan sangrados –por ejemplo, al lavarse los dientes–, estos estudios se realizan una vez que la enfermedad ya avanzó al menos cinco días; mientras que, a aquellos que sí tienen esta sintomatología se les realizan dos o tres estudios. 

“Todas las personas están controladas, las que están en el hospital y las que están en sus casas, pero hay que pensar esto en contexto. El gobierno decidió reducir gastos por lo que debemos cuidar los insumos. Si hacemos tres estudios de laboratorio a cada persona que viene, llegará un momento en que estos insumos se acaben. Entonces, si el paciente no tiene sangrado pero sí presenta otros síntomas, se considera que tiene dengue, se le manda a hacer reposo y se espera la evolución para después hacerle el estudio de laboratorio. Ahora bien, si tiene sangrado se le hacen más estudios”, explica la enfermera a la Agencia.

El ajuste

Pezet trabajó también durante la pandemia en el hospital público de Quilmes, primero realizando hisopados y luego en el área de internaciones. “Fue muy duro, personas conocidas y desconocidas se nos morían en las manos y no podíamos hacer nada porque no había vacunas aún. Recuerdo el miedo por contagiar a mi papá o a mi hija, o preguntarme qué más se hubiera podido hacer para salvar la vida de algún paciente”, rememora.

Su ingreso al hospital fue a partir de las prácticas que debía hacer como parte final de su carrera que cursó en la Universidad Nacional de Quilmes. “Si no hubiera estudiado en una universidad pública, no hubiera podido hacerlo en ningún lado por cuestiones económicas y de horarios. También me inquietaba ser una persona grande y tener compañeros tan chicos pero, en ese sentido, me contuvo y me acompañó la directora de la carrera, Karina Espíndola, dice a la Agencia.

La situación actual de desfinanciamiento acorrala a Pezet (como a tantos otros) por ambos frentes, el de la salud pública y el de las universidades nacionales. Con respecto a esta última, reflexiona: “Me decepciona mucho todo lo que está sucediendo. Me preocupan principalmente los más jóvenes que no ven un futuro certero; yo he visto pasar muchos gobiernos y sé que una vez más tendré que ajustarme pero los jóvenes están pensando qué hacer de su vida”.

Y agrega: “Trato de ser optimista y espero que se revierta la situación pero con los recortes no lo veo así. No veo algo bueno en sacarle a las personas la posibilidad de estudiar y atenderse en un hospital público”.

Nota completa en la web de la Agencia de Noticias Científicas de la Universidad Nacional de Quilmes.

Foto Hospital Zonal General de Agudos Dr Isidoro Iriarte. Créditos Facebook del hospital/ Vía nota original de UNQ