
por Jorge Joury *
Nació el 12 de septiembre de 1960 en Mar del Plata y su vida estuvo marcada por los sinsabores y la búsqueda constante de superación.
Con solo 27 años fundó uno de los diarios más importantes de la Argentina, como lo fue Página 12. En sus inicios, cuando aún era uno más, vino a pedir trabajo a Diario Popular en la sede de Avellaneda y lo incorporé al plantel de periodistas. Serio y circunspecto, de pocas palabras, trabajaba en uno de los suplementos zonales, en un escritorio ubicado en el fondo de la redacción. Por aquel entonces yo no me imaginaba que tenía un diamante en bruto que con el paso del tiempo iba a constituirse en uno de los principales referentes de la prensa nacional. Es más, cuando la política no había dado ningún personaje para enfrentar el reinado de Cristina Kirchner, Héctor Magnetto presidente y CEO del Grupo Clarín, vio en él los atributos para frenar la acometida reeleccionista de Cristina Kirchner. Lo convirtió en líder de la oposición y le puso todos los recursos económicos. A CFK la siguió a sol y a sombra, hasta las islas Seychelles, donde se decía que tenía las cuentas ocultas en el exterior y lo logró. Lanata mostró los dineros sucios del kirchnerismo, la sociedad con Lázaro Báez, logró lo que nadie había conseguido. Aquel Lanata que yo tuve la oportunidad de ver en Diario Popular, aún estaba tierno periodísticamente, era el joven que vivía en Sarandí, pero que se le veía en los ojos que abrigaba la idea del éxito.
A Lanata, hay que leerlo en muchas versiones. Por ejemplo, supo a los 56 años que era adoptado, sus padres nunca se lo dijeron. Pasó por diversos estadíos, de chico de la calle, llamado por el seudónimo de "Coco", cuando se peleó con su padre y se fue del hogar. Luego pasó a chocolatinero, mozo de bar, y finalmente la vida lo coronó como el periodista político más influyente de la Argentina y dueño, además de una fortuna incalculable en obras de arte. Nada alteró su perspectiva de vida. Se enfocó más en su futuro que en su pasado.
Sus padres, María Angélica Álvarez y el dentista Ernesto Lanata, vivían en Sarandí.
Su madre era una mujer muy enferma que no pudo cuidarlo debidamente y su padre, de carácter muy fuerte, fue implacable con él.
Desde temprana edad Lanata mostró su pasión por el periodismo. A los 14 años, ya se destacaba entrevistando a figuras prominentes como Conrado Nalé Roxlo y René Favaloro para la revista de su escuela. Su incursión primero comenzó en Diario Popular y de allí saltó a Radio Nacional, donde demostró su talento y determinación. En la revista El Porteño generó el germen del periodista en que se convertiría poco después. El premio mayor vino a los 27 años, cuando fundó Página 12, un diario que desafió las narrativas convencionales y se convirtió en un referente del periodismo crítico, con investigaciones que llegaban hasta el hueso, desnudando casos resonantes de corrupción en la política y que hacían que el diario se vendía como pan caliente, un estilo parecido al de La Opinión de Héctor Timerman.
En el ámbito personal, su vida íntima siempre dio que hablar porque, Lanata era un hombre público, amado y odiado por sus enemigos. Es padre de Bárbara, de 34 años, y Lola, de 20. Lanata recorrió la vida por diferentes relaciones sentimentales y siempre, dice, se separó bien. “Tuve suerte, por lo que me cuentan, todas hablan bien de mí”, solía decir.
Lanata siempre destacó su profundo agradecimiento hacia quienes lo acompañaron en momentos difíciles, como Sara Stewart Brown, la madre de su hija menor, con quien estuvo en pareja 18 años y le donó un riñón cuando debió ser trasplantado, en un gesto de generosidad y solidaridad.
Actualmente, estaba casado con la abogada platense Elba Marcovecchio a quien conoció en el año 2020 y se casó en abril de 2022.
Hasta sus últimos días y a los 64 años, lideró la audiencia con su programa “Lanata sin filtro” en Radio Mitre. Conoció el éxito y el fracaso, como cuando derrapó con el diario Crítica de la Argentina y la Revista Veintitrés.
Cuando se le preguntaba quién es Jorge Lanata, respondía: “Un inconformista eterno con muchas dudas. Un niño que fue adulto a destiempo y resultó un adulto niño. Un escritor, eso soy, que no tuvo padres que lo fueran a ver a los actos de la escuela”. Hasta siempre Jorge y gracias por tu generosidad de hacer un periodismo distinto y creíble.
*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información y analista político. El 22 de noviembre de 2017, el Concejo Deliberante de La Plata lo declaró "personalidad destacada en el periodismo".