
por Jorge Joury*
En el entorno presidencial le reprochan al funcionario irse a esquiar a la Patagonia cuando era vital encarar las negociaciones con la oposición, principalmente con el PRO, para evitar la serie de derrotas que se veían venir.
En este contexto, el Presidente anunció el veto a la reforma jubilatoria y la calificó de "estafa". También reconoció la mala praxis por el DNU de la SIDE en su cena del miércoles con Mauricio Macri, donde compartieron milanesas y el tema Caputo volvió a estar en el centro de la escena. En cuanto a la reforma previsional y para reparar daños, Macri señaló en las últimas horas: “Por el bienestar de nuestros jubilados y sus nietos, apoyo el veto del presidente Milei”. No se entiende bien al ex mandatario: como sus legisladores votaron a favor de la ley y su líder le da la razón a Milei cuando dice que la revocará.
El enojo que en el oficialismo hay con Caputo es porque se fue de viaje de descanso, justo en medio de dos de sus principales derrotas: la designación de Martín Lousteau como presidente de la Bicameral de Inteligencia y el rechazo de Diputados al DNU que amplió los fondos reservados de la SIDE en 100 mil millones de pesos.
Además, el Senado le asestó al Ejecutivo la tercera derrota consecutiva de la semana al dar sanción definitiva al proyecto de modificación de los haberes previsionales que rompe el rumbo macroeconómico que lleva adelante el gobierno y que Milei dijo que vetará. La oposición con razón argumenta: "en el gobierno hay plata para la SIDE y para los jubilados no".
En medio de este tsunami, Santiago Caputo quedó expuesto en dos veredas, tanto por los fracasos legislativos, como por la guerra que desató contra Mauricio Macri, un sostén clave de Milei desde aún antes del ballotage. El ataque furibundo hacia al ex presidente por parte de los trolls de Caputo, dejaron en claro que el funcionario sabe ir a fondo, pero no previene los conflictos que se originan y menos aún los soluciona.
En medio de este vendaval de contradicciones, Milei y Macri en la cena del miércoles renovaron el vínculo, pero una veintena de diputados amarillo contribuyó al quorum en contra de los intereses del Gobierno. Más aún, la mayoría votó a favor de rechazar los fondos para la SIDE. Algunos dicen que fue una venganza de Macri con el "monje negro" como llama a Caputo por sus operaciones.
Lo cierto es, que la onda expansiva de la ruptura fracturó al PRO, desde donde los alineados con Patricia Bullrich desconocieron la movida de sus pares y ahora amenazan con pegar el portazo. Fracturó a La Libertad Avanza, que también aportó dos luces al tablero del quórum y cuyos diputados terminaron a los gritos, envueltos en mil internas. También la onda expansiva llegó al radicalismo que, a la buena de Dios, exhibió la banca vacía de su jefe de bloque, Rodrigo De Loredo.
Otros de los fracasos se atribuyen al jefe de Gabinete Guillermo Francos, que tampoco sirvió como un canal de negociación. Era normal verlo a Francos recorriendo despachos del Congreso antes del tratamiento de la ley y en los palcos durante las votaciones, pero en este caso brilló por su ausencia.
Paradójicamente, desde la oposición dialoguista sostienen que nadie del gobierno habla con ellos desde que se aprobara la Ley Bases.
Respecto de Ariel Lijo, en el Congreso aseguran que el juez se autogestiona los votos, lo dejaron solo y no recibe ayuda de la Rosada, pese a que fue Milei quien lo propuso para la Corte.
Lo cierto es que Milei tuvo que invitar a Macri a comer milanesas en la noche del miércoles, sacudido por las tres derrotas consecutivas que sufrió en el Congreso, que expusieron como nunca su debilidad política. De acuerdo a los trascendidos, como en los encuentros anteriores, se trató como tema central la guerra con Caputo.
Macri está furioso con la campaña en su contra de los trolls que maneja Caputo y por eso ordenó voltear los fondos reservados de la SIDE que piensa que son el combustible que utiliza el asesor presidencial para financiar sus milicias digitales.
La guerra no se circunscribe a los ataques de trolls: Macri cree que Caputo disfruta de sus operaciones y quiere comerle los dirigentes del PRO de a uno, mientras lo entretiene con la idea de la fusión o convergencia de fuerzas, para ir llevádolo hasta el cierre de listas del año próximo y ahí no darle nada.
Según se supo, Macri no muerde el anzuelo y en su contraofensiva, no le avisó al presidente que los diputados que le responden no solo darían quórum junto al kirchnerismo y el resto de los bloques, sino que también votarían en contra del DNU que le asignó $100.000 millones adicionales a la SIDE. Fue tal el revuelo público, también privado, que Milei lo convocó a Olivos para intentar poner las cosas en claro y bajar la tensión cruzada.
Macri, muy enojado, en la charla aludió a los ciber militantes libertarios que salieron a matarlo en la noche del miércoles, logrando que el ex presidente fuera primera tendencia en la red social X con algo más de 65 mil menciones.
Paradójicamente, Caputo se encuentra descansando en Cumelén, Villa La Angostura, el exclusivo country en el que Macri vacaciona desde sus épocas de presidente. En ese paradisíaco refugio patagónico también tiene una coqueta vivienda María Ibarzabal Murphy, casualmente la estratégica secretaria de Estado, íntima de Caputo y de la que ya fue su anfitrión en otras oportunidades.
En medio del terremoto interno, Caputo tiene previsto volver el lunes a Buenos Aires.
La relación con el PRO, está sobre una tela de cebolla. Macri ya le advirtió repetidamente a Milei en los cuatro encuentros que mantuvieron este último mes y medio, que es Caputo el que obtura cualquier tipo de entendimiento vinculado a la gestión. El ex jefe de Estado dejó trascender en su entorno que la relación personal, y política, con su sucesor aún es “muy buena”, pero que empieza a impacientarse porque su jefe no le marca la cancha a Caputo. La sesión del miércoles en diputados, y la de ayer en el Senado, evidenciaron ese fastidio.
Mientras tanto, la guerra fría entre la vicepresidenta Victoria Villarruel y los hermanos Milei sigue escalando peligrosamente hacia lo más alto del poder. A tal punto, que ahora se comenta que Karina Milei estaría urdiendo con Caputo un plan para vaciar de poder a Villarruel, excluyendola del armado de listas para las elecciones de 2025.
La maniobra consiste en que la Casa Rosada quiere definir a los candidatos a través de los armadores que responden a la Secretaría General de la Presidencia. Y en este contexto, también no se descarta una contraofensiva de Villarruel, para terminar impulsando una nueva fuerza partidaria, a la luz de que las encuestas la posicionan midiendo más que el propio Presidente.La figura de Villarruel es mejor que la del presidente ante la opinión pública. Tiene la ventaja de no tener que dar discusiones ni económicas ni tomar medidas que afectan el día a día de la gente. Pero, fundamentalmente, sus modos son mucho más amables que los de su compañero de fórmula y, hasta cuando toca esos extremos con los que llegó a la política, lo hace con firmeza pero sin agravios.
Para ir redondeando, lo que resulta extraño es que el sector libertario no aproveche el escándalo de Alberto Fernández con su ex esposa Fabiola Yañez, para sumar voluntades a su favor. Napoleón aconsejaba que "cuando tu enemigo se está equivocando, no lo distraigas". Parece que en la Casa Rosada nadie leyó los apotegmas del general francés.
*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información y analista político. El 22 de noviembre de 2017, el Concejo Deliberante de La Plata lo declaró "personalidad destacada en el periodismo".