18/06/2025 - Edición Nº3373

Politica

Una mirada sobre el escándalo

Espías, probables contratos llamativos, y millones de alimentos acumulados en el país del hambre

31/05/2024 | El gobierno del presidente Javier Milei cruje, mientras el mandatario está realizando un nuevo viaje por el exterior. Escándalos de espías que se llevaron puesto a un Jefe de Gabinete y a la cúpula de la AFI, más de cinco millones de alimentos acopiados mientras el hambre avanza, y probables contratos abultados en un área sensible, plagaron de nubes el horizonte libertario. ¿República o stalinismo?


por Fabricio Moschettoni, editor de ImpulsoBaires / Twitter @FMoschettoni


El caso del despido del secretario de Niñez y Familia, Pablo de la Torre, amenaza con ser el inicio de un escándalo mayor, de una magnitud impensada hasta en el propio gobierno nacional. No solo sería el probablema de un supuesto incumplimiento de las tareas de funcionario público, por dejar millones de kilos de alimentos a punto de vencerse, lo que afectó al dirigente, sino una investigación sobre supuestos contratos de personal en su área por un convenio internacional, como lo contó de una manera cruda y sin anestesia, el periodista Jonatan Viale, por TN.

¿Fue de la Torre un chivo expiatorio? Aún no se sabe, aunque se empezaron a filtrar comentarios dentro del mismo gobierno que sostienen que en varias áreas que dependen del ministerio de Capital Humano, a cargo de Sandra Pettovello, funcionaría una especie de “loteo”, o sea, una entrega de dependencias a grupos de poder determinados para que ejecuten políticas a su antojo sin que nadie controle. Por esa razón, tal vez, ya van casi cuarenta funcionarios que fueron eyectados.

El escándalo de Pablo de la Torre podría traer consecuencias políticas, porque terminó afectado su hermano, el senador bonaerense Joaquín de la Torre, ex intendente de San Miguel, y dirigente muy cercano a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, funcionaria a la que, en varios círculos oficiales, la están monitoreando porque llamativamente fue acumulando demasiado poder interno, y de hecho, tiene a un ejército de referentes políticos de su armado como funcionarios que han podido nombrar a una buena cantidad de dirigentes territoriales.

Pero volviendo a la expulsión de Pablo de la Torre, el canal TN y su portal de internet, fueron los que tiraron una bomba de impresionante magnitud por esa investigación sobre probables contratos externos, mediante un convenio con la Organización de Estados Iberoamericanos. El canal de noticias detalló alrededor de cien contratos con sueldos elevados, y el problema es saber qué se hizo con esas designaciones si es que efectivamente existieron, y sobre todo cómo se afectaron los recursos.

De todos modos, los convenios de ese tipo son absolutamente legales y el Estado los viene haciendo de manera reiterada, pero hay algunas cuestiones que hicieron que el propio Gobierno ordenara una investigación, y por eso se elevó el caso  a la Oficina Anticorrupción, y allí se está haciendo una investigación para establecer si existió lo que se denuncia, o por el contrario no pasó nada de eso. 

El periodista Manuel Jove, de TN, dio detalles que le dan más dramatismo al asunto, al nombrar a un funcionario que habría sido el que declaró y contó el supuesto procedimiento, pero fue más allá al sostener: “en el entorno de De la Torre dicen que fue ‘apretado’ por custodios de la ministra (Pettovello) y encerrado por cuatro horas para que diera esa declaración”.

Si además de todo, hubo un “apriete” para que se haga una denuncia, la cuestión puede terminar derivada en una colisión de planetas en donde podría llevarse puesto al mismo gobierno, sobre todo, si este modus operandi se asocia al supuesto espionaje sobre ministros, que se mencionó como factor importante para separar al ex jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y a la cúpula de la AFI.

¿Existen aprietes de esa magnitud en el Gobierno libertario?, ¿Hubo realmente escuchas y seguimiento de ministros por parte de la AFI y ordenados por el Jefe de Gabinete echado? Por ahora se trata de preguntas medulares que no tienen respuestas.

Por el lado del supuesto espionaje, que quedó tapado ahora por este nuevo escándalo, es preciso que la situación no quede solo con renuncias o despidos. El Congreso, mediante las comisiones que siguen las tareas de inteligencia, debe activarse y hacer una investigación profunda sobre la situación, porque además hasta se comprometió, en distintas versiones, el supuesto manejo de fondos reservados para tareas que no son propias del Estado.

Es momento que el Congreso, en Diputados y en Senado, dejen de hacer circo, y empiecen a convocar a ministros y funcionarios del Poder Ejecutivo Nacional para que rindan cuentas sobre temas demasiado explosivos como los que se han expuesto, sobre todo los vinculados con el manejo de la inteligencia en la AFI.

El mundo liberatario está teniendo un costado peligroso. El supuesto espionaje, el manejo de contratos de manera discrecional, utilización de fuerzas de seguridad con mentalidad represiva, intentos de acallar a la prensa mediante aprietes económicos, son parte de una mentalidad stalinista, y es una cuestión que el Gobierno, si se cree republicano y liberal, tiene que empezar a cambiar.

¿Qué sigue, afectar los derechos individuales, o cargar con toda la fuerza sobre la libertad de prensa?