
por Jorge Joury*
Hay quienes reclaman que Cristina debe hacer un mea culpa por haber elegido a Alberto Fernández para la primera magistratura. Aseguran que ella lo conoce hace más de 20 años y alguna señal debe haber tenido de la vida clandestina y el "puticlub" que había inaugurado el ex mandatario puertas adentro del poder. Murmuran que CFK calló para no agitar las aguas en pleno gobierno, aunque simultáneamente fue vaciando de poder a su Chirolita. Sostienen que mucho tiene que ver en la derrota electoral la inacción de un hombre que se convirtió en una suerte de parásito y al que Sergio Massa tuvo que socorrer para terminar su mandato.
Y tras cartón, ahora se hizo público el calvario que le hizo vivir a la ex primera dama y sus vergonzosas aventuras amorosas, tanto en la Casa Rosada como en Olivos, la foto de un hombre obnubilado por el poder, que no pudo contener un ataque desenfrenado de sexo.
Todos recuerdan en el PJ cuando en uno de sus discursos urticantes, Cristina le aconsejó en público a AF "poner la líbido al servicio del trabajo". Tampoco fue una coincidencia cuando en un acto en la localidad de Ensenada, CFK dijo que ella podía mostrar su teléfono y había quienes no podían hacerlo. Fue una estocada directa al corazón de su elegido, al que no pudo corregir a su medida. Hoy las presunciones e indicios hablan de por lo menos 27 mujeres, entre periodistas y figuras del mundo del espectáculo que le tributaban favores sexuales al ex presidente a cambio de dádivas, como empleos y viajes. A muchas de las elegidas, Alberto las recibía en sus escapadas con su auto, tanto a la siesta como a la madrugada, en su departamento de Puerto Madero. Y otras gozaban del vip, en su despacho en la Casa Rosada, donde las hacía sentar en el sillón de Rivadavia. También supo buscar en su momento con el helicóptero de la Presidencia a una morocha agraciada, profesora de Geografía que lo dejó eclipsado en una de sus visitas a José C. Paz y a la que luego nombró como asesora. Son muchos los que hoy recuerdan en el entorno de Alberto cuando se jactaba de: "Cuando les toco la guitarra muchas se desmayan en mis brazos".
Cristina no se puede hacer la distraída con este tema y se lo hizo recordar una de sus propias espadas, el senador nacional José Mayans.
El formoseño jefe del bloque de senadores peronistas, salió con los tapones de punta contra su jefa, quien lo había criticado por destacar cualidades de la vicepresidenta Victoria Villarruel, y se preguntó si "a los que pusieron" al ex mandatario Alberto Fernández en la conducción del PJ "los mandamos también al psiquiátrico".
"¿Qué hacemos con los que pusieron a Alberto como presidente del partido? ¿Los mandamos también al psiquiátrico?", se preguntó Mayans.
La ex presidenta había pedido una "pericia psiquiátrica" para los que dicen que Villarruel es "peronista", en referencia a dirigentes como Mayans que habían recalcado virtudes de la vicepresidenta.
A Cristina no le gustó que Mayans haya tenido la semana última un cruce distendido en el recinto con Villarruel, en un intercambio que había concluido con el llamado del legislador a la vicepresidenta a "profundizar la amistad".
Cristina, no ve con buenos ojos un acercamiento con sectores que reivindican el accionar represivo de la pasada dictadura militar.
Pero también manifestaron que si bien el bloque que integran mantiene una férrea oposición a las políticas de ajuste feroz llevadas adelante por el Gobierno libertario, no evalúan la alternativa de un juicio político contra el mandatario nacional, alternativa que había esbozado también el formoseño.
El cortocircuito entre Cristina y Mayans, legislador referenciado en los gobernadores, principalmente el eterno Gildo Insfrán, deja al descubierto el hastío que atraviesa a los mandatarios provinciales hacía la figura de las dos veces ex presidenta y su modo de conducción, así con como las designaciones a dedo que en el peronismo se convirtieron en una constante, dejando resultados poco felices en materia política.
