01/05/2025 - Edición Nº3325

Politica

Contrapoder

¿Lo tenían a Massa?: Sale a la cancha para evitar que pulvericen al peronismo

22/06/2024 | Los políticos ambiciosos siempre se reciclan y Sergio Massa es uno de ellos. El tigrense, tras un largo silencio y después de pasar a cuarteles de invierno por la derrota, se prepara ahora para salir a la cancha. Quiere evitar la pulverización del peronismo y volver a enfrentar a Javier Milei.


por Jorge Joury*


También apunta a no perder espacio frente a Axel Kicillof, el dirigente que hoy mide mejor en la grilla de preferencias peronistas y que también tiene apetencias presidenciales.

Sergio Massa es un animal político, un estratega que permanentemente deambula por los túneles de la política nacional. Se muestra efusivo cuando su discurso lo demanda, mediador cuando se siente árbitro de la contienda, canchero ante la posibilidad de demostrar su capacidad de oratoria y conocedor de los puntos débiles de sus enemigos que, según lo que le convenga al líder del Frente Renovador (FR), pueden convertirse en amigos.

Massa dice por lo bajo a sus primeras espadas que "Cristina ya fue" y que él aún es joven para volver a intentar sentarse en el sillón de Rivadavia. El líder del Frente Renovador, que arrastra la carga de un fracaso cuando le tocó timonear la economía, se quedó con la sangre en el ojo en la última elección y quiere revalidar títulos con otra propuesta esperanzadora, además de profundizar los cuestionamientos del peronismo al Gobierno. Su idea es asumir un nuevo liderazgo ante el silencio de Cristina. 

Después de seis meses de gestión libertaria, el ex candidato presidencial ha tomado nota de las cuestiones que le preocupan a la gente y prepara su artillería dialéctica para salir a pegar con el aumento del precio de los combustibles y de las tarifas de luz y gas. La suba de las prepagas, la baja de la inflación de la mano de un ajuste muy severo, el aumento de la pobreza y la multiplicación de los despidos, son otras de las cuestiones donde piensa arremeter contra el gobierno. 

Massa quiere exponer su mirada sobre los vaivenes de la política argentina con datos certeros. Vender ilusiones y estimular el populismo con repartir dinero, está convencido que le salió caro y lo pagó en las urnas. El asesor catalán Antoni Gutiérrez Rubí, que lo acompaña hace varios años y fue el puntal de la última campaña presidencial del peronismo, le aconsejó por el momento parar la pelota y controlar la ansiedad. Le indicó esperar un poco más, porque Milei aún cuenta con un alto nivel de aceptación que supera el 50%. La semana que viene ambos se reunirán en las oficinas de la Avenida Libertador, donde opera Massa, para evaluar los pasos a seguir.

El ex ministro de Economía se sale de vaina por confrontar. Les dice a los dirigentes con los que se reúne que nota un cambio en el ánimo ciudadano y que la calle se va calentando porque a la gente el dinero no le alcanza. Cree que el tiempo de Milei se va agotando. En el plano político y ante la falta de conducción, hay muchos dirigentes que le piden que fije una posición crítica con datos certeros sobre los pasos del gobierno y se convierta en el representante de un peronismo moderado en la trinchera opositora, como cuando eligió tomar por la amplia avenida del medio. 

Para que su palabra vuelva a tomar valor y el camino de la reivindicación sea corto, con la experiencia adquirida  de su paso por el Anses, Massa quiere enarbolar la bandera de los jubilados. Está convencido que por ese camino puede probar fácilmente como Milei les licuó sus haberes a los abuelos para practicar el ajuste.

Massa para el mes próximo tiene pensado presentar su libro junto al escritor Jorge Asis. En ese texto, cuenta la experiencia de su paso por el Palacio de Hacienda. Esa sería una reaparición pública con fecha, lugar y hora. 

