
por Redacción
El analista añadió que: "La buena noticia de las últimas horas para Argentina, tiene que ver con que que el Departamento de Justicia de EE.UU le pidió a la jueza Loretta Preska de Nueva York que rechace un pedido de un fondo Buitre para quedarse con acciones de YPF por 16 mil millones de dólares. Aprovechando el viento a favor para nuestro país, el presidente Milei planea viajar antes de la asunción de Trump para mantener una reunión con él.
Entrando en el análisis más fino de la situación, en un país más dividido que nunca y con una amplia grieta, Trump rompió todos los manuales de la política porque la gente en su mayoría quería un cambio. En el continente algunos líderes se ilusionan, como Javier Milei, pero la mayoría lo ve como algo catastrófico y conflictivo. Observan que con tanta acumulación de poder que ha logrado, siempre está la tentación del abuso. Hay analistas que sostienen que el mundo se prepara ahora para una era de alto riesgo por el carácter confrontativo del nuevo mandatario. Además, Lula Da Silva no sabe como reaccionará contra Brasil, después que le diera su apoyo a Kamala Harris.
La victoria de Trump en la mirada del gobierno brasileño, significa “una derrota para las democracias en América Latina”.
También hay que decir que uno de los factores de la victoria de Trump fue el voto supermercado. Muchos votantes no llegaban a fin de mes y priorizaron su situación económica por sobre los discursos del odio del líder republicano. Además, la victoria de Trump puede abrir la puerta hacia un voto favorable del FMI para que lleguen dólares a la Argentina y se levante el cepo, de allí la euforia que se desató en Milei, quien ofreció todo su apoyo al nuevo gobierno norteamericano.
La victoria de Trump es un espaldarazo político para Milei porque representa algo muy parecido: el outsider ultraconservador. Los dos están en la misma vereda ideológica y antisistema. En términos de apoyo económico, habrá que ver si Trump repite esa forma de apoyo que después termina siendo un ancla, como el que le permitió a Mauricio Macri acceder a un préstamo de dimensiones oceánicas que terminó convertido en una deuda sofocante, aplastante.
Lo que vendría bien es que la sintonía Milei - Trump sirva para abrir los mercados norteamericanos a las exportaciones argentinas y establecer alianzas económicas estratégicas, no el acceso a los préstamos. Como Trump es proteccionista, eso se lo ve fácil.
Trump es importante para Argentina porque asume un Presidente que nos conoce, empezando por el ex presidente y líder del PRO, Mauricio Macri, con quien Trump tiene una amistad y un vínculo de confianza de más de 30 años.
Para el Gobierno de Milei esto es una oportunidad para profundizar el rumbo y trabajar en sintonía, consolidando la amistad histórica con Estados Unidos con base en valores, principios e intereses comunes, como la defensa de la democracia y las libertades individuales, la promoción de la prosperidad económica, la lucha contra amenazas como el terrorismo, el crimen organizado y la corrupción, y la promoción de la paz y seguridad internacionales. Es clave que Trump se haya comprometido ‘a trabajar para poner fin’ a las guerras en el mundo.
La vuelta de Trump “fortalecerá la nueva derecha global" .Festejan los presidentes de Argentina, Javier Milei, y El Salvador, Nayib Bukele, principalmente, aunque, según analistas ambos no deberían esperar grandes beneficios por su afinidad política con Trump. Una cosa es sacarse una foto abrazados o hasta recibir una declaración pública de admiración, y otra, muy diferente, es lograr que esa sintonía se traduzca en ayuda económica y acuerdos concretos de cooperación.
En capitales como Brasilia, Bogotá, Santiago de Chile, Caracas, Managua y La Habana, por el contrario, el triunfo de Trump es visto como catastrófico.
En el caso de Lula, el colombiano Gustavo Petro y el chileno Gabriel Boric, no se trata apenas de una cuestión de simpatía personal y temor por el futuro de la democracia en la región. Un segundo gobierno de Trump implica un duro golpe al multilateralismo, en el cual los tres presidentes creen, y a agendas globales que los tres países defienden, entre ellas la de políticas de combate al calentamiento global.
En Caracas, La Habana y Managua los miedos son otros. Los tres países son vistos como miembros de una especie de eje del mal por Trump y podrían sufrir una nueva ola de sanciones, presiones de todo tipo y, en el caso de Venezuela, analistas creen que hasta algún tipo de acción radical para intentar, por segunda vez, sacar a Nicolás Maduro del poder. Otros son más cautos. “La máxima presión a Maduro en el 2019 fracasó, Trump deberá buscar otra alternativa. Pero Maduro debe tener mucho cuidado”, opina el ex-subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental, embajador Thomas Shannon. Según él, “Trump no toleraría el actual nivel de caos en el Caribe, y los venezolanos deben tener eso claro”.
Tampoco puede descartarse un eventual acuerdo entre el republicano y el venezolano, porque lo que está en juego es el petróleo de Venezuela, y Trump, se sabe, siempre hace lo que más le conviene a él y a sus aliados - y amigos. En Washington, comenta Michael Shifter, profesor de la Universidad de Georgetown, “se comenta que miembros de la oposición venezolana quedaron decepcionados al enterarse de contactos entre Trump y el chavismo. Un acuerdo no puede ser descartado”. Para Shifter, “los republicanos se sintieron traicionados por la oposición que respaldó a Juan Guaidó, hoy visto como un perdedor en los Estados Unidos. Además, el impacto de decisiones sobre la base de Trump en el estado de Florida ya no importa tanto, es un terreno que el republicano domina", finalizó el analista.