El puñado de gobernadores que salieron airosos en las pasadas elecciones generales y que aún no han sacado los pies del plato, tal como sí sucediera con el tucumano Osvaldo Jaldo, el catamarqueño Raúl Jalil y el salteño Gustavo Sáenz -que responde a Sergio Massa-, vienen respaldando además, al riojano Ricardo Quintela para presidir el PJ nacional.
En este contexto, hay que poner la mirada en lo que está ocurriendo en la provincia de Buenos Aires, donde se vienen horas de alta tensión por los cortocircuitos entre sectores alineados al gobernador Axel Kicillof y los que se encolumnan detrás de Máximo Kirchner. Ni siquiera el tembladeral que generó en las filas del peronismo la denuncia judicial por violencia de género contra Alberto Fernández, no alcanzó para calmar la interna dentro del oficialismo bonaerense.
Es para destacar que dos de los alfiles que en el territorio provincial impulsan la figura del Gobernador rumbo a las presidenciales de 2027, son los intendentes Jorge Ferraresi de Avellaneda y Gustavo Barrera de Villa Gesell. Estos últimos encabezaron él sábado de la semana anterior en la ciudad balnearia, un multitudinario encuentro de la militancia.
Ante ese escenario, Barrera indicó que "el único escollo" que encuentra el Gobierno Nacional "es la Provincia, es Axel. Somos la resistencia. No hay tiempo que perder", agregó que quienes tienen responsabilidades solo tienen que rendirle cuentas a los votantes, y luego de preguntarse "¿qué vamos a esperar?", buscó dejar en claro: "No estamos en contra de nadie, estamos a favor de Axel".
En tanto que Ferraresi, quien viene recorriendo los municipios del territorio bonaerense impulsando los encuentros con las bases militantes, llamó a avanzar hacia una instancia que garantice la democracia interna, donde "los candidatos sean los que ganen elecciones", al tiempo que consideró que hoy el principal referente político del peronismo es el Gobernador, el que desde la asunción de Milei viene dando una batalla desigual en defensa de los intereses de los sectores afectados por los recortes del Gobierno libertario.
"Axel Kicillof es el futuro Presidente de Argentina en 2027", agregó el jefe comunal de Avellaneda, quien tras reclamar que se garantice "la participación en todos los distritos", lanzó una advertencia: "Si no lo podemos hacer desde nuestro Partido, utilizaremos otro mecanismo que nos permita construir una alternativa, como lo hizo Cafiero con la presentación del Frente Renovador Justicialista".
Los tapones también saltaron en el tablero de las organizaciones sociales, dentro de las cuales se comienzan a fijar posiciones a uno y otro lado de los sectores involucrados. Es lo que sucede en el Movimiento Evita, donde su titular, Emilio Pérsico, mantuvo el último jueves una reunión con Máximo Kirchner y la intendenta Mariel Fernández de la localidad de Moreno.
Con la mirada puesta en las elecciones de mediano término y a futuro, en la sucesión al sillón de la gobernación provincial, teniendo en cuenta que Kicillof no podrá ser reelegido, el líder de La Cámpora viene impulsando un armado bonaerense con intendentes y referentes sindicales y de organizaciones sociales, lejos de la movida que impulsan los lugartenientes que responden al mandatario bonaerense.
Alineado a las filas de Kicillof, quedó Gildo Onorato, otro de los referentes del Evita, designado en abril pasado como presidente del Instituto Provincial de Asociativismo y Cooperativismo, quien en su momento no dudó en señalar que en el peronismo "hay un ciclo histórico que se está terminando". Muchos creen que le apuntó directamente a la cabeza del kirchnerismo.
La dispersión que registra el peronismo tiene varios ingredientes, por un lado, apunta a dar por terminada una etapa signada por un excesivo verticalismo que ha dejado expuestas las fallas y las malas elecciones de Cristina. Hoy la mayoría del arco político partidario aspira a recrear un debate interno que los incluya a todos a la hora de la toma de decisiones. Principalmente a ponerle freno al dedo de Cristina, a generar una autocrítica profunda y a construir un discurso que les permita recuperar las simpatías perdidas del electorado. En esta ruleta, por ahora nadie se anima a jugar la primera bola.
*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información y analista político. El 22 de noviembre de 2017, el Concejo Deliberante de La Plata lo declaró "personalidad destacada en el periodismo".