El tigrense, que se parece a un tiburón cuando huele sangre, imagina en el corto plazo un escenario complejo para el Gobierno, con la inflación creciendo en los próximos dos meses. Ve el atraso cambiario como una espina que puede terminar obligando a una devaluación, la postergación de la salida del cepo por falta de reservas y una nueva etapa de sequía, que podría golpear con fuerza al campo y, en consecuencia, a las arcas del Estado. Menos dólares para sostener el plan económico. Sostiene que no hay ningún signo de recuperación. El escenario de recesión, la caída del consumo y de las ventas es muy grande. A eso le suma los aumentos de tarifas pisados en los últimos meses, que tendrán impacto en el próximo trimestre. Sus precisiones se basan en informes permanentes que se generan en la Fundación Encuentro, que funciona en el edificio de Avenida Libertador, y en encuestas que consume con frecuencia.

También piensa que la crisis política que generó el escándalo por el reparto de alimentos, provocó heridas en el relato oficial sobre la transparencia y la casta. Entiende que el proyecto de Milei está sostenido sobre dos ejes: la expectativa que la sociedad estará mejor en términos económicos y la pelea contra el sistema político, es decir la lucha contra los privilegios de la casta.

En ese contexto, el ex funcionario se anima a pisar otra vez la escena nacional y exponerse a una lucha cuerpo a cuerpo con el oficialismo. Sus principales asesores han comenzado a trabajar en un nuevo proyecto político que le permita al peronismo regresar al Gobierno. Para eso busca ser un articulador de voluntades que permita resolver rencillas internas en las provincias. La provincia de Buenos Aires es un ejemplo, donde hace pocos días la gobernación bonaerense fue el escenario donde el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, y su par de Quilmes, Mayra Mendoza, se sacaron chispas e hicieron públicas sus diferencias en un encuentro convocado por el gobernador Axel Kicillof. La relación entre ambos dirigentes se encuentra en su peor momento, a tal punto que ella lo trató de "cagón" y no se saludaron.

La interna entre Ferraresi y La Cámpora se agudizó tras un acto organizado por el intendente de Avellaneda en Quilmes, junto a los concejales Ariel Burtoli y Gabriel Berrozpe, centrado en la reconstrucción del peronismo y en el apoyo a Kicillof. Desde su territorio, el entorno de Mendoza afirmó que estas movidas son "provocaciones" y recordaron un acto en Quilmes “contra Mayra” sin invitarla, con Ferraresi y la foto del gobernador, promoviendo divisiones.

"No es sólo contra Mayra o contra La Cámpora. Lo mismo le hicieron al Frente Renovador en San Fernando y a Menéndez en Merlo. Kicillof no puede estar ajeno a estas movidas", expresaron desde Quilmes tras conocerse los hechos. Enfatizaron que "son provocaciones" y subrayaron el error político de estas acciones, que solo contribuyen a dividir al peronismo en la provincia y distanciar a los intendentes.

Desde el entorno de Mendoza, la preocupación es clara: "En vez de estar unidos enfrentando a un gobierno nacional que está hambreando al pueblo y destruyendo el aparato productivo, tenemos que soportar discusiones internas extemporáneas y absurdas a tres años de las próximas elecciones."

En este contexto, Massa quiere ordenar al peronismo bonaerense, montar una estrategia hacia el 2025 y alinear un discurso de esperanza para que la gente lo compre.

Massa entiende que la provincia de Buenos Aires en materia electoral es el territorio más preciado en materia de votos, porque define una elección. Reúne 13 millones de electores, equivalente al 37% del poder de voto de todo el país. Solo en dos secciones clave, la Primera y la Tercera alberga 9 millones de votantes. La primera, la integran los partidos de Moreno, Morón, Tres de Febrero y Lanús y la Tercera, de La Matanza, Lomas de Zamora, Florencio Varela, Quilmes y Avellaneda. 

Massa además cree que hay que ordenar otros distritos como Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba, Tucumán y Mendoza, donde el peronismo perdió una gran cantidad de votos en las últimas elecciones y donde el oficialismo local avanza tratando de ganar centralidad y adhesiones. El líder del Frente Renovador cree que hay que priorizar el orden y el fortalecimiento de la estructura peronista en los ocho distritos que el año que viene eligen senador. Ese debe ser el principal objetivo estratégico.

Massa entiende que esas tensiones solo desgastan al espacio político. “De cara al 2025 hay que construir la catedral de la oposición, pero con ideas", sostiene Massa. La moneda está en el aire.

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información y analista político. El 22 de noviembre de 2017, el Concejo Deliberante de La Plata lo declaró "personalidad destacada en el periodismo".