
por Redacción
A mediados de septiembre, el diputado radical Mariano Campero dijo que el senador Martín Lousteau, que es presidente del Comité Nacional de la UCR, tenía cercanías con el gobernador Axel Kicillof. Concretamente, dijo que la gente de Lousteau en la Legislatura bonaerense "le vota todo a Kicillof".
En Argentina las situaciones pasan rápidamente de plano, pero en las últimas horas "la teoría Campero" se empezó a instalar nuevamente y con más fuerza. Ahora, el razonamiento tiene que ver a la interna de los dos partidos políticos más importantes, la UCR y el PJ, y las desprolijidades que demostró cada una de ellas.
Por el lado del radicalismo bonaerense, hay una denuncia en la Justicia Electoral por supuesto fraude, cuestión impulsada por Futuro Radical, los "amigos" de Lousteau, mientras que, en el PJ, el ultrakirchnerismo acusa a viva voz a Kicillof de no jugar con Cristina Kirchner como conductora nacional, y de mirar con simpatía al gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela.
Hay quienes empiezan a ver que Kicillof podría terminar haciendo una jugada por fuera de la estructura del PJ, ya que no tendría la "lapicera", mientras que Lousteau estaría comprometido en provincia de Buenos Aires, si es que la sigue manejando el senador Maximiliano Abad. Por lo tanto, sostienen que no sería tan lejana a la realidad una jugada de Axel y Martín con un armado "superador" de las viejas estructuras partidarias.
Por el momento está verde la cuestión y solo serían rumores, pero sin embargo hay simpatía en ambos bandos. ¿Se dará?